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Unidades del ejército sirio se retiran de Hama.
Asad también subrayó su "compromiso con el proceso de reformas, destinado a conducir a una democracia multipartidaria", indicó el documento emitido por los representantes de Brasil, India y Sudáfrica, los tres países integrantes de la delegación.
Asad "reconoció que algunos errores habían sido cometidos por las fuerzas de seguridad en los momentos iniciales de las protestas y que se estaban realizando esfuerzos para evitar su repetición", señaló el comunicado emitido por la delegación de India ante la ONU.
Grupos de defensa de los derechos civiles afirman que más de 2.000 personas murieron en la represión de las protestas desencadenadas a mediados de marzo. Otras muertes fueron denunciadas el miércoles, luego del comienzo de la reunión entre Asad y los diplomáticos.
El presidente sirio "dijo que las reformas políticas van a ser conducidas en consulta con el pueblo sirio y que el diálogo nacional va a continuar para dar forma a nuevas leyes y definir un modelo adecuado para la economía", agregó.
Al Asad también aseguró que las reformas a la Constitución estarían listas entre febrero y marzo de 2012, según la delegación, formada por representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores de Brasil, India y Sudáfrica, y cuyo objetivo, aclararon en el comunicado, fue el de instar al "fin de todo tipo de violencia".
Estos tres países figuran entre los integrantes no permanentes del Consejo de Seguridad, de 15 miembros, que se habían opuesto a la propuesta de las potencias europeas de que el organismo condenara expresamente el ejercicio de la violencia por el gobierno.
También el miércoles, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, el argentino Oscar Fernández-Taranco, informó al Consejo de Seguridad de la situación en Siria.
Según varios diplomáticos, Taranco informó durante una sesión a puerta cerrada de ejecuciones sumarias y deserciones de soldados.
Representantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal afirmaron tras la reunión que el Consejo de Seguridad debería considerar "medidas adicionales" si la situación no mejora en el próximo informe.
Por su parte, el embajador de Siria ante la ONU dijo que grupos antigubernamentales habían matado a 550 miembros de las Fuerzas Armadas y disparó la ira de diplomáticos occidentales al comparar los disturbios en su país con los que tienen lugar en Gran Bretaña.
El representante británico, Philip Parham, rechazó por "absurda" la comparación de su colega sirio, Bashar Jaafari, y dijo que en Damasco se está ante una matanza de gente inocente y desarmada que reclama en las calles por más democracia.
Asad "reconoció que algunos errores habían sido cometidos por las fuerzas de seguridad en los momentos iniciales de las protestas y que se estaban realizando esfuerzos para evitar su repetición", señaló el comunicado emitido por la delegación de India ante la ONU.
Grupos de defensa de los derechos civiles afirman que más de 2.000 personas murieron en la represión de las protestas desencadenadas a mediados de marzo. Otras muertes fueron denunciadas el miércoles, luego del comienzo de la reunión entre Asad y los diplomáticos.
El presidente sirio "dijo que las reformas políticas van a ser conducidas en consulta con el pueblo sirio y que el diálogo nacional va a continuar para dar forma a nuevas leyes y definir un modelo adecuado para la economía", agregó.
Al Asad también aseguró que las reformas a la Constitución estarían listas entre febrero y marzo de 2012, según la delegación, formada por representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores de Brasil, India y Sudáfrica, y cuyo objetivo, aclararon en el comunicado, fue el de instar al "fin de todo tipo de violencia".
Estos tres países figuran entre los integrantes no permanentes del Consejo de Seguridad, de 15 miembros, que se habían opuesto a la propuesta de las potencias europeas de que el organismo condenara expresamente el ejercicio de la violencia por el gobierno.
También el miércoles, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, el argentino Oscar Fernández-Taranco, informó al Consejo de Seguridad de la situación en Siria.
Según varios diplomáticos, Taranco informó durante una sesión a puerta cerrada de ejecuciones sumarias y deserciones de soldados.
Representantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal afirmaron tras la reunión que el Consejo de Seguridad debería considerar "medidas adicionales" si la situación no mejora en el próximo informe.
Por su parte, el embajador de Siria ante la ONU dijo que grupos antigubernamentales habían matado a 550 miembros de las Fuerzas Armadas y disparó la ira de diplomáticos occidentales al comparar los disturbios en su país con los que tienen lugar en Gran Bretaña.
El representante británico, Philip Parham, rechazó por "absurda" la comparación de su colega sirio, Bashar Jaafari, y dijo que en Damasco se está ante una matanza de gente inocente y desarmada que reclama en las calles por más democracia.
