"Hoy soy blanco de tal número de ataques que no puedo no considerar que hay una forma de persecución", declaró a la emisora de radio Europe 1 Fillon, en el corazón de un caso de empleos presuntamente ficticios para su familia por el que deberá comparecer el miércoles ante la justicia.
"Cada día se baja un poco más en la intrusión de mi vida privada". "¿Por qué? (...) ¿Qué explica que haya cientos, decenas en cualquier caso de periodistas que hurgan en la basura para ocuparse de mis trajes, mañana de mis camisas y por qué no de mis calzoncillos?", dijo el ex primer ministro.
Según el dominical Journal du Dimanche, un mecenas firmó el 20 de febrero un cheque de 13.000 euros para pagar la factura de dos trajes de una elegante sastrería de París.
"No voy a responderle sobre estos temas, es mi vida privada y no le incumbe a nadie. Tengo perfectamente derecho de que un amigo me regale un traje, no está prohibido", protestó Fillon.
Según el diario, a esta factura se suman casi 35.500 euros "pagados en metálico" por compras anteriores en beneficio de Fillon en esa misma sastrería, para un valor total de 48.500 euros desde 2012. "No es exacto, naturalmente", afirmó Fillon el lunes por la mañana.
Interrogado acerca de su citación del miércoles ante la justicia que investiga los empleos presuntamente ficticios y que podría conducir a una acusación formal, Fillon respondió: "No se puede decir que vaya con gusto. Desde el principio no he sido tratado como un justiciable como los demás".
El candidato conservador, que cayó en los sondeos desde el estallido del escándalo conocido como "Penelopegate" después de haber sido considerado el favorito para llegar al Elíseo, reafirmó que una acusación no cambiaría en nada su campaña.
"No voy a obedecer a las órdenes de los que instrumentalizan la justicia renunciando a mi candidatura", argumentó.
"Cada día se baja un poco más en la intrusión de mi vida privada". "¿Por qué? (...) ¿Qué explica que haya cientos, decenas en cualquier caso de periodistas que hurgan en la basura para ocuparse de mis trajes, mañana de mis camisas y por qué no de mis calzoncillos?", dijo el ex primer ministro.
Según el dominical Journal du Dimanche, un mecenas firmó el 20 de febrero un cheque de 13.000 euros para pagar la factura de dos trajes de una elegante sastrería de París.
"No voy a responderle sobre estos temas, es mi vida privada y no le incumbe a nadie. Tengo perfectamente derecho de que un amigo me regale un traje, no está prohibido", protestó Fillon.
Según el diario, a esta factura se suman casi 35.500 euros "pagados en metálico" por compras anteriores en beneficio de Fillon en esa misma sastrería, para un valor total de 48.500 euros desde 2012. "No es exacto, naturalmente", afirmó Fillon el lunes por la mañana.
Interrogado acerca de su citación del miércoles ante la justicia que investiga los empleos presuntamente ficticios y que podría conducir a una acusación formal, Fillon respondió: "No se puede decir que vaya con gusto. Desde el principio no he sido tratado como un justiciable como los demás".
El candidato conservador, que cayó en los sondeos desde el estallido del escándalo conocido como "Penelopegate" después de haber sido considerado el favorito para llegar al Elíseo, reafirmó que una acusación no cambiaría en nada su campaña.
"No voy a obedecer a las órdenes de los que instrumentalizan la justicia renunciando a mi candidatura", argumentó.