Primera ficción del director argentino Jorge Leandro Colás, que viene de dirigir documentales como "Los pibes" (2015) y "Parador Retiro" (2008) -que ganó la competencia argentina del festival ese año-, "Barrefondo" es la historia de Tavo (Nahuel Viale), quien se gana la vida haciendo la limpieza de las piletas (piscinas) de las coquetas casas de barrios cerrados o "countries" en las afueras de Buenos Aires.
Acostumbrado a lidiar con la displicencia de sus adinerados dueños, Tavo se enfrenta a un dilema cuando un rufián de la zona (Sergio Boris) le propone pagarle a cambio de que lo informe acerca de las rutinas de cada casa para organizar mejor los asaltos de su banda.
Abrumado por los problemas económicos y aguijoneado permanentemente por su suegro, un ex policía que subestima su capacidad para mantener a su hija y el bebé que están esperando, Tavo termina cediendo a la necesidad con consecuencias imprevisibles.
"La trasposición es siempre un tema porque hay que tomar muchas decisiones", dijo hoy Bruzzone, que escribió el cuento y luego la novela basándose en parte en su propia experiencia, ya que sigue trabajando como piletero al margen de su carrera como escritor.
"Pero me gustó que la película hiciera su propio recorrido. Es la película de Jorge", apuntó el autor del libro de cuentos "76" y la novela "Los topos" y cofundador de la editorial Tamarisco, quien vio hoy la película por primera vez en su estreno en el festival.
Al igual que en sus dos películas anteriores –"Parador Retiro" se centraba en un refugio para personas sin techo en el barrio de Retiro, en Buenos Aires, y "Los pibes" en el universo del fútbol infantil, un salvavidas para más de una familia de bajos recursos-, en "Barrefondo" las tensiones de clase también están presentes.
Sin embargo, en el film de Colás no se salva nadie: ni los privilegiados vecinos ricos, que mandonean a Tavo y, sorprendentemente, siempre parecen tener problemas de liquidez cuando les toca pagarle por su trabajo, ni el propio protagonista, que cede a la tentación de un dinero supuestamente fácil a través del delito.
Colás asegura que salió corriendo a comprar la novela de Bruzzone apenas leyó la primera reseña. "Sabía que tenía cosas muy potentes, con una atmósfera realista pero a la vez muy enrarecida", dijo el director. "Me parecía muy interesante además que Félix volviera sobre ese cotidiano suyo, ya que nosotros, que veníamos del documental, podíamos aportar a esa atmósfera cierto realismo", agregó.
A la hora de llevar la novela de Bruzzone al cine, Colás eligió pivotar entre el thriller policial y esa atmósfera enrarecida que se crea cuando colisionan dos realidades muy distintas. "Podría haber sido una película más de atmósfera, con elementos de lo que se conoce como Nuevo Cine Argentino, pero también me interesaba esta otra pata que tiene que ver con el policial. Tratamos de equilibrar esas dos líneas", apuntó.
Si bien la novela original transcurre en el barrio de Don Torcuato, en la zona norte de las afueras de Buenos Aires, la película se terminó rodando en el partido de Esteban Echeverría, al sur de Buenos Aires, por cuestiones de producción.
"Yo sigo trabajando en la limpieza de piletas. En todo mi trabajo literario trabajo muchísimo sobre la experiencia", afirmó por su parte Bruzzone, quien dijo que quiso plasmar en su literatura los cambios sociales que había sufrido Don Torcuato, donde vive. "La explotación de esa veta policial que está en la novela era una posibilidad para la película y creo que está bien aprovechada", añadió.
"Barrefondo" no es la única película argentina basada en una obra literaria que se podrá ver en el Festival de Mar del Plata, ya que hoy también se presenta "El origen de la tristeza", de Oscar Frenkel, adaptación de la novela de mismo nombre del escritor argentino Pablo Ramos.
Acostumbrado a lidiar con la displicencia de sus adinerados dueños, Tavo se enfrenta a un dilema cuando un rufián de la zona (Sergio Boris) le propone pagarle a cambio de que lo informe acerca de las rutinas de cada casa para organizar mejor los asaltos de su banda.
Abrumado por los problemas económicos y aguijoneado permanentemente por su suegro, un ex policía que subestima su capacidad para mantener a su hija y el bebé que están esperando, Tavo termina cediendo a la necesidad con consecuencias imprevisibles.
"La trasposición es siempre un tema porque hay que tomar muchas decisiones", dijo hoy Bruzzone, que escribió el cuento y luego la novela basándose en parte en su propia experiencia, ya que sigue trabajando como piletero al margen de su carrera como escritor.
"Pero me gustó que la película hiciera su propio recorrido. Es la película de Jorge", apuntó el autor del libro de cuentos "76" y la novela "Los topos" y cofundador de la editorial Tamarisco, quien vio hoy la película por primera vez en su estreno en el festival.
Al igual que en sus dos películas anteriores –"Parador Retiro" se centraba en un refugio para personas sin techo en el barrio de Retiro, en Buenos Aires, y "Los pibes" en el universo del fútbol infantil, un salvavidas para más de una familia de bajos recursos-, en "Barrefondo" las tensiones de clase también están presentes.
Sin embargo, en el film de Colás no se salva nadie: ni los privilegiados vecinos ricos, que mandonean a Tavo y, sorprendentemente, siempre parecen tener problemas de liquidez cuando les toca pagarle por su trabajo, ni el propio protagonista, que cede a la tentación de un dinero supuestamente fácil a través del delito.
Colás asegura que salió corriendo a comprar la novela de Bruzzone apenas leyó la primera reseña. "Sabía que tenía cosas muy potentes, con una atmósfera realista pero a la vez muy enrarecida", dijo el director. "Me parecía muy interesante además que Félix volviera sobre ese cotidiano suyo, ya que nosotros, que veníamos del documental, podíamos aportar a esa atmósfera cierto realismo", agregó.
A la hora de llevar la novela de Bruzzone al cine, Colás eligió pivotar entre el thriller policial y esa atmósfera enrarecida que se crea cuando colisionan dos realidades muy distintas. "Podría haber sido una película más de atmósfera, con elementos de lo que se conoce como Nuevo Cine Argentino, pero también me interesaba esta otra pata que tiene que ver con el policial. Tratamos de equilibrar esas dos líneas", apuntó.
Si bien la novela original transcurre en el barrio de Don Torcuato, en la zona norte de las afueras de Buenos Aires, la película se terminó rodando en el partido de Esteban Echeverría, al sur de Buenos Aires, por cuestiones de producción.
"Yo sigo trabajando en la limpieza de piletas. En todo mi trabajo literario trabajo muchísimo sobre la experiencia", afirmó por su parte Bruzzone, quien dijo que quiso plasmar en su literatura los cambios sociales que había sufrido Don Torcuato, donde vive. "La explotación de esa veta policial que está en la novela era una posibilidad para la película y creo que está bien aprovechada", añadió.
"Barrefondo" no es la única película argentina basada en una obra literaria que se podrá ver en el Festival de Mar del Plata, ya que hoy también se presenta "El origen de la tristeza", de Oscar Frenkel, adaptación de la novela de mismo nombre del escritor argentino Pablo Ramos.