El juez belga siguió el pedido de la fiscalía y negó la entrega de los ex consejeros catalanes (ministros regionales) Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig al considerar que la orden de detención cursada por España no cumple requisitos de forma para ser ejecutada.
Los tres políticos, presentes en la audiencia ante la corte de Bruselas, salieron de España a fines de octubre después de que el Gobierno catalán de Carles Puigdemont fuese intervenido por Madrid para frenar la escalada independentista.
El Tribunal Supremo español procesó en marzo a Puig y Serret por desobediencia y malversación y a Comín por rebelión y malversación, los mismos cargos que se imputan a Puigdemont, que espera en Berlín la decisión de la Justicia alemana sobre su entrega a España.
La decisión de la Justicia belga representa un duro golpe al Supremo español y un revés político para el Gobierno de Mariano Rajoy, por lo que fue celebrada de inmediato por los independentistas catalanes.
"Queremos mostrar nuestra satisfacción rotunda, más absoluta, porque hoy efectivamente se ha hecho justicia", sostuvo Comín en Bruselas. El ahora diputado regional catalán consideró "irregular" la orden europea de detención activada por España.
"Qué alegría, qué ganas de abrazarlos", celebró en Twitter el nuevo presidente catalán, Quim Torra, que aludió a las otras solicitudes de entrega pendientes contra independentistas prófugos: "Como en Bélgica, la Justicia acabará ganando en Alemania, Escocia y Suiza".
El Gobierno en Madrid mostró "respeto" por la decisión judicial, si bien el ministro de Justicia Rafael Catalá confió en que el Tribunal Supremo pueda "subsanar" el defecto de forma que llevó al juez belga a considerar "inadmisible" la orden española.
El problema podría agravarse para el Gobierno de Mariano Rajoy. Según el abogado de los ex consejeros, Jaume Alonso-Cuevillas, el problema fue que la orden europea de detención debe ir acompañada por una orden de detención nacional, algo que al parecer no ocurrió en este caso y no ocurre tampoco en el de Puigdemont.
De ser así, la Justicia alemana podría aplicar el mismo criterio y rechazar los próximos días su entrega a España. El propio ex presidente catalán celebró hoy la decisión belga: "¡Buena noticia de Bélgica! Felicidades, compañeros", escribió en Twitter.
La noticia se conoció un día antes de que el nuevo Gobierno catalán al mando del independentista Quim Torra tome mañana posesión, cerrando así un largo limbo político en la región y abriendo un nuevo capítulo de la crisis que promete más tensión con el Estado central.
Los tres políticos, presentes en la audiencia ante la corte de Bruselas, salieron de España a fines de octubre después de que el Gobierno catalán de Carles Puigdemont fuese intervenido por Madrid para frenar la escalada independentista.
El Tribunal Supremo español procesó en marzo a Puig y Serret por desobediencia y malversación y a Comín por rebelión y malversación, los mismos cargos que se imputan a Puigdemont, que espera en Berlín la decisión de la Justicia alemana sobre su entrega a España.
La decisión de la Justicia belga representa un duro golpe al Supremo español y un revés político para el Gobierno de Mariano Rajoy, por lo que fue celebrada de inmediato por los independentistas catalanes.
"Queremos mostrar nuestra satisfacción rotunda, más absoluta, porque hoy efectivamente se ha hecho justicia", sostuvo Comín en Bruselas. El ahora diputado regional catalán consideró "irregular" la orden europea de detención activada por España.
"Qué alegría, qué ganas de abrazarlos", celebró en Twitter el nuevo presidente catalán, Quim Torra, que aludió a las otras solicitudes de entrega pendientes contra independentistas prófugos: "Como en Bélgica, la Justicia acabará ganando en Alemania, Escocia y Suiza".
El Gobierno en Madrid mostró "respeto" por la decisión judicial, si bien el ministro de Justicia Rafael Catalá confió en que el Tribunal Supremo pueda "subsanar" el defecto de forma que llevó al juez belga a considerar "inadmisible" la orden española.
El problema podría agravarse para el Gobierno de Mariano Rajoy. Según el abogado de los ex consejeros, Jaume Alonso-Cuevillas, el problema fue que la orden europea de detención debe ir acompañada por una orden de detención nacional, algo que al parecer no ocurrió en este caso y no ocurre tampoco en el de Puigdemont.
De ser así, la Justicia alemana podría aplicar el mismo criterio y rechazar los próximos días su entrega a España. El propio ex presidente catalán celebró hoy la decisión belga: "¡Buena noticia de Bélgica! Felicidades, compañeros", escribió en Twitter.
La noticia se conoció un día antes de que el nuevo Gobierno catalán al mando del independentista Quim Torra tome mañana posesión, cerrando así un largo limbo político en la región y abriendo un nuevo capítulo de la crisis que promete más tensión con el Estado central.