Entre los tres "taikonautas", como denomina China a sus astronautas, figuraba Liu, la primera mujer china enviada al espacio, segura de convertirse en una heroína para más de mil millones de sus conciudadanos.
Esta mujer piloto de caza de 33 años fue rodeada de un gran secreto desde que sus méritos le permitieron ser reclutada en marzo como candidata para la misión.
Fue sólo el viernes, en la víspera del lanzamiento, que los medios oficiales confirmaron que ella formaba parte del equipo.
China es el tercer país, después de Estados Unidos y la Unión soviética, que envía una mujer al espacio gracias a su propia tecnología. Pekín había realizado su primer vuelo espacial habitado en octubre de 2003.
Los tres miembros de la tripulación, filmados en la estrecha cabina, se veían tranquilos antes del despegue, que se efectuó en presencia del presidente de la Asamblea Nacional Popular, Wu Bangguo, oficialmente número dos del régimen chino.
"China y su pueblo esperan vuestro regreso triunfal", exclamó el dirigente.
Al cabo de unos diez minutos del despegue del cohete, la cápsula Shenzhou IX se separó sin problemas del cohete para entrar en órbita, anunció la agencia China Nueva. Luego, el módulo desplegó sus dos paneles solares.
El conjunto de la operación fue calificada de "éxito total" por el general Chang Wanquan, jefe del programa chino de vuelos espaciales tripulados. En China, el ejército mantiene un papel central en las actividades espaciales.
La misión Shenzhou ("Navío divino") IX, de una duración de 13 días, implicará un acoplamiento manual al módulo Tiangong-1 ("Palacio celeste") ya en órbita. Se inscribe en el marco de un programa tendente a dotar a China de una estación espacial permanente hacia el año 2020.
Esta misión tiene "un alcance estratégico importante", destacó Wu Bangguo, cuando China avanza rápidamente en la actualización de su dominio de la tecnología, reproduciendo experiencias de estadounidenses y soviéticos en los años 1960.
Por lo demás, la cápsula Shenzhou es un vehículo inspirado en los Soyuz soviéticos.
El presidente Hu Jintao felicitó a los responsables del proyecto, estimando que el dominio en la técnica de acoplamiento en el espacio era "crucial" para disponer a término una estación orbital como la Estación Espacial Internacional (ISS), misión en la que China no participa.
Los lanzamientos espaciales chinos están muy marcados de nacionalismo y los medios chinos insistían sobre los alcances de esta misión.
"China necesita consolidar sus ventajas estratégicas realizadas con el correr de los años. Esto exige no sólo capacidades tecnológicas en el aire y el mar, sino también una presencia reforzada en el espacio", comentó el sábado, en un editorial, el diario Global Times, reconocido por su nacionalismo.
Shenzhou IX despegó exactamente 49 años después que la rusa Valentina Terechkova, primera mujer cosmonauta de la Historia, efectuó su vuelo del 16 al 19 de junio de 1963, al cabo de lo cual esta ex obrera textil fue nombrada heroína de la Unión Soviética.