Berlinale: filme sobre orígenes del terrorismo en Alemania en los años 60


BERLÍN, Julio Olaciregui, (AFP) - El realizador alemán Andres Veiel presentó el jueves, en el concurso por el Oso de Oro de la Berlinale, su filme "Quién más que nosotros", una reconstrucción de los explosivos años 60 en Alemania que terminaron con el suicidio de Andreas Baader, fundador del grupo armado de ultraizquierda Fracción del Ejército Rojo.



Andres Veiel
Andres Veiel
Andreas Baader sólo aparece en la última parte de este filme que mezcla la historia privada y la pública de Gudrun Ensslin, una de sus amantes, y de Bernward Vesper, hijo del poeta nacionalista Will Vesper, admirador de Hitler.
La guerra había terminado quince años atrás. El pasado ahogaba a Alemania, pero nadie hablaba de los crímenes nazis.
El personaje de Bernward, interpretado por la estrella del cine alemán August Diehl, estudia en Tubinguen y quiere ser escritor. Al mismo tiempo defiende a su padre, quien le hace prometer que reeditará sus obras poéticas, celebradas por los nazis.
Bernward y Gudrun se enamoran y deciden partir hacia Berlín-Oeste en 1964. La película recurre a las imágenes de archivo, mostrando el célebre muro, del que hoy en día sólo quedan unos fragmentos, como atracción turística, en la Plaza Potsdamer, muy cerca de donde se lleva a cabo la Berlinale.
Los dos jóvenes forman parte de la bohemia berlinesa de izquierda y se dejan llevar por la ola de liberación sexual, con "parejas de tres", rock and roll, minifaldas, drogas y mucha política: solidaridad con Vietnam, con Cuba, con las Panteras Negras de Estados Unidos.
Es entonces cuando aparece en escena Andreas Baader, quien estima que los libros y las palabras no sirven, que la oposición parlamentaria es ineficaz, preconizando la lucha armada.
"Existen otras películas sobre esa época, pero se centran en 1968, no hablan mucho de los orígenes de la revuelta. Estos jóvenes no estaban satisfechos, querían encontrar su propio camino, no querían seguir el modelo de sus padres", declaró Veiel, más conocido por sus documentales.
"No es un filme histórico. Aunque habla del pasado trata del presente. Sentimos curiosidad por lo que pasó, esa necesidad de ventilar los problemas. Hoy en día tenemos peligros que penden sobre nosotros como el cambio climático, las crisis financieras. Hay que denunciarlos. El presente es acción. Hay que actuar, ése sería el mensaje", añadió el realizador.
Veiel insistió en los dos flujos que se mueven en su película: el ámbito privado y la política. "Muchas cosas no habían sido dichas. Explotamos archivos y correspondencias privadas, cartas de Gudrun y de Bernward Vesper", explicó.
"Fuimos de lo privado, la familia, a la política. Alguien decía: lo privado es político. Gudrun no es Medea, la heroína de Eurípides que mata a sus hijos. Ella abandona a su bebé para dedicarse a la lucha revolucionaria. Por eso debía hacer algo fuerte, el sacrificio debía valer la pena, era la Revolución Mundial: poner bombas, consagrarse a esa violencia que al final pierde su sentido", añadió.
Por su parte el actor August Diehl reconoció que la época de sus padres lo atormentaba. "Es nuestra historia, sí. Esa culpabilidad nebulosa que se siente a veces en toda Alemania. No es un capítulo cerrado aún". Su personaje se volverá loco y terminará suicidándose.
La actriz Lena Lauzemis, que interpreta a Gudrun, quien también se suicidó en la cárcel a comienzos de los años 70, dijo de su lado que "su vulnerabilidad ayudó a su radicalización. Ella fue coherente con sus ideas, con el sentimiento de que debía sacrificar todo, incluso su familia, para dedicarse a luchar por la justicia".
Jueves, 17 de Febrero 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte