LA PAZ, (AFP) - La iniciativa privada cuenta con el apoyo del gobierno del presidente Evo Morales, quien forjó su liderazgo como dirigente de los cultivadores de coca en la zona del Chapare, en el centro del país.
"Esta es una iniciativa privada que se está trabajando para ser una alternativa de producción en Bolivia, es una iniciativa muy saludable, porque tiene que ver con la industrialización y comercialización de la hoja de coca", afirmó el viceministro Vásquez, durante un acto público realizado en La Paz.
La "Coca Colla" es distribuida como "energizante" en botellas de plástico de medio litro, a un precio de 10 bolivianos (1,4 dólares) por unidad.
Este lunes -de acuerdo al reporte- comenzaron a distribuirse en mercados al menudeo unas 12.000 botellas.
Bolivia cuenta -según datos de las Naciones Unidas- con más de 30.500 hectáreas de coca, mientras una ley local establece que sólo son consideradas legales unas 12.000 para usos tradicionales, como masticación, infusión y rituales religiosos andinos.
El gobierno de Morales anunció varias veces su intención de desarrollar políticas de industrialización de la coca excedente, para evitar su uso en la fabricación de cocaína, aunque los planes van lentos.
"Esta es una iniciativa privada que se está trabajando para ser una alternativa de producción en Bolivia, es una iniciativa muy saludable, porque tiene que ver con la industrialización y comercialización de la hoja de coca", afirmó el viceministro Vásquez, durante un acto público realizado en La Paz.
La "Coca Colla" es distribuida como "energizante" en botellas de plástico de medio litro, a un precio de 10 bolivianos (1,4 dólares) por unidad.
Este lunes -de acuerdo al reporte- comenzaron a distribuirse en mercados al menudeo unas 12.000 botellas.
Bolivia cuenta -según datos de las Naciones Unidas- con más de 30.500 hectáreas de coca, mientras una ley local establece que sólo son consideradas legales unas 12.000 para usos tradicionales, como masticación, infusión y rituales religiosos andinos.
El gobierno de Morales anunció varias veces su intención de desarrollar políticas de industrialización de la coca excedente, para evitar su uso en la fabricación de cocaína, aunque los planes van lentos.