Con proyectos de áreas marinas protegidas (AMP) sobrevolando el evento, representantes de más de 50 países concretaron la 39º reunión consultiva del Tratado Antártico, en la que reafirmaron su compromiso de mantener la prohibición de la explotación minera en ese continente.
El “intercambio de información sobre cuestiones ambientales, las implicaciones del cambio climático para los planes de medio ambiente antártico, de protección y gestión de las áreas", y la conservación de recursos marinos, fueron los temas centrales de las reuniones cerradas al público, señala un escueto comunicado.
Expuesto a la pesca industrial, el mar antártico es centro de debate en el camino a sumar más AMP.
En esa línea, Argentina y Chile trabajan en un proyecto que busca crear una AMP en la Península Antártica con el fin de poner a salvo esa área particularmente expuesta a la pesca industrial de Krill - pequeño crustáceo, centro del ecosistema antártico - y al turismo que a ritmo lento pero constante suma adeptos cada año.
César Cárdenas, representante chileno en el comité científico que prepara el proyecto, explicó a la AFP que aún no están definidos ya que se están evaluando procesos ecológicos, zonas importantes para ciclos de vida y zonas de reproducción de especies para elaborar la propuesta final que sería presentada en un año.
En la apertura del evento la semana pasada, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, puso énfasis en la expansión del turismo en el continente y el tema fue otro de los animadores en las discusiones, según la misiva.
Según cifras entregadas a la AFP por la 0rganización de operadores turísticos en la Antártida, presentes en el foro, se estima que la temporada 2016-2017 cierre con unos 43.800 turistas, tras culminar la temporada anterior con poco más de 38.000 visitantes.
El Tratado Antártico firmado en Washington en 1959 por 12 Estados, incluidos Chile y Argentina, abrió un modelo único de administración que logra sobrevivir con el paso de los años.
El “intercambio de información sobre cuestiones ambientales, las implicaciones del cambio climático para los planes de medio ambiente antártico, de protección y gestión de las áreas", y la conservación de recursos marinos, fueron los temas centrales de las reuniones cerradas al público, señala un escueto comunicado.
Expuesto a la pesca industrial, el mar antártico es centro de debate en el camino a sumar más AMP.
En esa línea, Argentina y Chile trabajan en un proyecto que busca crear una AMP en la Península Antártica con el fin de poner a salvo esa área particularmente expuesta a la pesca industrial de Krill - pequeño crustáceo, centro del ecosistema antártico - y al turismo que a ritmo lento pero constante suma adeptos cada año.
César Cárdenas, representante chileno en el comité científico que prepara el proyecto, explicó a la AFP que aún no están definidos ya que se están evaluando procesos ecológicos, zonas importantes para ciclos de vida y zonas de reproducción de especies para elaborar la propuesta final que sería presentada en un año.
En la apertura del evento la semana pasada, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, puso énfasis en la expansión del turismo en el continente y el tema fue otro de los animadores en las discusiones, según la misiva.
Según cifras entregadas a la AFP por la 0rganización de operadores turísticos en la Antártida, presentes en el foro, se estima que la temporada 2016-2017 cierre con unos 43.800 turistas, tras culminar la temporada anterior con poco más de 38.000 visitantes.
El Tratado Antártico firmado en Washington en 1959 por 12 Estados, incluidos Chile y Argentina, abrió un modelo único de administración que logra sobrevivir con el paso de los años.