Wang Quan'an
La historia, que va desde la abdicación del último emperador en 1912 hasta la invasión japonesa en 1938, transcurre en un pueblo de campesinos llamado "Bai lu Yuan" (La llanura del ciervo blanco), en la provincia de Shaanxi, donde las dos más importantes familias, Bai y Lu, siempre han vivido juntas y en paz.
"El nuevo emperador se llama República", dice un campesino para anunciar el estallido de la Revolución de Xinhai e introducir esta saga, filmada en Mongolia, cuyos protagonistas serán un hombre y una mujer, Hei Wa (Duan Yihong) y la bella Tian Xiao'e (Zhang Yuqui).
El jefe del clan del pueblo les impedirá casarse en el templo ancestral porque Xiao'e no es nativa del lugar. Las tradiciones pesan mucho y por eso la pareja es expulsada y debe instalarse en una cabaña en las afueras. Paralelamente se ve la manera cómo los campesinos son explotados y deben pagar tributos en trigo al ejército.
Cuando comienza la Revolución, Hei Wa y Xiao'e se implican en el movimiento comunista contra la ancestral opresión reinante. Para evitar ser arrestado Hei Wa huye del pueblo abandonando a su amada, quien por su belleza será codiciada por muchos hombres, será violada y luego asesinada cuando se le acusa de estar "maldita" por el poder seductor que tiene.
Hei Wa encabeza el movimiento de Unión Campesina. Pasan los años y se oye hablar de la Unión Soviética "donde no hay templos ancestrales ni matrimonios arreglados según las tradiciones", como dice un líder.
"La historia está narrada desde el punto de vista campesino. Este filme cuenta un gran capítulo de la historia china en tres horas. Desde hace veinte años varios directores querían adaptar la novela de Chen Zhongshis, pero no lo habían conseguido a causa de problemas de dinero y de la censura", declaró Wang, de 48 años.
"Gracias a esta historia podemos comprender mejor lo que somos ahora. Estoy orgulloso de haberla filmado. Los chinos no sabían en esa época lo que era la Unión Soviética. Pese a nuestra gran tradición China miraba hacia Occidente, el comunismo representaba en ese entonces una posibilidad de salida", añadió.
"China se ha desarrollado rápidamente, el país es más rico ahora, aunque la censura persiste. El proceso de habilitación para realizar un filme como este es complejo, pero como es un tema que interesa y se quiere mostrar que ha habido progresos, al final fue autorizado, aunque tuvimos que eliminar muchas escenas", dijo.
Hay algunas escenas eróticas osadas en "La llanura del ciervo blanco", sobre todo en la cabaña de la bella Xiao'e.
"Esta película, que muestra los brutales trastornos que sufrió nuestro país en esas primeras décadas del siglo XX, puede ayudar a eliminar algunos prejuicios contra China, es un ensayo de autodefinición, muestra cómo concebíamos el mundo, cómo era la vida en el campo. Fuimos crueles, estamos en un proceso de aceptación de nosotros mismos", precisó el realizador.
Wang dijo que en la China actual "hay más dinero y consumo, pero ¿qué debemos hacer con nuestro espíritu, con nuestras almas ? Hemos ganado en cosas materiales, pero tenemos dificultades con el alma".
"El nuevo emperador se llama República", dice un campesino para anunciar el estallido de la Revolución de Xinhai e introducir esta saga, filmada en Mongolia, cuyos protagonistas serán un hombre y una mujer, Hei Wa (Duan Yihong) y la bella Tian Xiao'e (Zhang Yuqui).
El jefe del clan del pueblo les impedirá casarse en el templo ancestral porque Xiao'e no es nativa del lugar. Las tradiciones pesan mucho y por eso la pareja es expulsada y debe instalarse en una cabaña en las afueras. Paralelamente se ve la manera cómo los campesinos son explotados y deben pagar tributos en trigo al ejército.
Cuando comienza la Revolución, Hei Wa y Xiao'e se implican en el movimiento comunista contra la ancestral opresión reinante. Para evitar ser arrestado Hei Wa huye del pueblo abandonando a su amada, quien por su belleza será codiciada por muchos hombres, será violada y luego asesinada cuando se le acusa de estar "maldita" por el poder seductor que tiene.
Hei Wa encabeza el movimiento de Unión Campesina. Pasan los años y se oye hablar de la Unión Soviética "donde no hay templos ancestrales ni matrimonios arreglados según las tradiciones", como dice un líder.
"La historia está narrada desde el punto de vista campesino. Este filme cuenta un gran capítulo de la historia china en tres horas. Desde hace veinte años varios directores querían adaptar la novela de Chen Zhongshis, pero no lo habían conseguido a causa de problemas de dinero y de la censura", declaró Wang, de 48 años.
"Gracias a esta historia podemos comprender mejor lo que somos ahora. Estoy orgulloso de haberla filmado. Los chinos no sabían en esa época lo que era la Unión Soviética. Pese a nuestra gran tradición China miraba hacia Occidente, el comunismo representaba en ese entonces una posibilidad de salida", añadió.
"China se ha desarrollado rápidamente, el país es más rico ahora, aunque la censura persiste. El proceso de habilitación para realizar un filme como este es complejo, pero como es un tema que interesa y se quiere mostrar que ha habido progresos, al final fue autorizado, aunque tuvimos que eliminar muchas escenas", dijo.
Hay algunas escenas eróticas osadas en "La llanura del ciervo blanco", sobre todo en la cabaña de la bella Xiao'e.
"Esta película, que muestra los brutales trastornos que sufrió nuestro país en esas primeras décadas del siglo XX, puede ayudar a eliminar algunos prejuicios contra China, es un ensayo de autodefinición, muestra cómo concebíamos el mundo, cómo era la vida en el campo. Fuimos crueles, estamos en un proceso de aceptación de nosotros mismos", precisó el realizador.
Wang dijo que en la China actual "hay más dinero y consumo, pero ¿qué debemos hacer con nuestro espíritu, con nuestras almas ? Hemos ganado en cosas materiales, pero tenemos dificultades con el alma".