Son nombres japoneses, portugueses, españoles, italianos, alemanes, polacos, sudamericanos, árabes o brasileños, que crecieron en un Brasil culturalmente joven y que marcaron sus artes plásticas hasta convertir el grabado en la esfera de la creación en la que más destacaron en el siglo pasado.
La exposición "Grabados brasileños del Siglo XX", formada con fondos del Banco do Brasil mayoritariamente, hace un recorrido por el panorama pictórico del siglo pasado, del que buena parte de los exponentes ya han fallecido.
"Los artistas que están aquí fueron muy representativos en su lenguaje y en su técnica", que va desde la punta seca, la litografía o grabado, dice el curador Luiz Dolino, él mismo grabador, para quien la idea es traer "técnicas variadas y lenguajes variados".
En la muestra hay "tres generaciones" de grabadores, afirma. Los que nacieron en el siglo XIX y que fueron los precursores de esta técnica en Brasil, "más barata pero tan preciosa como un cuadro", sus alumnos y una tercera generación, como la suya.
Esta exposición, que promueve la cancillería brasileña, ya ha recorrido varios países europeos, como Portugal, España, Suiza o Alemania, y tras pasar por la capital paraguaya, Asunción, ha iniciado su periplo centroamericano en el Museo de los Niños de San José -un antiguo presidio convertido en centro cultural-, antes de ir en poco más de dos semanas a Guatemala.
La exposición "Grabados brasileños del Siglo XX", formada con fondos del Banco do Brasil mayoritariamente, hace un recorrido por el panorama pictórico del siglo pasado, del que buena parte de los exponentes ya han fallecido.
"Los artistas que están aquí fueron muy representativos en su lenguaje y en su técnica", que va desde la punta seca, la litografía o grabado, dice el curador Luiz Dolino, él mismo grabador, para quien la idea es traer "técnicas variadas y lenguajes variados".
En la muestra hay "tres generaciones" de grabadores, afirma. Los que nacieron en el siglo XIX y que fueron los precursores de esta técnica en Brasil, "más barata pero tan preciosa como un cuadro", sus alumnos y una tercera generación, como la suya.
Esta exposición, que promueve la cancillería brasileña, ya ha recorrido varios países europeos, como Portugal, España, Suiza o Alemania, y tras pasar por la capital paraguaya, Asunción, ha iniciado su periplo centroamericano en el Museo de los Niños de San José -un antiguo presidio convertido en centro cultural-, antes de ir en poco más de dos semanas a Guatemala.