Amir Mirzai Hekmati
"El representante de la fiscalía recalcó la cooperación de Hekmati con el hostil gobierno de Estados Unidos y los servicios de espionaje estadounidenses de la CIA", agregó la agencia.
"Me engañaron los servicios secretos estadounidenses", declaró por su parte el acusado, indicó Fars. Hekmati podría ser condenado a muerte, que es la pena máxima por espionaje en Irán.
"Si bien entré en Irán con la misión de infiltrar a los servicios secretos iraníes, para luego convertirme en fuente de información de la CIA, yo no quería perjudicar a Irán porque tenía la intención de quedarme a vivir en este país y de no regresar a Estados Unidos", agregó.
En ese testimonio, Hekmati dijo que mantuvo "una primer reunión con la CIA en 2009. Luego, pasé por varias otras entrevistas y un curso de entrenamiento de cinco meses (...) antes de ser enviado a Irak, donde pasé nueve meses".
Luego de Irak, "fui contactado por la CIA y tuve varias entrevistas en un hotel en Washington. Ellos me pidieron que transmitiera informaciones y que me pagarían", dijo, precisando que le habían prometido "500.000 dólares" por ese trabajo.
De la CIA recibió la orientación de presentarse como un "soldado estadounidense descontento con la política de Estados Unidos llegado para pasar informaciones" a Irán.
"Yo no pensaba que sería detenido", declaró.
Posteriormente, el abogado de Hekmati criticó el acta de acusación, según Fars.
Estados Unidos rechaza las acusaciones contra Hekmati y reclama su inmediata liberación.
A su vez, el gobierno de Teheran negó una visita consular del personal de la embajada suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.
La televisión estatal iraní había difundido las confesiones de Hekmati, detallando su recorrido y las circunstancias de su detención.
El joven, bien afeitado y de apariencia oriental, habla farsi con fluencia en el video así como inglés con acento estadounidense, y según la televisión estatal iraní también habla árabe.
Varias fotos de Hekmati también han sido divulgadas; en algunas aparece en uniforme militar y en otras con ropas tradicionales árabes.
Hekmati fue identificado por los servicios de inteligencia iraníes cuando recibía entrenamiento en la base estadounidense de Bagram, en Afganistán, y detenido al momento de su ingreso en Irán, informaron las autoridades iraníes, sin precisar la fecha ni las circunstancias de ese arresto.
Teherán anuncia regularmente la detención de "espías" o de "saboteadores" a sueldo de Estados Unidos o Israel, pero las autoridades ofrecen muy pocos datos precisos sobre los cargos en su contra.
"Me engañaron los servicios secretos estadounidenses", declaró por su parte el acusado, indicó Fars. Hekmati podría ser condenado a muerte, que es la pena máxima por espionaje en Irán.
"Si bien entré en Irán con la misión de infiltrar a los servicios secretos iraníes, para luego convertirme en fuente de información de la CIA, yo no quería perjudicar a Irán porque tenía la intención de quedarme a vivir en este país y de no regresar a Estados Unidos", agregó.
En ese testimonio, Hekmati dijo que mantuvo "una primer reunión con la CIA en 2009. Luego, pasé por varias otras entrevistas y un curso de entrenamiento de cinco meses (...) antes de ser enviado a Irak, donde pasé nueve meses".
Luego de Irak, "fui contactado por la CIA y tuve varias entrevistas en un hotel en Washington. Ellos me pidieron que transmitiera informaciones y que me pagarían", dijo, precisando que le habían prometido "500.000 dólares" por ese trabajo.
De la CIA recibió la orientación de presentarse como un "soldado estadounidense descontento con la política de Estados Unidos llegado para pasar informaciones" a Irán.
"Yo no pensaba que sería detenido", declaró.
Posteriormente, el abogado de Hekmati criticó el acta de acusación, según Fars.
Estados Unidos rechaza las acusaciones contra Hekmati y reclama su inmediata liberación.
A su vez, el gobierno de Teheran negó una visita consular del personal de la embajada suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.
La televisión estatal iraní había difundido las confesiones de Hekmati, detallando su recorrido y las circunstancias de su detención.
El joven, bien afeitado y de apariencia oriental, habla farsi con fluencia en el video así como inglés con acento estadounidense, y según la televisión estatal iraní también habla árabe.
Varias fotos de Hekmati también han sido divulgadas; en algunas aparece en uniforme militar y en otras con ropas tradicionales árabes.
Hekmati fue identificado por los servicios de inteligencia iraníes cuando recibía entrenamiento en la base estadounidense de Bagram, en Afganistán, y detenido al momento de su ingreso en Irán, informaron las autoridades iraníes, sin precisar la fecha ni las circunstancias de ese arresto.
Teherán anuncia regularmente la detención de "espías" o de "saboteadores" a sueldo de Estados Unidos o Israel, pero las autoridades ofrecen muy pocos datos precisos sobre los cargos en su contra.