"Hemos decidido presentar nuestra renuncia al cargo de ministros en nuestras respectivas carteras", anunciaron en un comunicado los ministros de Finanzas Públicas, Julio Héctor Estrada; Gobernación (Interior), Francisco Rivas; y Trabajo, Leticia Teleguario.
A su vez, el Congreso resolvió hoy -en una junta de jefes de los distintos bloques parlamentarios- retomar la discusión sobre el retiro de la inmunidad al mandatario, un proceso que fue archivado por el Legislativo la semana pasada.
Los jefes de bloque decidieron incluir el tema como el punto inicial de la agenda de la sesión plenaria del jueves.
Morales estuvo este martes en Nueva York, participando en el debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y regresa el miércoles. Ese día, organizaciones sociales y académicas llamaron a un paro y a una marcha de protesta.
Una de las demandas del movimiento es la renuncia del mandatario y de 107 diputados, a los que acusan de apoyar un "pacto de impunidad".
En su discurso en la ONU, el presidente guatemalteco anunció que ha iniciado un proceso de "revisión de la interpretación y correcta aplicación del acuerdo de (creación) de CICIG" (Comisión Internacional Contra la Impunidad para Guatemala), creada en 2006 mediante un acuerdo entre Naciones Unidas y el Estado guatemalteco.
En su discurso ante la ONU el mandatario advirtió, con tono de reproche, que la comisión tiene límites: "La Constitución de Guatemala, las leyes de nuestro país y el acuerdo mismo de fundación y formación de la CICIG".
La CICIG, que ha llevado adelante importantes investigaciones contra la corrupción en Guatemala, como la que derivó en la salida del presidente Otto Pérez en 2015, acusó a Morales de financiamiento electoral ilícito durante la campaña electoral de ese año.
La comisión, que lleva a cabo las investigaciones junto al Ministerio Público (Fiscalía), pidió que se le retirara la inmunidad a Morales para investigarlo, pero esto fue rechazado por el Parlamento.
El descontento popular creció la semana pasada después de que, con 107 votos (de 158 posibles) el Parlamento aprobó reformas al código penal. Éstas incluían eximir de responsabilidad a los secretarios generales de los partidos políticos del delito de financiamiento electoral ilícito, el delito por el cual es investigado Morales.
Los tres ministros dimitentes dijeron que seguirán en sus funciones hasta que éstas sean aceptadas y designados los sucesores, una vez que Morales haya retornado al país.
"Hace tres semanas inició una crisis política que nos hizo reflexionar sobre la continuidad al frente de nuestros cargos dentro del Gabinete de Gobierno", dijeron en referencia a los hechos ocurridos el 27 de agosto, cuando el mandatario declaró non grato y ordenó la expulsión del jefe de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez.
En esa ocasión, la entonces ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, hija de la antropóloga guatemalteca Myrna Mack, asesinada por un agente de inteligencia del Ejército en 1991, fue la primera en romper con Morales al renunciar junto a su equipo de tres viceministros.
Estrada, Rivas y Teleguario agregaron: "En esa oportunidad, coincidimos que aún había espacio para continuar con los temas importantes para la población y que están bajo nuestra responsabilidad".
"Sin embargo, derivado de la evolución de los acontecimientos recientes en el país, somos del criterio que tales espacios de oportunidad para realizar nuestros programas de trabajo, se han cerrado rápidamente", añadieron.
Estrada es considerado uno de los ministros "clave" en la estructura del Gobierno de Morales, pues fue quien puso en orden las cuentas del Estado en 2016, tras la corrupción que caracterizó al Gobierno de Pérez (2012-2015), quien debió dimitir antes de concluir su mandato.
Rivas también es un ministro de alto desempeño, pues consiguió bajar los índices de criminalidad y muertes violentas, al mismo tiempo de conseguir resultados sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico.
Teleguario es una ministra indígena cuya participación dio un perfil incluyente y pluricultural al Gabinete de Morales.
A su vez, el Congreso resolvió hoy -en una junta de jefes de los distintos bloques parlamentarios- retomar la discusión sobre el retiro de la inmunidad al mandatario, un proceso que fue archivado por el Legislativo la semana pasada.
Los jefes de bloque decidieron incluir el tema como el punto inicial de la agenda de la sesión plenaria del jueves.
Morales estuvo este martes en Nueva York, participando en el debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y regresa el miércoles. Ese día, organizaciones sociales y académicas llamaron a un paro y a una marcha de protesta.
Una de las demandas del movimiento es la renuncia del mandatario y de 107 diputados, a los que acusan de apoyar un "pacto de impunidad".
En su discurso en la ONU, el presidente guatemalteco anunció que ha iniciado un proceso de "revisión de la interpretación y correcta aplicación del acuerdo de (creación) de CICIG" (Comisión Internacional Contra la Impunidad para Guatemala), creada en 2006 mediante un acuerdo entre Naciones Unidas y el Estado guatemalteco.
En su discurso ante la ONU el mandatario advirtió, con tono de reproche, que la comisión tiene límites: "La Constitución de Guatemala, las leyes de nuestro país y el acuerdo mismo de fundación y formación de la CICIG".
La CICIG, que ha llevado adelante importantes investigaciones contra la corrupción en Guatemala, como la que derivó en la salida del presidente Otto Pérez en 2015, acusó a Morales de financiamiento electoral ilícito durante la campaña electoral de ese año.
La comisión, que lleva a cabo las investigaciones junto al Ministerio Público (Fiscalía), pidió que se le retirara la inmunidad a Morales para investigarlo, pero esto fue rechazado por el Parlamento.
El descontento popular creció la semana pasada después de que, con 107 votos (de 158 posibles) el Parlamento aprobó reformas al código penal. Éstas incluían eximir de responsabilidad a los secretarios generales de los partidos políticos del delito de financiamiento electoral ilícito, el delito por el cual es investigado Morales.
Los tres ministros dimitentes dijeron que seguirán en sus funciones hasta que éstas sean aceptadas y designados los sucesores, una vez que Morales haya retornado al país.
"Hace tres semanas inició una crisis política que nos hizo reflexionar sobre la continuidad al frente de nuestros cargos dentro del Gabinete de Gobierno", dijeron en referencia a los hechos ocurridos el 27 de agosto, cuando el mandatario declaró non grato y ordenó la expulsión del jefe de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez.
En esa ocasión, la entonces ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, hija de la antropóloga guatemalteca Myrna Mack, asesinada por un agente de inteligencia del Ejército en 1991, fue la primera en romper con Morales al renunciar junto a su equipo de tres viceministros.
Estrada, Rivas y Teleguario agregaron: "En esa oportunidad, coincidimos que aún había espacio para continuar con los temas importantes para la población y que están bajo nuestra responsabilidad".
"Sin embargo, derivado de la evolución de los acontecimientos recientes en el país, somos del criterio que tales espacios de oportunidad para realizar nuestros programas de trabajo, se han cerrado rápidamente", añadieron.
Estrada es considerado uno de los ministros "clave" en la estructura del Gobierno de Morales, pues fue quien puso en orden las cuentas del Estado en 2016, tras la corrupción que caracterizó al Gobierno de Pérez (2012-2015), quien debió dimitir antes de concluir su mandato.
Rivas también es un ministro de alto desempeño, pues consiguió bajar los índices de criminalidad y muertes violentas, al mismo tiempo de conseguir resultados sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico.
Teleguario es una ministra indígena cuya participación dio un perfil incluyente y pluricultural al Gabinete de Morales.