Yacub Mussa Abu al Qiyan murió el miércoles en circunstancias controvertidas, cuando la policía entró en el pueblo beduino de Umm al Hiran, en el sur de Israel, para destruir casas.
Según la policía, este lanzó su vehículo contra los agentes, matando a uno de ellos. Los policías respondieron y lo abatieron.
Pero residentes del pueblo afirmaron que este hombre conducía tranquilamente su vehículo cuando los policías le dispararon.
Un video aéreo suministrado por la policía parece mostrar que fue muerto antes de que dirigiera su vehículo hacia el grupo de uniformados.
Desde su muerte, las localidades árabes de Israel organizaron huelgas y manifestaciones.
El lunes, unos 300 árabes israelíes que llegaron en caravanas de vehículos desde el norte y el sur del país se congregaron cerca del Parlamento en Jerusalén.
Bajo la mirada de los policías gritaron "Erdan renuncia, ya no te soportamos", refiriéndose a Gilad Erdan, ministro de Seguridad interior, quien es responsable de la policía.
"Es una víctima, un mártir, era un maestro, no un miembro del grupo Estado islámico ni terrorista", como lo afirmó la policía en un comunicado, declaró el diputado árabe israelí Ahmed Tibi, dirigiéndose a los manifestantes.
Los abogados de la familia de Yacub Mussa Abu al Qiyan presentaron el viernes una demanda ante la Corte Suprema, que exige la restitución de su cuerpo sin condiciones previas.
La Corte decidió el lunes que entreguen el cuerpo del hombre y autorizó la organización de funerales el martes durante dos horas y sin restricción de participantes.
Los 300.000 beduinos de Israel, que viven por lo regular en una situación de pobreza, pertenecen a la comunidad de árabes israelíes, descendientes de palestinos que se quedaron en el lugar después de la creación de Israel en 1948.
Los árabes israelíes denuncian que hay discriminación en su contra.
Según la policía, este lanzó su vehículo contra los agentes, matando a uno de ellos. Los policías respondieron y lo abatieron.
Pero residentes del pueblo afirmaron que este hombre conducía tranquilamente su vehículo cuando los policías le dispararon.
Un video aéreo suministrado por la policía parece mostrar que fue muerto antes de que dirigiera su vehículo hacia el grupo de uniformados.
Desde su muerte, las localidades árabes de Israel organizaron huelgas y manifestaciones.
El lunes, unos 300 árabes israelíes que llegaron en caravanas de vehículos desde el norte y el sur del país se congregaron cerca del Parlamento en Jerusalén.
Bajo la mirada de los policías gritaron "Erdan renuncia, ya no te soportamos", refiriéndose a Gilad Erdan, ministro de Seguridad interior, quien es responsable de la policía.
"Es una víctima, un mártir, era un maestro, no un miembro del grupo Estado islámico ni terrorista", como lo afirmó la policía en un comunicado, declaró el diputado árabe israelí Ahmed Tibi, dirigiéndose a los manifestantes.
Los abogados de la familia de Yacub Mussa Abu al Qiyan presentaron el viernes una demanda ante la Corte Suprema, que exige la restitución de su cuerpo sin condiciones previas.
La Corte decidió el lunes que entreguen el cuerpo del hombre y autorizó la organización de funerales el martes durante dos horas y sin restricción de participantes.
Los 300.000 beduinos de Israel, que viven por lo regular en una situación de pobreza, pertenecen a la comunidad de árabes israelíes, descendientes de palestinos que se quedaron en el lugar después de la creación de Israel en 1948.
Los árabes israelíes denuncian que hay discriminación en su contra.