Un portavoz del ejército anunció en un comunicado que las fuerzas armadas habían recibido "información sobre un gran número de vehículos apostados en la frontera occidental y dispuestos a infiltrarse (en Egipto)".
"Nuestros aviones despegaron para vigilar la zona y entraron en acción tan pronto como los vehículos violaron la frontera", añadió. "La operación duró 48 horas entre la vigilancia y los bombardeos. Quince todoterrenos que transportaban armas, municiones y productos de contrabando fueron destruidos", precisó el vocero, sin mencionar posibles pérdidas humanas.
Además, en el sur del país, la policía mató a ocho "terroristas" pertenecientes a grupos que planeaban atentados contra instituciones públicas, según un comunicado del ministerio del Interior.
Los ocho individuos murieron en un intercambio de disparos con la policía "en el desierto, en el sur del país", indicó la misma fuente.
Estos "elementos terroristas" formaban parte de grupúsculos que planeaban ataques "contra instituciones estatales, instalaciones gubernamentales y cristianas, y contra personalidades públicas y policías", indica el texto.
El ministerio acusó a estos grupos de enviar a sus miembros a "campos de entrenamiento" en el extranjero, para que aprendan a "perpetrar ataques terroristas y fabricar bombas" a su regreso a Egipto.
Desde que el ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en 2013, se han multiplicado los atentados en Egipto, sobre todo contra la policía y militares en el norte de la península del Sinaí, donde se instaló una rama local del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En los últimos meses, las iglesias coptas también se han convertido en blanco para los yihadistas.