La decisión de la decena de grupos rebeldes amenaza el proceso que debe comenzar a fines de enero en Astana, impulsado por Rusia e Irán, apoyos del régimen, y Turquía, sostén de los rebeldes.
En un comunicado publicado el lunes por la noche, estos grupos rebeldes acusaban al régimen de Bashar al Asad de quebrantar el alto el fuego, en vigor desde el 30 de diciembre.
Entre los grupos que firmaron el texto figuran los rebeldes islamistas Yaish al Islam y Faylaq al Rahman, presentes en Damasco, así como el grupo Sultan Murad, apoyado por Turquía, y Yaish al Issa, activo en la provincia de Hama (centro).
Entretanto al menos 25 miembros del grupo Frente Fateh as-Sham("Conquista de Siria" en árabe, antiguo frente An Nusra), entre ellos varios jefes, murieron el martes en un ataque aéreo, según el OSDH.
El OSDH añadió que el ataque contra el Frente Fateh as-Sham tuvo como objetivo "una de las sedes más importantes del grupo" en Siria, pero no pudo precisar quien lo hizo, si la coalición internacional dirigida por Estados Unidos o Rusia y su aliado sirio.
"Al menos 25 miembros (del grupo) entre ellos sus jefes murieron en la localidad de Sarmada, donde se encontraban en una reunión", indicó a la AFP el director de la OSDH, Rami Abdel Rahmane.
El Frente Fateh as-Sham acusó a la coalición internacional de haber realizado el ataque, y se refirió a "más de 20 muertos", en un mensaje en la aplicación criptada Telegram.
Según un corresponsal de la AFP, varios bombardeos tuvieron como objetivo otros sitios en Sarmada, entre ellos una presa en poder del Frente Fateh as-Sham.
Esta organización yihadista está por fuera de la tregua en vigor en Siria desde el jueves y que es apadrinada por Rusia, aliada del régimen sirio, y Turquía, apoyo de los insurgentes.
La provincia de Idleb se encuentra en gran parte en manos de Fateh as-Sham y grupos rebeldes aliados suyos.
La ofensiva de las fuerzas del régimen, apoyada por combatientes del movimiento libanés Hezbolá, continuaba el martes en Wadi Baradi, región controlada por los rebeldes a 15 km de Damasco, según el OSDH.
Este sector es estratégico ya que alberga las principales fuentes de suministro en agua potable para los cuatro millones de habitantes de la capital y sus alrededores.
Según el OSDH, las tropas del régimen utilizan helicópteros y realizan disparos de artillería. El lunes avanzaron hasta las inmediaciones de Ain al Fige, una importante fuente de agua.
El gobierno sirio acusa a los rebeldes de dañar las infraestructuras, en particular "contaminando con diésel" las reservas de agua y cortando la red de aprovisionamiento hacia Damasco.
Los rebeldes responden que son los bombardeos los que dañan las instalaciones, perturbando el suministro desde el 22 de diciembre.
El director de la OSDH Rami Abdel Rahman afirmó que la tregua está en una "fase crítica" y amenaza con "desmoronarse" totalmente si Rusia y Turquía no intervienen para rescatarla.
El OSDH dio cuenta de otras violaciones a la tregua en Siria, en particular ataques aéreos contra Jan Seijun, en la provincia de Idleb que está en gran parte controlada por los rebeldes.
Rusia, que obra en la primera línea, obtuvo el sábado un apoyo de compromiso del Consejo de Seguridad de la ONU a su plan de paz.
En plena transición política antes de la asunción de Donald Trump, Estados Unidos, que respalda a la oposición al régimen de Asad, no fue asociado a esta iniciativa, por primera vez desde el inicio de la guerra en marzo en 2011.
En cambio, es la primera vez que Turquía, que se acercó a Rusia, participa de un acuerdo.
Las negociaciones de Astana precederán negociaciones previstas en febrero en Ginebra.
En el pasado, ningún diálogo intersirio permitió dar inicio a un proceso de resolución del conflicto que dejó más de 310.000 muertos y millones de desplazados.
En un comunicado publicado el lunes por la noche, estos grupos rebeldes acusaban al régimen de Bashar al Asad de quebrantar el alto el fuego, en vigor desde el 30 de diciembre.
Entre los grupos que firmaron el texto figuran los rebeldes islamistas Yaish al Islam y Faylaq al Rahman, presentes en Damasco, así como el grupo Sultan Murad, apoyado por Turquía, y Yaish al Issa, activo en la provincia de Hama (centro).
-- Matan en bombardeo a jefes de ex filial de Al Qaida --
Entretanto al menos 25 miembros del grupo Frente Fateh as-Sham("Conquista de Siria" en árabe, antiguo frente An Nusra), entre ellos varios jefes, murieron el martes en un ataque aéreo, según el OSDH.
El OSDH añadió que el ataque contra el Frente Fateh as-Sham tuvo como objetivo "una de las sedes más importantes del grupo" en Siria, pero no pudo precisar quien lo hizo, si la coalición internacional dirigida por Estados Unidos o Rusia y su aliado sirio.
"Al menos 25 miembros (del grupo) entre ellos sus jefes murieron en la localidad de Sarmada, donde se encontraban en una reunión", indicó a la AFP el director de la OSDH, Rami Abdel Rahmane.
El Frente Fateh as-Sham acusó a la coalición internacional de haber realizado el ataque, y se refirió a "más de 20 muertos", en un mensaje en la aplicación criptada Telegram.
Según un corresponsal de la AFP, varios bombardeos tuvieron como objetivo otros sitios en Sarmada, entre ellos una presa en poder del Frente Fateh as-Sham.
Esta organización yihadista está por fuera de la tregua en vigor en Siria desde el jueves y que es apadrinada por Rusia, aliada del régimen sirio, y Turquía, apoyo de los insurgentes.
La provincia de Idleb se encuentra en gran parte en manos de Fateh as-Sham y grupos rebeldes aliados suyos.
La ofensiva de las fuerzas del régimen, apoyada por combatientes del movimiento libanés Hezbolá, continuaba el martes en Wadi Baradi, región controlada por los rebeldes a 15 km de Damasco, según el OSDH.
Este sector es estratégico ya que alberga las principales fuentes de suministro en agua potable para los cuatro millones de habitantes de la capital y sus alrededores.
Según el OSDH, las tropas del régimen utilizan helicópteros y realizan disparos de artillería. El lunes avanzaron hasta las inmediaciones de Ain al Fige, una importante fuente de agua.
El gobierno sirio acusa a los rebeldes de dañar las infraestructuras, en particular "contaminando con diésel" las reservas de agua y cortando la red de aprovisionamiento hacia Damasco.
Los rebeldes responden que son los bombardeos los que dañan las instalaciones, perturbando el suministro desde el 22 de diciembre.
- 'Fase crítica' -
El director de la OSDH Rami Abdel Rahman afirmó que la tregua está en una "fase crítica" y amenaza con "desmoronarse" totalmente si Rusia y Turquía no intervienen para rescatarla.
El OSDH dio cuenta de otras violaciones a la tregua en Siria, en particular ataques aéreos contra Jan Seijun, en la provincia de Idleb que está en gran parte controlada por los rebeldes.
Rusia, que obra en la primera línea, obtuvo el sábado un apoyo de compromiso del Consejo de Seguridad de la ONU a su plan de paz.
En plena transición política antes de la asunción de Donald Trump, Estados Unidos, que respalda a la oposición al régimen de Asad, no fue asociado a esta iniciativa, por primera vez desde el inicio de la guerra en marzo en 2011.
En cambio, es la primera vez que Turquía, que se acercó a Rusia, participa de un acuerdo.
Las negociaciones de Astana precederán negociaciones previstas en febrero en Ginebra.
En el pasado, ningún diálogo intersirio permitió dar inicio a un proceso de resolución del conflicto que dejó más de 310.000 muertos y millones de desplazados.