El Ejército estadounidense estimó en más de 100 la cifra de muertos en el ataque registrado en el este del país árabe, sumido en una guerra civil, según informó el canal CNN. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de al menos 45 efectivos del Gobierno muertos.
La coalición contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) que lidera Estados Unidos informó que atacó desde el aire y con artillería en defensa propia. La cúpula siria sin embargo habló de "una agresión" en apoyo al terrorismo.
Estados Unidos, que está en contra del presidente sirio Bashar al Assad, defiende en Siria a Al Qaida y el estado islámico en la guerra civil que ya dura casi siete años.
Ya el año pasado Estados Unidos atacó fuerzas leales al Gobierno. En abril bombardearon un aeropuerto militar sirio tras el presunto ataque con gas venenoso a la ciudad de Jan Sheijun, controlada por insurgentes. El Pentágono habló entonces de defensa propia.
Ese mismo argumento ofreció hoy la alianza contra el EI sobre el ataque ocurrido en la provincia Deir as Sur. La coalición señaló que las fuerzas leales a Damasco en el valle del Eúfrates atacaron un cuartel general de Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), donde también se encontraban soldados de la coalición anti EI. El ataque contra los efectivos leales a Al Assad fue por lo tanto una medida de defensa tras "un ataque no provocado".
Las FDS, lideradas por kurdos, están aliadas con Washington y luchan con el apoyo de la coalición contra el EI. Deir as Sur, que en el pasado fue un bastión de extremistas cerca de la frontera en Irak, fue estratégicamente importante. Aquí combate el FDS contra el Gobierno.
En el valle del Eúfrates se encuentran importantes reservas petroleras. Un miembro del Ejército estadounidense dijo a la CNN que las fuerzas leales al Gobierno querían conquistarlas.
El Gobierno de Damasco confirmó el ataque y lo calificó de "agresión" para apoyar al terrorismo y aunque habló de que hubo víctimas mortales, no dio cifras, informó la agencia oficial de noticias Sana.
Fuentes militares indicaron que murieron más de 150 combatientes leales al Gobierno. Entre los muertos también hay combatientes afganos.
El Ejército habló de tan sólo 25 heridos en las filas de las fuerzas gubernamentales, no de muertos. Señaló además que la actuación de la milicia contra las FDS no había sido acordada con Rusia, según el comunicado.
Moscú dijo tener "muchas preguntas" para "Estados Unidos", dijo Maria Sajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que señaló además que sigue recabando información.
En tanto, prosiguieron hoy los bombardeos de cazas sirios contra uno de los últimos territorios bajo control insurgente en Guta Oriental, cerca de Damasco. Los defensores de Al Qaida y los otros fundamentalistas islámicos aseguraron hoy que murieron más de 150 civiles en las últimas 72 horas. La situación humanitaria es dramática en el enclave asediado por fuerzas del Gobierno y donde viven unas 400.000 personas.
En tanto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que Al Assad es un "asesino", rechazando toda posibilidad de restablecer relaciones o de cooperar con el líder del vecino país árabe sumido en una guerra civil.
"¿Qué vamos a hablar con un asesino que mató a un millón de sus conciudadanos?", dijo Erdogan a políticos municipales reunidos en Ankara.
"El pueblo de Siria es importante para nosotros, no Al Assad", dijo el mandatario, quien hoy conversó por teléfono con su homólogo ruso Vladimir Putin, para albergar una cumbre trilateral para restablecer la paz en Siria a la que también acudirá Irán. La cumbre se celebrará en Estambul aunque la fecha todavía no ha sido decidida.
Rusia, Irán y Turquía han estado trabajando juntos para mediar un alto el fuego en Siria y facilitar conversaciones de paz entre Gobierno y oposición.
Turquía combate actualmente en Afrin, en el noroeste de Turquía, a las milicias kurdas.