Chopin y la nota azul: una exposición evoca sus años parisinos


Francia festeja el bicentenario del compositor Frédéric Chopin, que nació un primero de marzo hace 200 años, en Polonia, con una exposición que evoca sus años parisinos (1831-1849), en los que el artista buscó recrear en su música un color, el azul transparente.



Frédéric Chopin
Frédéric Chopin
PARÍS, Ana María Echeverría, (AFP) - Uno de los mayores encantos de esta exposición, titulada "La Note bleu" (La Nota azul) es que se celebra en el delicioso Museo de la Vida Romántica, instalado en una mansión al pie de Montmartre, que Chopin solía visitar, y donde, en uno de sus grandes salones lleno de luz, tocaba el piano y componía.
La muestra, que se abre el martes al público, hasta el 11 de julio, propone "un juego de resonancias" entre su música y la pintura, a través de unos 80 lienzos, diseños y esculturas, entre ellos de Eugène Delacroix, su gran amigo, de Camille Corot y de Gustave Courbet.
Según Jérôme Godeau, uno de los comisarios de la muestra, la música de Chopin, "visceral pero que alcanza al mismo tiempo momentos casi religiosos", está íntimamente vinculada con la pintura, y en particular con la búsqueda del "color azur de la noche transparente", como escribió George Sand, quien fue la amante, musa y protectora del compositor.
"Cuando hace dos años se propuso organizar en este museo una exposición en homenaje a Chopin, en ocasión de su bicentenario, decidimos explorar esta relación entre su música y la pintura, destacando 'la nota azul' que George Sands y Delacroix decían oír en sus notas musicales", explicó Godeau.
"Las resonancias y las correspondencias entre la pintura, la música y la literatura, la 'nota azul', son como la reverberación del mundo interior de Chopin: un mundo poético, desgarrado por el exilio, por el dolor de la patria", agregó.
El comisario, que durante la presentación a la prensa recita de memoria párrafos enteros que George Sand consagra a Chopin, pinta al genio del Romanticismo musical como un ser de una extrema sensibilidad.
"Era un dandy, delicado y desgarrado a quien, como dijo Sands, la sombra de un pétalo de rosa lo hería", señaló.
Las obras pictóricas, que han sido cedidas durante el tiempo de la exposición por museos franceses y extranjeros, entre ellos el Museo Metropolitano de Nueva York, así como por numerosas colecciones privadas del mundo entero, recrean también el París "romántico y bohemio" que rodeó a Chopin.
Chopin se instaló en París en 1831, tras abandonar Polonia a raíz de la insurrección polaca contra los rusos, en 1830, recordó la otra comisaria de la exposición, Solange Thierry, quien dijo que el músico se integró rápidamente en los círculos musicales, artísticos y mundanos de la Ciudad de la Luz.
En esta "hermandad romántica de París", como la llamaba Franz Litz, otro compositor genial que fue su amigo y gran rival, el músico polaco conoció a los escritores románticos Gérard de Nerval, Prosper Merimée, Théophile Gautier, que entendían "el vínculo entre la música y la noche", que Chopin interpretó en sus "Nocturnos" y "Claro de luna".
El músico polaco, que murió en París de tuberculosis el 17 de octubre de 1849, a los 39 años, está sepultado en el cementerio Père-Lachaise, en París, mientras que su corazón es conservado en la Iglesia Santa Cruz de Varsovia.
Los festejos en Francia de su bicentenario adquirirán una especial relevancia en la propiedad de George Sand, en Nohant (centro), donde el músico pasó largas estancias y compuso algunas de sus mejores obras y donde tendrán lugar en los próximos meses los Encuentros Internacionales Frédéric Chopin.
Lunes, 1 de Marzo 2010
AFP, Agence France-Presse
           


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