El ex-presidente asesinado Rafic Al Hariri,a la izquierda, y su hijo Saad.
"La oficina del procurador examina en este momento elementos que fueron entregados por representantes del Hezbolá al procurador general en Líbano el 13 de julio de 2011", indicó la oficina del procurador en un comunicado.
El procurador Daniel Bellemare había invitado el 4 de julio al jefe del Hezbolá, Hasan Nasralá, a entregarle informaciones y documentos que podrían ayudar al tribunal "en su busca de justicia".
Este llamado sigue a un discurso de Nasralá el 2 de julio, transmitido por Al-Manar, la televisión de su partido, donde afirmó que tenía tales documentos, entre ellos apartes de videos y propuso dárselos al procurador.
Nasralá había calificado la investigación del procurador de "falsificada" y aseguró que sus investigadores eran "corrompidos y hostiles" al Hezbolá.
"El procurador sigue explorando todas las pistas en el marco de su investigación", agregó la oficina del procurador, más de un mes después de la confirmación el 28 de junio del acta de acusación por el juez Daniel Fransen.
Hezbolá ha denunciado en varias ocasiones que el tribunal nunca investigó la pista israelí, excluyendo esa posibilidad, y culpando sin pruebas a Siria, primero, y a Hezbolá después.
El procurador Daniel Bellemare había invitado el 4 de julio al jefe del Hezbolá, Hasan Nasralá, a entregarle informaciones y documentos que podrían ayudar al tribunal "en su busca de justicia".
Este llamado sigue a un discurso de Nasralá el 2 de julio, transmitido por Al-Manar, la televisión de su partido, donde afirmó que tenía tales documentos, entre ellos apartes de videos y propuso dárselos al procurador.
Nasralá había calificado la investigación del procurador de "falsificada" y aseguró que sus investigadores eran "corrompidos y hostiles" al Hezbolá.
"El procurador sigue explorando todas las pistas en el marco de su investigación", agregó la oficina del procurador, más de un mes después de la confirmación el 28 de junio del acta de acusación por el juez Daniel Fransen.
Hezbolá ha denunciado en varias ocasiones que el tribunal nunca investigó la pista israelí, excluyendo esa posibilidad, y culpando sin pruebas a Siria, primero, y a Hezbolá después.