"La moción de censura contra el primer ministro Oreskovic fue adoptada por amplia mayoría" declaró a los disputados el presidente de la asamblea, Zeljko Reiner.
Se trata de un estrepitoso fracaso para el HDZ después de cinco meses de polémicos escándalos sobre el marcado giro a la derecha de este país, miembro de la UE.
"Desgraciadamente, en lugar de hablar de reformas" económicas reclamadas por la UE, "se habla de esta moción de censura" contra mí, lamentó al inicio de la sesión Oreskovic, de 50 años, al que solo apoyaba la formación de centroderecha Most.
La moción ganó por 125 votos a favor, 15 en contra y dos abstenciones.
El gobierno croata fue fruto de largas y laboriosas negociaciones, pero desde sus inicios protagonizó polémicas nacionalistas y acusaciones de haber querido relativizar los crímenes cometidos por el régimen ustacha pronazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Oreskovic, un ingeniero sin experiencia política, perdió rápidamente el apoyo del HDZ, principal partido de la frágil coalición en el poder.
La dimisión el miércoles del viceprimer ministro Tomislav Karamarko, presidente del HDZ, acusado de conflicto de intereses, que criticó el "mal funcionamiento del gobierno", aceleró la caída.
La sociedad civil reprocha también al gobierno su voluntad de controlar los medios, la educación o el revisionismo de derechos adquiridos como el aborto, o la creciente influencia de la iglesia católica en la sociedad.
Los socialdemócratas, que perdieron las elecciones en 2015 después de cuatro años en el poder, tienen ahora una nueva oportunidad para regresar al poder.
Se trata de un estrepitoso fracaso para el HDZ después de cinco meses de polémicos escándalos sobre el marcado giro a la derecha de este país, miembro de la UE.
"Desgraciadamente, en lugar de hablar de reformas" económicas reclamadas por la UE, "se habla de esta moción de censura" contra mí, lamentó al inicio de la sesión Oreskovic, de 50 años, al que solo apoyaba la formación de centroderecha Most.
La moción ganó por 125 votos a favor, 15 en contra y dos abstenciones.
El gobierno croata fue fruto de largas y laboriosas negociaciones, pero desde sus inicios protagonizó polémicas nacionalistas y acusaciones de haber querido relativizar los crímenes cometidos por el régimen ustacha pronazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Oreskovic, un ingeniero sin experiencia política, perdió rápidamente el apoyo del HDZ, principal partido de la frágil coalición en el poder.
La dimisión el miércoles del viceprimer ministro Tomislav Karamarko, presidente del HDZ, acusado de conflicto de intereses, que criticó el "mal funcionamiento del gobierno", aceleró la caída.
La sociedad civil reprocha también al gobierno su voluntad de controlar los medios, la educación o el revisionismo de derechos adquiridos como el aborto, o la creciente influencia de la iglesia católica en la sociedad.
Los socialdemócratas, que perdieron las elecciones en 2015 después de cuatro años en el poder, tienen ahora una nueva oportunidad para regresar al poder.