La ciudad vieja, ubicada en el centro de la ciudad y pegada a la ribera occidental del Tigris --el río que divide en dos a la metrópolis-- es un objetivo clave en la batalla por Mosul, último gran bastión del EI en Irak.
En el corazón de este barrio se halla la mezquita Al Nuri, desde la cual Abu Bakr al Bagdadi llamó en julio de 2014 a todos los musulmanes a ser "obedecido", días después de la proclamación de su "califato" en los extensos territorios conquistados en Siria e Irak.
"Nuestras fuerzas están a 800 metros de la mezquita", declaró el capitán Firas el Zuweidi, uno de los responsables de prensa de la Fuerza de intervención rápida, del ministerio del Interior, y considerada decisiva en la guerra contra el EI.
Pero "nos topamos con dificultades: el mal tiempo, las calles demasiado estrechas para nuestros vehículos militares que no pueden entrar" añadió, explicando la complejidad de las operaciones en esta zona densamente poblada.
"Los combates se libran calle por calle, casa por casa", resumió, mientras resonaban en la ciudad los disparos de mortero de las fuerzas iraquíes.
La ciudad vieja constituye claramente una de las "fases más delicadas" de la batalla para las fuerzas antiyihadistas, obligadas a avanzar prudentemente para evitar "causar pérdidas significativas entre los civiles" explicó a la AFP la analista Emily Anagnostos, del centro de reflexión del Institute for the Study of War, basado en Washington.
La difícil meteorología y la configuración de la ciudad vieja son elementos que "el EI explota a su favor en su labor de defensa" afirma.
La ofensiva ha permitido recuperar el mercado Al Arbiya y un almacen de granos, en el primer perímetro del sector, indicó el sábado el teniente general de la policía federal Raëd Shaker Jawdat.
"La policía federal y la Fuerza de intervención rápida han llevado a cabo un ataque sorpresa y cercado las células de Dáesh (acrónimo árabe del EI) en la ciudad vieja, matando a 13 de ellos con granadas" explicó.
- Evacuación de civiles -
Hace cinco meses, el 17 de octubre, las autoridades iraquíes lanzaron una gran operación para reconquistar Mosul, segunda ciudad del país, con el apoyo de la coalición internacional bajo mando de Estados Unidos.
Tras haber retomado los barrios orientales a finales de enero, las tropas de Bagdad llevan a cabo, desde el 19 de febrero, una operación para adueñarse del oeste con la que ya han reconquistado barrios y edificios importantes, como la sede del Gobierno de la provincia de Nínive y la estación de trenes.
La caída de Mosul, último gran bastión del EI en el país, asestaría un duro golpe a la organización ultrarradical sunita, que se instaló en la ciudad en 2014.
En el aspecto humanitario, "la policía federal evacuó" a civiles que se hallaban cerca de la ciudad vieja, dijo el teniente general Jawdat.
Más de 150.000 personas huyeron del oeste de Mosul y de sus alrededores desde que hace un mes empezó la ofensiva de las fuerzas iraquíes
La mayoría, más de 98.000, se refugió en los campos establecidos en los alrededores de Mosul, donde reciben atención médica, víveres y colchones y mantas para dormir.
Antes de la toma de Mosul por el EI en 2014, la ciudad tenia unos dos millones de habitantes.