Cuatro Generales Liberados después de Cuatro Años de Detención Arbitraria


Cuatro generales libaneses que permanecieron detenidos durante casi cuatro años por el asesinato del primer ministro libanés Rafiq Hariri sin cargos o juicio fueron liberados el miércoles tras una decisión a tal efecto de un tribunal especial de la ONU.



Cuatro Generales Liberados después de Cuatro Años de Detención Arbitraria
Los cuatro fueron escoltados de forma separada desde la prisión de Rumieh, en las afueras de Beirut, en un convoy de vehículos después de que el juez del Tribunal Especial para el Líbano (TEL), con sede en La Haya, dijera que no había pruebas suficientes para acusarles. 

Ellos son el antiguo jefe de la Guardia Presidencial Mustafa Hamdan, el director de los Servicios de Seguridad Yamil Sayyed, el jefe de Seguridad Ali Hayy y el jefe de la Inteligencia Militar Raymond Azar.
Los cuatro generales fueron recibidos por sus familias, amigos y personas que les apoyaban con muestras de alegría y felicidad. Fueron organizadas fiestas cerca de sus hogares para celebrar la “victoria” representada por su puesta en libertad.

Un Cuento de Cuatro Generales y una “Revolución”

Con una velocidad record y con un trasfondo claramente político, el bloque del 14 de Marzo difundió acusaciones contra los cuatro oficiales detenidos y acusados de estar detrás del asesinato del antiguo primer ministro libanés Rafik Hariri en 2005. Su principal eslogan fue “abajo con el sistema de seguridad sirio-libanés.” 
Horas después del asesinato, fotos bien diseñadas de los cuatro oficiales con comentarios diferentes, pero unificados y bien organizados, fueron exhibidas durante manifestaciones “espontáneas” en las que los medios de comunicación del 14 de Marzo fueron mobilizados en contra de los cuatro oficiales de seguridad así como contra diversas figuras políticas y judiciales. 

Aunque las acusaciones nunca estuvieron ligadas a pruebas, el campo de la “Revolución de los Cedros” -un término que la entonces secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, acuñó para el movimiento del 14 de Marzo- había construido su “revolución” en base a eslóganes relucientes de libertad, soberanía e independencia y por supuesto sobre el “castigo a los culpables”, siempre escrito debajo de las fotos de los cuatro oficiales.  

Cuando parte de la opinión pública libanesa y de la mayor parte de la opinión internacional cayó bajo el mágico efecto de las banderas libanesas, los espíritus revolucionarios y los eslóganes anti-sirios y anti-iraníes, era tiempo de moverse a la segunda fase: la “Verdad.”  

El testigo clave en el caso Hariri, Mohamad Zuheir Siddiq, prestó falso testimonio ante el panel de investigación de la ONU, encabezado por Detlev Mehlis, que pidió al Poder Judicial libanés -después de que pequeños cambios fueran realizados en este órgano- que arrestara a los oficiales.  

“La Verdad” fue el eslógan que alimentó la campaña del 14 de Marzo. Sin embargo, éste fue el medio político para que los miembros del Qornet Shehwan y sus aliados consiguieran tantas ganancias políticas como fuera posible en el marco de la así llamada Revolución de los Cedros.  

Los cuatro oficiales fueron detenidos en base a este eslógan ficticio.  

Ellos pasaron cuatro años en confinamiento solitario y en duras condiciones sin ser acusados de cargos y sin juicio. Incluso Washington, el patrocinador de la Revolución de los Cedros, decribió la detención de los generales como arbitraria.

Estos altos oficiales son: 

El General Yamil Sayyed, antiguo jefe de la Seguridad General. Él sirvió durante 30 años en el Ejército libanés y otros siete en el aparato de la Seguridad General hasta el 5 de junio de 2005. 

El General Mustafa Hamdan, jefe de la Guardia Presidencial. Éste fue el único general, de los cuatro oficiales, que permaneció en su puesto tras el asesinato de Hariri.  

El General Ali Hayy, antiguo director general de las Fuerzas de Seguridad Interna. Fue nombrado al frente de este organismo en 2004. 

El general de brigada Raymond Azar, antiguo jefe de la Inteligencia Militar. Él raramente aparecía en público y tenía muy poca relación con los círculos políticos y mediáticos. 

Tras su liberación termina un largo y agotador periodo de engaños y distorsión de los hechos para sabotear la búsqueda de los auténticos asesinos del mártir Hariri, particularmente después de que este caso se politizara y desviara del curso verdadero y basado en hechos reales, que eventualmente debería conducir al descubrimiento de los asesinos y quizás a compensar a los cuatro oficiales que han perdido cuatro años de sus vidas tras los barrotes sin saber por qué.

Viernes, 1 de Mayo 2009
Al Manar, Líbano
           


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