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Con el cabello gris recogido y su inconfundible movimiento de las manos cada vez más elegante, esta leyenda viva del flamenco baila, bate palmas y dirige a su compañía, horas antes del estreno el martes de su espectáculo en el Palacio de Congreso de París, anunciado como su "despedida".
"El Poema del Cante Jondo en el Café de Chinitas", inspirado de dos obras de Federico García Lorca, será quizá el "comienzo del adiós a las tablas" de la bailaora, pero no de la coreógrafa, que internacionalizó el flamenco y que está cada día más llena de planes y proyectos.
En "Café de Chinitas", que se presenta hasta el sábado, Hoyos interpreta a la vieja que tira las cartas y que inició en el amor a todos los chicos en el cabaret, donde resuena el rasqueo de las guitarras, el taconeo y el cante jondo que, según Lorca, es más profundo "que todos los pozos y los mares".
Cuando baila un Zorongo, los 65 años de la Hoyos se esfuman: sus movimientos de brazos y manos, ligeros, sobrios y elegantes, acaparan todas las miradas, pese al talento, juventud y belleza de las bailarinas de su compañía. Sus cabellos están canosos pero el fuego, la pasión, están intactos.
"El flamenco es un arte muy pasional. Es transmitir con el corazón sentimientos: el amor, el desamor, la pena, la alegría, la sensualidad", dice Hoyos en una entrevista con la AFP tras el ensayo en el que los 22 miembros de su compañía siguen con atención cada una de sus palabras e indicaciones.
"El flamenco es transmitir vida", resume la artista, que empezó a bailar en los patios de su Sevilla natal a los doce años y que a los 23 subyugó con su danza a Antonio Gades, que la convirtió en una estrella internacional con "Bodas de Sangre", filmada por el realizador español Carlos Saura.
Con sus ojos llenos de luz, la artista, que triunfó en la Opera de París en 1991 con "Sueños Flamencos", subrayó en la entrevista su inmensa admiración y amor por Lorca, y las afinidades que la unen con el poeta andaluz.
"García Lorca es una persona entrañable, alguien que conocía muy bien al pueblo (...) El fue un amante del flamenco", dijo, señalando que el poeta, que fue asesinado en agosto de 1936, había hasta organizado un concurso de flamenco, en 1922.
"Lorca componía cosas populares, pero no es fácil desarrollar sus textos", admitió. "Nosotros lo intentamos lo mejor posible, a través de nuestros movimientos, de nuestras miradas, de nuestra danza, para transmitirle al público todo aquello que él quería decir con sus textos".
Después de su despedida de París, Hoyos presentará en febrero en Madrid una zarzuela, "El Gato Montés", en la que ha colaborado con José Carlos Plaza, que creó la escenografía de "Café de Chinitas"-
Hoyos, que ha llevado el flamenco al mundo entero -en Japón, la bailaora es una diosa-, está preparando un espectáculo que llevará en gira por China en el 2012.
"Será un espectáculo lleno de color, porque a los chinos no les gusta mucho el cante jondo, que expresa penas, dolor, muerte. Prefieren la alegría, el brillo, el taconeo, las palmas", dijo Tina Hoyos, hija de Cristina y su productora.
Una primera parte del espectáculo que se estrenará en Pekín será sobre los orígenes del flamenco, dijo Cristina Hoyos, que indicó que ya no bailará en esa obra.
"Pero seguiré adelante hasta que el cuerpo aguante. Yo me voy a marchar como he llegado, despacito, y a compás, dejándole sitio a los jóvenes", concluyó la bailaora.
"El Poema del Cante Jondo en el Café de Chinitas", inspirado de dos obras de Federico García Lorca, será quizá el "comienzo del adiós a las tablas" de la bailaora, pero no de la coreógrafa, que internacionalizó el flamenco y que está cada día más llena de planes y proyectos.
En "Café de Chinitas", que se presenta hasta el sábado, Hoyos interpreta a la vieja que tira las cartas y que inició en el amor a todos los chicos en el cabaret, donde resuena el rasqueo de las guitarras, el taconeo y el cante jondo que, según Lorca, es más profundo "que todos los pozos y los mares".
Cuando baila un Zorongo, los 65 años de la Hoyos se esfuman: sus movimientos de brazos y manos, ligeros, sobrios y elegantes, acaparan todas las miradas, pese al talento, juventud y belleza de las bailarinas de su compañía. Sus cabellos están canosos pero el fuego, la pasión, están intactos.
"El flamenco es un arte muy pasional. Es transmitir con el corazón sentimientos: el amor, el desamor, la pena, la alegría, la sensualidad", dice Hoyos en una entrevista con la AFP tras el ensayo en el que los 22 miembros de su compañía siguen con atención cada una de sus palabras e indicaciones.
"El flamenco es transmitir vida", resume la artista, que empezó a bailar en los patios de su Sevilla natal a los doce años y que a los 23 subyugó con su danza a Antonio Gades, que la convirtió en una estrella internacional con "Bodas de Sangre", filmada por el realizador español Carlos Saura.
Con sus ojos llenos de luz, la artista, que triunfó en la Opera de París en 1991 con "Sueños Flamencos", subrayó en la entrevista su inmensa admiración y amor por Lorca, y las afinidades que la unen con el poeta andaluz.
"García Lorca es una persona entrañable, alguien que conocía muy bien al pueblo (...) El fue un amante del flamenco", dijo, señalando que el poeta, que fue asesinado en agosto de 1936, había hasta organizado un concurso de flamenco, en 1922.
"Lorca componía cosas populares, pero no es fácil desarrollar sus textos", admitió. "Nosotros lo intentamos lo mejor posible, a través de nuestros movimientos, de nuestras miradas, de nuestra danza, para transmitirle al público todo aquello que él quería decir con sus textos".
Después de su despedida de París, Hoyos presentará en febrero en Madrid una zarzuela, "El Gato Montés", en la que ha colaborado con José Carlos Plaza, que creó la escenografía de "Café de Chinitas"-
Hoyos, que ha llevado el flamenco al mundo entero -en Japón, la bailaora es una diosa-, está preparando un espectáculo que llevará en gira por China en el 2012.
"Será un espectáculo lleno de color, porque a los chinos no les gusta mucho el cante jondo, que expresa penas, dolor, muerte. Prefieren la alegría, el brillo, el taconeo, las palmas", dijo Tina Hoyos, hija de Cristina y su productora.
Una primera parte del espectáculo que se estrenará en Pekín será sobre los orígenes del flamenco, dijo Cristina Hoyos, que indicó que ya no bailará en esa obra.
"Pero seguiré adelante hasta que el cuerpo aguante. Yo me voy a marchar como he llegado, despacito, y a compás, dejándole sitio a los jóvenes", concluyó la bailaora.
