"Le agradezco que haya encontrado tiempo para venir", dijo Putin a la canciller al inicio de la reunión.
"Debemos aprovechar desde luego esta visita para hablar de nuestras relaciones bilaterales y de los temas más problemáticos, en particular Ucrania y Siria", añadió.
Tras la reunión, iniciada poco después de las 11H00 GMT, los dos dirigentes compartirían un almuerzo.
Las relaciones entre ambos se tensaron por la crisis en Ucrania, con lo que los vínculos de Moscú con la Unión Europea (UE) llegaron a un nivel de deterioro inédito desde el final de la Guerra Fría.
En todo este tiempo, Merkel fue una ferviente defensora de las sanciones impuestas por los europeos a Moscú por la anexión de Crimea y por su supuesto rol en el conflicto en el este de Ucrania. En las negociaciones también fue la interlocutora principal.
Este es el primer desplazamiento de Merkel a Rusia desde su visita relámpago a Moscú el 10 de mayo de 2015, cuando la tensión alcanzaba su cota máxima por el conflicto en Ucrania.
Entonces, Merkel, al igual que la mayor parte de los países occidentales, boicoteó el desfile militar del 9 de mayo que conmemoraba los 70 años de la victoria sobre la Alemania nazi.
Desde entonces, Merkel y Putin se encontraron en varias oportunidades en cumbres a cuatro con los presidentes de Francia, François Hollande y de Ucrania, Petro Poroshenko, para intentar encontrar una solución al conflicto ucraniano, estancado desde la firma de los acuerdos de Minsk en febrero de 2015.
Este formato de reunión, llamado "de Normandía", también incluyó conferencias telefónicas. En la última llamada, el 18 de abril, fue posible sacar adelante una declaración común de los cuatro.
"Esto no había sido posible desde hace mucho tiempo", destacó el viernes el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.
"Hay dos temas que pesan en la relación (entre los dos países), primero la anexión contraria al derecho internacional de Crimea, y luego la desestabilización de Ucrania oriental por los separatistas prorrusos", recordó.
Pese a que Moscú niega cualquier vínculo con ellos, los occidentales acusan regularmente a Rusia de sostener con ayuda militar y financiera a los rebeldes en Ucrania.
Para el Kremlin, la visita de Angela Merkel permitirá "discutir la situación actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales".
A principios de marzo, Putin había llamado a la "normalización" de las relaciones entre Alemania y Rusia, en presencia del ministro (vicecanciller) alemán Sigmar Gabriel, que visitaba Moscú.
Además de hablar sobre Ucrania, la visita de la canciller alemana a Sochi tiene como objetivo preparar el próximo G20, que se celebrará los días 7 y el 8 de julio en Hamburgo, dijo una fuente del gobierno alemán a la AFP.
En la cita del G20, Putin tiene programado su primer encuentro con el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero esta misma tarde, Trump y Putin prevén mantener una conversación telefónica, la tercera desde que el nuevo presidente llegara en enero a la Casa Blanca. En su campaña electoral, Trump abogó por un acercamiento a Rusia que aún no se ha producido. Además, aún persiste la tensión tras el reciente bombardeo de Estados Unidos contra una base militar del régimen de Damasco, del que Moscú es el principal aliado.
Al día siguiente de su encuentro con Merkel, Putin va a recibir en Sochi al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyas relaciones con Alemania también se han deteriorado en los últimos meses.
La actividad diplomática de Rusia está adquiriendo mayor importancia en las últimas semanas y, en abril, tanto el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, como la jefa de la diplomacia Europea, Federica Mogherini, visitaron el país.
En ambos casos era el primer viaje que hacían a Rusia desde que asumieron sus cargos.
"Debemos aprovechar desde luego esta visita para hablar de nuestras relaciones bilaterales y de los temas más problemáticos, en particular Ucrania y Siria", añadió.
Tras la reunión, iniciada poco después de las 11H00 GMT, los dos dirigentes compartirían un almuerzo.
Las relaciones entre ambos se tensaron por la crisis en Ucrania, con lo que los vínculos de Moscú con la Unión Europea (UE) llegaron a un nivel de deterioro inédito desde el final de la Guerra Fría.
En todo este tiempo, Merkel fue una ferviente defensora de las sanciones impuestas por los europeos a Moscú por la anexión de Crimea y por su supuesto rol en el conflicto en el este de Ucrania. En las negociaciones también fue la interlocutora principal.
Este es el primer desplazamiento de Merkel a Rusia desde su visita relámpago a Moscú el 10 de mayo de 2015, cuando la tensión alcanzaba su cota máxima por el conflicto en Ucrania.
Entonces, Merkel, al igual que la mayor parte de los países occidentales, boicoteó el desfile militar del 9 de mayo que conmemoraba los 70 años de la victoria sobre la Alemania nazi.
Desde entonces, Merkel y Putin se encontraron en varias oportunidades en cumbres a cuatro con los presidentes de Francia, François Hollande y de Ucrania, Petro Poroshenko, para intentar encontrar una solución al conflicto ucraniano, estancado desde la firma de los acuerdos de Minsk en febrero de 2015.
Este formato de reunión, llamado "de Normandía", también incluyó conferencias telefónicas. En la última llamada, el 18 de abril, fue posible sacar adelante una declaración común de los cuatro.
"Esto no había sido posible desde hace mucho tiempo", destacó el viernes el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.
"Hay dos temas que pesan en la relación (entre los dos países), primero la anexión contraria al derecho internacional de Crimea, y luego la desestabilización de Ucrania oriental por los separatistas prorrusos", recordó.
Pese a que Moscú niega cualquier vínculo con ellos, los occidentales acusan regularmente a Rusia de sostener con ayuda militar y financiera a los rebeldes en Ucrania.
- 'Normalización' -
Para el Kremlin, la visita de Angela Merkel permitirá "discutir la situación actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales".
A principios de marzo, Putin había llamado a la "normalización" de las relaciones entre Alemania y Rusia, en presencia del ministro (vicecanciller) alemán Sigmar Gabriel, que visitaba Moscú.
Además de hablar sobre Ucrania, la visita de la canciller alemana a Sochi tiene como objetivo preparar el próximo G20, que se celebrará los días 7 y el 8 de julio en Hamburgo, dijo una fuente del gobierno alemán a la AFP.
En la cita del G20, Putin tiene programado su primer encuentro con el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero esta misma tarde, Trump y Putin prevén mantener una conversación telefónica, la tercera desde que el nuevo presidente llegara en enero a la Casa Blanca. En su campaña electoral, Trump abogó por un acercamiento a Rusia que aún no se ha producido. Además, aún persiste la tensión tras el reciente bombardeo de Estados Unidos contra una base militar del régimen de Damasco, del que Moscú es el principal aliado.
Al día siguiente de su encuentro con Merkel, Putin va a recibir en Sochi al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyas relaciones con Alemania también se han deteriorado en los últimos meses.
La actividad diplomática de Rusia está adquiriendo mayor importancia en las últimas semanas y, en abril, tanto el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, como la jefa de la diplomacia Europea, Federica Mogherini, visitaron el país.
En ambos casos era el primer viaje que hacían a Rusia desde que asumieron sus cargos.