"Poco antes de las 17 horas (15 GMT) los Mossos d'Esquadra (Policía de Cataluña) han abatido a Younes Abouyaaqoub, conductor de la furgoneta y autor material del atentado de Barcelona que el jueves quitó la vida a 14 personas", informó el presidente del Gobierno regional de Cataluña, Carles Puigdemont, en rueda de prensa.
La fotografía del presunto terrorista había sido difundida horas antes de forma oficial tras confirmarse que fue él quien condujo a toda velocidad por el céntrico bulevar de Las Ramblas la furgoneta que mató a 13 personas e hirió a más de un centenar.
Posteriormente, huyó a pie hasta un aparcamiento en el que abordó y apuñaló hasta la muerte a un joven. Con su vehículo, inició una fuga en la que logró burlar un control policial.
Su pista se había perdido hasta hoy, cuando dos agentes de la Policía catalana, los Mossos d'Esquadra, lo vieron en el municipio catalán de Subirats, a 50 kilómetros de Barcelona. Al mismo tiempo, una vecina advirtió de su presencia allí.
"Los agentes le han dado el alto, han intentado identificarle. Y esta persona llevaba una camisa abierta, mostraba un chaleco (con explosivos falsos) y ha dicho 'Alá es grande'. Los Mossos han hecho uso de su arma reglamentaria", explicó el máximo responsable de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.
Los agentes descartan por ahora que estuviera acompañado de otras personas y reconocen que todavía no saben cómo llegó hasta allí.
"Se le pierde la pista sobre las 19 horas de la tarde del jueves", dijo Trapero.
La operación policial seguirá abierta pese a la caída del principal sospechoso y último prófugo, aclaró la Policía, aunque se da por desarticulado el núcleo de la célula que presuntamente está detrás de los atentados, integrada por 12 personas.
Cuatro de ellas están detenidas y pasarán el miércoles a disposición judicial. Otras cinco fueron abatidas en la madrugada del viernes en un ataque posterior al de Barcelona en la localidad turística de Cambrils, que dejó un muerto y seis heridos.
A éstas se suman dos muertos en la explosión fortuita que tuvo lugar en la noche del miércoles en una vivienda de Alcanar (a 200 kilómetros de Barcelona), donde la célula preparaba presuntamente atentados de un alcance aún mayor de los cometidos y donde almacenaba decenas de botellas de gas y materiales para fabricar explosivos.
La Policía confirmó hoy que entre los fallecidos en este incidente se encuentra Abdelbaki Es Satty, un imán de la localidad catalana de Ripoll (donde vivían algunos de los presuntos terroristas) sospechoso de ser el "cerebro" del grupo.
Según medios españoles, fue él quien reclutó y adoctrinó a los jóvenes que perpetraron los atentados en Barcelona y en Cambrils.
El jefe del Ejecutivo catalán felicitó a la Policía catalana por su labor y destacó la coordinación con las fuerzas de seguridad españolas. También lo hizo el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. "Juntos venceremos al terrorismo", expresó en Twitter.
Los ataques del jueves dejaron 15 víctimas mortales, entre ellos dos menores. Hoy se confirmó que son seis españoles (una con doble nacionalidad española y argentina), tres italianos, dos portuguesas, una belga, un estadounidense, un canadiense y un niño con doble nacionalidad australiana y británica.
De los más de 130 heridos, 48 siguen hospitalizados y ocho están en estado crítico.
En el centro de Barcelona, hoy continuaron los homenajes a las víctimas con altares de velas y flores.
Entre tanto, como ocurrió los últimos días, la comunidad musulmana en España volvió a condenar los ataques, esta vez con una concentración en la céntrica plaza Catalunya de Barcelona a la que se sumaron 153 entidades.
Varios políticos acudieron al acto, en el que se oyeron lemas como "No al terrorismo" y "Soy musulmán, soy Barcelona". El manifiesto condenó los atentados y abogó por trabajar para que los jóvenes musulmanes no abracen "ideologías perversas" que "no tienen nada que ver con el Islam y la religión musulmana"
España mantiene de momento el nivel "alto" de alerta antiterrorista que decretó en junio de 2015 (nivel 4 de 5). Las autoridades descartaron elevarla al máximo tras los atentados de Barcelona al considerar que no hay riesgo de atentado inminente.
La fotografía del presunto terrorista había sido difundida horas antes de forma oficial tras confirmarse que fue él quien condujo a toda velocidad por el céntrico bulevar de Las Ramblas la furgoneta que mató a 13 personas e hirió a más de un centenar.
Posteriormente, huyó a pie hasta un aparcamiento en el que abordó y apuñaló hasta la muerte a un joven. Con su vehículo, inició una fuga en la que logró burlar un control policial.
Su pista se había perdido hasta hoy, cuando dos agentes de la Policía catalana, los Mossos d'Esquadra, lo vieron en el municipio catalán de Subirats, a 50 kilómetros de Barcelona. Al mismo tiempo, una vecina advirtió de su presencia allí.
"Los agentes le han dado el alto, han intentado identificarle. Y esta persona llevaba una camisa abierta, mostraba un chaleco (con explosivos falsos) y ha dicho 'Alá es grande'. Los Mossos han hecho uso de su arma reglamentaria", explicó el máximo responsable de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.
Los agentes descartan por ahora que estuviera acompañado de otras personas y reconocen que todavía no saben cómo llegó hasta allí.
"Se le pierde la pista sobre las 19 horas de la tarde del jueves", dijo Trapero.
La operación policial seguirá abierta pese a la caída del principal sospechoso y último prófugo, aclaró la Policía, aunque se da por desarticulado el núcleo de la célula que presuntamente está detrás de los atentados, integrada por 12 personas.
Cuatro de ellas están detenidas y pasarán el miércoles a disposición judicial. Otras cinco fueron abatidas en la madrugada del viernes en un ataque posterior al de Barcelona en la localidad turística de Cambrils, que dejó un muerto y seis heridos.
A éstas se suman dos muertos en la explosión fortuita que tuvo lugar en la noche del miércoles en una vivienda de Alcanar (a 200 kilómetros de Barcelona), donde la célula preparaba presuntamente atentados de un alcance aún mayor de los cometidos y donde almacenaba decenas de botellas de gas y materiales para fabricar explosivos.
La Policía confirmó hoy que entre los fallecidos en este incidente se encuentra Abdelbaki Es Satty, un imán de la localidad catalana de Ripoll (donde vivían algunos de los presuntos terroristas) sospechoso de ser el "cerebro" del grupo.
Según medios españoles, fue él quien reclutó y adoctrinó a los jóvenes que perpetraron los atentados en Barcelona y en Cambrils.
El jefe del Ejecutivo catalán felicitó a la Policía catalana por su labor y destacó la coordinación con las fuerzas de seguridad españolas. También lo hizo el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. "Juntos venceremos al terrorismo", expresó en Twitter.
Los ataques del jueves dejaron 15 víctimas mortales, entre ellos dos menores. Hoy se confirmó que son seis españoles (una con doble nacionalidad española y argentina), tres italianos, dos portuguesas, una belga, un estadounidense, un canadiense y un niño con doble nacionalidad australiana y británica.
De los más de 130 heridos, 48 siguen hospitalizados y ocho están en estado crítico.
En el centro de Barcelona, hoy continuaron los homenajes a las víctimas con altares de velas y flores.
Entre tanto, como ocurrió los últimos días, la comunidad musulmana en España volvió a condenar los ataques, esta vez con una concentración en la céntrica plaza Catalunya de Barcelona a la que se sumaron 153 entidades.
Varios políticos acudieron al acto, en el que se oyeron lemas como "No al terrorismo" y "Soy musulmán, soy Barcelona". El manifiesto condenó los atentados y abogó por trabajar para que los jóvenes musulmanes no abracen "ideologías perversas" que "no tienen nada que ver con el Islam y la religión musulmana"
España mantiene de momento el nivel "alto" de alerta antiterrorista que decretó en junio de 2015 (nivel 4 de 5). Las autoridades descartaron elevarla al máximo tras los atentados de Barcelona al considerar que no hay riesgo de atentado inminente.