Frente a una izquierda gobernante impopular y dividida, Fillon tiene buenas posibilidades, según las encuestas, de ganar las elecciones presidenciales del próximo año tras un duelo contra la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN) Marine Le Pen.
Fillon, de 62 años, se alzó en la segunda vuelta de estas primarias inéditas de la derecha francesa con 67% de los votos frente a 33% para el ex primer ministro Alain Juppé, de 71 años, tras el escrutinio de más de 9.000 de las cerca de 10.000 mesas electorales.
"Francia no soportó su declive. Quiere la verdad y quiere actos", declaró Fillon ante una multitud de simpatizantes que coreaba su nombre luego de que su rival, Alain Juppé lo felicitara por su "amplia victoria".
"La izquierda es el fracaso, la extrema derecha es la quiebra", declaró el candidato del partido de derecha Los Republicanos (LR) en una alocución retransmitida por televisión.
Fillon, quien fue el primer ministro del presidente Nicolas Sarkozy durante cinco años (2007-2012), propone un programa liberal en lo económico y muy conservador en lo social.
Promete aplicar una terapia de choque de tipo 'thatcheriana' para salvar a un país "al borde de la quiebra" con la supresión de 500.000 puestos de funcionarios y un recorte de 100.000 millones de euros al gasto público.
Católico devoto, defiende una visión tradicional de la familia y ha adoptado una línea dura contra el terrorismo yihadista, el islam y la migración que ha seducido al electorado más a la derecha en medio de una inquietud generalizada en Francia tras una oleada de atentados.
Se prevé que la participación de este domingo sea superior a los 4,3 millones de personas que acudieron a las urnas la semana pasada en la primera vuelta de las primarias.
"Dudé mucho", dijo a la AFP Solange, una profesora de 50 que vive en la ciudad de Rennes (oeste). "Pero voté por Fillon con el corazón, debido a mis raíces católicas. Estoy segura que suavizará su programa, pero es el único que puede modernizar a Francia", estimó.
François Fillon dio la sorpresa en la primera ronda, imponiéndose con 44% de los votos, 16 puntos por delante de Juppé, quien encabezó los sondeos durante meses.
Sarkozy, quien buscaba un segundo mandato tras su derrota en las presidenciales de 2012 frente al socialista François Hollande, quedó eliminado en la primera vuelta, superado por su discreto ex primer ministro, a quien solía llamar "Mr. Nobody".
Pese a una campaña ofensiva entre las dos vueltas, en las que denunció el programa "extremadamente brutal" de su rival y su visión "retrógrada" de la sociedad, Juppé no logró revertir la tendencia.
El proyecto "radical" de François Fillon, una mezcla de liberalismo 'thatcheriano' y de conservadurismo católico, sedujo al electorado.
Para el politólogo Jean-Yves Camus, Fillon, de cara a las presidenciales, tendrá "que adaptar ligeramente su programa para atraer a más electores (...) sobre todo en los temas socioeconómicos".
Además de Le Pen, Fillon se enfrentará en las elecciones presidenciales de abril próximo a un candidato socialista aún por designar.
El presidente socialista François Hollande, el mandatario más impopular de los últimos 60 años, debe anunciar si se presenta a un nuevo mandato antes del 15 de diciembre.
De acuerdo a los sondeos, Marine Le Pen encabezaría la primera vuelta de los comicios presidenciales del 23 de abril con alrededor del 30% de los votos, pero saldría derrotada en la segunda vuelta del 7 de mayo frente al candidato de la derecha.
Fillon, de 62 años, se alzó en la segunda vuelta de estas primarias inéditas de la derecha francesa con 67% de los votos frente a 33% para el ex primer ministro Alain Juppé, de 71 años, tras el escrutinio de más de 9.000 de las cerca de 10.000 mesas electorales.
"Francia no soportó su declive. Quiere la verdad y quiere actos", declaró Fillon ante una multitud de simpatizantes que coreaba su nombre luego de que su rival, Alain Juppé lo felicitara por su "amplia victoria".
"La izquierda es el fracaso, la extrema derecha es la quiebra", declaró el candidato del partido de derecha Los Republicanos (LR) en una alocución retransmitida por televisión.
Fillon, quien fue el primer ministro del presidente Nicolas Sarkozy durante cinco años (2007-2012), propone un programa liberal en lo económico y muy conservador en lo social.
Promete aplicar una terapia de choque de tipo 'thatcheriana' para salvar a un país "al borde de la quiebra" con la supresión de 500.000 puestos de funcionarios y un recorte de 100.000 millones de euros al gasto público.
Católico devoto, defiende una visión tradicional de la familia y ha adoptado una línea dura contra el terrorismo yihadista, el islam y la migración que ha seducido al electorado más a la derecha en medio de una inquietud generalizada en Francia tras una oleada de atentados.
Se prevé que la participación de este domingo sea superior a los 4,3 millones de personas que acudieron a las urnas la semana pasada en la primera vuelta de las primarias.
"Dudé mucho", dijo a la AFP Solange, una profesora de 50 que vive en la ciudad de Rennes (oeste). "Pero voté por Fillon con el corazón, debido a mis raíces católicas. Estoy segura que suavizará su programa, pero es el único que puede modernizar a Francia", estimó.
- Proyecto radical -
François Fillon dio la sorpresa en la primera ronda, imponiéndose con 44% de los votos, 16 puntos por delante de Juppé, quien encabezó los sondeos durante meses.
Sarkozy, quien buscaba un segundo mandato tras su derrota en las presidenciales de 2012 frente al socialista François Hollande, quedó eliminado en la primera vuelta, superado por su discreto ex primer ministro, a quien solía llamar "Mr. Nobody".
Pese a una campaña ofensiva entre las dos vueltas, en las que denunció el programa "extremadamente brutal" de su rival y su visión "retrógrada" de la sociedad, Juppé no logró revertir la tendencia.
El proyecto "radical" de François Fillon, una mezcla de liberalismo 'thatcheriano' y de conservadurismo católico, sedujo al electorado.
Para el politólogo Jean-Yves Camus, Fillon, de cara a las presidenciales, tendrá "que adaptar ligeramente su programa para atraer a más electores (...) sobre todo en los temas socioeconómicos".
Además de Le Pen, Fillon se enfrentará en las elecciones presidenciales de abril próximo a un candidato socialista aún por designar.
El presidente socialista François Hollande, el mandatario más impopular de los últimos 60 años, debe anunciar si se presenta a un nuevo mandato antes del 15 de diciembre.
De acuerdo a los sondeos, Marine Le Pen encabezaría la primera vuelta de los comicios presidenciales del 23 de abril con alrededor del 30% de los votos, pero saldría derrotada en la segunda vuelta del 7 de mayo frente al candidato de la derecha.