Paul Ríos, coordinador de Lokarri, a la izquierda, recibe a Kofi Annan.
El primero en llegar al lugar de la reunión, el Palacio Aiete de esta ciudad costera vasca, fue ex el secretario general de la ONU Kofi Annan, al que siguieron los ex primeros ministros de Noruega Gro Harlem Brundtland y de Irlanda Bertie Ahern.
Poco después lo hicieron el ex ministro francés de Interior Pierre Joxe y Jonathan Powell, que fue el principal negociador del gobierno británico en el proceso de paz con el IRA en Irlanda del Norte.
Les había precedido Gerry Adams, líder del partido nacionalista norirlandés Sinn Féin.
Esta conferencia constituye "una etapa muy, muy significativa", había declarado Adams pocas horas antes a la radio irlandesa RTE, recordando que el conflicto vasco ha estado marcado en el pasado por "falsas esperanzas".
En septiembre de 1998 ETA decretó una tregua que terminó al cabo de 14 meses y en marzo de 2006 otra que también fracasó nueve meses más tarde.
Adams consideró que ahora tanto ETA como el gobierno español deben responder "de forma significativa" e insistió en "la necesidad de que todas las partes opten por la vía del diálogo" para poner fin a más de 40 años de lucha armada de la organización independentista vasca.
Los negociadores internacionales se reunirán durante la tarde con miembros de la política y la sociedad vasca.
Al término de la Conferencia harán pública una declaración en la que presumiblemente deben pedir a la organización armada independentista vasca que anuncie el fin definitivo de los atentados.
"Esperamos y vamos a solicitar a todos los aquí presentes una exigencia de que ETA deje inmediatamente las armas", declaró a los periodistas el socialista vasco Carlos Totorika, subrayando que el País Vasco "es el último lugar en Europa donde una banda terrorista impide la libertad de los ciudadanos".
Considerada organización terrorista por la Unión Europea y por Estados Unidos, ETA es responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco.
Muy debilitada por los duros golpes policiales, lleva desde agosto de 2009 sin cometer atentados en territorio español. El 10 de enero anunció un alto el fuego permanente, general y verificable por la comunidad internacional, sin embargo, no ha mencionado hasta ahora una posible entrega de armas o disolución.
Poco después lo hicieron el ex ministro francés de Interior Pierre Joxe y Jonathan Powell, que fue el principal negociador del gobierno británico en el proceso de paz con el IRA en Irlanda del Norte.
Les había precedido Gerry Adams, líder del partido nacionalista norirlandés Sinn Féin.
Esta conferencia constituye "una etapa muy, muy significativa", había declarado Adams pocas horas antes a la radio irlandesa RTE, recordando que el conflicto vasco ha estado marcado en el pasado por "falsas esperanzas".
En septiembre de 1998 ETA decretó una tregua que terminó al cabo de 14 meses y en marzo de 2006 otra que también fracasó nueve meses más tarde.
Adams consideró que ahora tanto ETA como el gobierno español deben responder "de forma significativa" e insistió en "la necesidad de que todas las partes opten por la vía del diálogo" para poner fin a más de 40 años de lucha armada de la organización independentista vasca.
Los negociadores internacionales se reunirán durante la tarde con miembros de la política y la sociedad vasca.
Al término de la Conferencia harán pública una declaración en la que presumiblemente deben pedir a la organización armada independentista vasca que anuncie el fin definitivo de los atentados.
"Esperamos y vamos a solicitar a todos los aquí presentes una exigencia de que ETA deje inmediatamente las armas", declaró a los periodistas el socialista vasco Carlos Totorika, subrayando que el País Vasco "es el último lugar en Europa donde una banda terrorista impide la libertad de los ciudadanos".
Considerada organización terrorista por la Unión Europea y por Estados Unidos, ETA es responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco.
Muy debilitada por los duros golpes policiales, lleva desde agosto de 2009 sin cometer atentados en territorio español. El 10 de enero anunció un alto el fuego permanente, general y verificable por la comunidad internacional, sin embargo, no ha mencionado hasta ahora una posible entrega de armas o disolución.