Documental retrata tráfico de personas con fines sexuales en América Latina


MÉXICO. - Cineastas chilenos, mexicanos y estadounidenses recorrieron América Latina durante cuatro meses para investigar la trata de mujeres y niños con fines de explotación sexual en la región, una realidad plasmada en el documental "Volviendo", presentado esta semana en México.



Documental retrata tráfico de personas con fines sexuales en América Latina
"Con este documental pretendemos hacer conciencia, prevenir y educar a una población que realmente no tiene idea de lo que es el concepto de trata incluso", explicó a la AFP el chileno Diego Traverso, uno de los codirectores de la película.
Traverso recorrió junto con otros 13 colegas de Chile, Estados Unidos y México, 14 países de la región, desde El Paso, en la frontera mexicano-estadounidense, hasta Argentina.
Un grupo circense les sirvió de pantalla, con el propósito de recabar información para una película de ficción sobre una víctima de trata, que esperan rodar en los próximos meses.
Al llegar a una localidad -visitaron más de 90-, "el circo se armaba, tenía sus representaciones. Nosotros nos dividíamos en dos o tres equipos y nos íbamos a los antros, hacíamos una investigación desde el antro, y cada antro te va dando un dato", relató Traverso.
Así recogieron testimonios de víctimas, sobrevivientes y miembros de organizaciones de defensa de los derechos humanos. También grabaron con cámara oculta a proxenetas y locales donde se ejerce la prostitución.
Con todo ello trazaron un cuadro de un fenómeno que, consideran, no está lo suficientemente atendido por las autoridades de la región.
La idea de hacer la película surgió en 2008, cuando Traverso y los estadounidenses Brittany Lefebvre y Phillip Abraham decidieron crear la productora In Dependence Studios y empezar con un film sobre alguna injusticia que afectara al continente.
Eligieron la trata de blancas inspirados en el caso de Marita Verón, una joven argentina secuestrada por una red de explotación sexual, cuya madre, Susana Trimarca, lleva diez años intentando encontrarla y cuya heróica búsqueda ya llevó a la justicia a proxenetas y logró la liberación de varias mujeres.
"Comenzamos a investigar y empezamos a ver que no había estadísticas reales, que las estadísticas eran del año '80, que no había leyes efectivas en contra de la trata en la mayoría de los países de Latinoamérica", explica Traverso.
-- De Argentina a Europa y de Colombia a Japón --
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Durante su viaje encontraron algunos patrones comunes, como el hecho de que todas las sobrevivientes entrevistadas habían sufrido situaciones de abuso dentro de la familia o de la iglesia.
"Muchas de las chavas nos decían: 'Yo iba a una iglesia y el pastor o el obispo me abusaba'", explica el cineasta chileno.
Entre las situaciones vividas durante su viaje, Traverso recuerda cuando fueron llevados en auto con los ojos vendados a una mansión donde se ofrecían servicios sexuales de niñas de 14 años, o cuando en Ciudad de México encontraron un sitio similar en plena Zona Rosa, un céntrico barrio frecuentado por turistas.
Los testimonios les permitieron reconstruir una red que lleva mujeres desde Argentina a Europa pasando por Estados Unidos; y ver que en Colombia opera otra que las traslada a Japón pasando por la capital mexicana, por Amsterdam o por España, con el objeto de borrar el rastro para quien quiera seguirlas.
"En Japón hay más de 4.000 colombianas siendo prostituidas", asegura Traverso, que también cita datos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, según los cuales 50.000 de las mujeres víctimas de trata en ese país (un 25% del total), son latinas.
También encontraron que Colombia es uno de los lugares más "abiertos culturalmente a que las chavas (menores de edad) se prostituyan", o que en Panamá, la legalización de esta actividad ha ayudado a los tratantes y proxenetas a disimular su actividad criminal.
Los testimonios también revelaron que en Centroamérica, las maras secuestran a las migrantes para extorsionar a sus familias y luego las venden por 200 o 300 dólares. Y que, en México, la inmensa mayoría de las inmigrantes indocumentadas que llegan de Centroamérica con destino a Estados Unidos no alcanza la frontera de ese país.
"La trata de personas no tiene fronteras. Pagando, todo ocurre. Primero tendríamos que tener un marco que permita perseguir internacionalmente esto. Es muy fácil para ellos moverse", lamenta Traverso.
Jueves, 16 de Agosto 2012
AFP (Agencia France-Presse)
           


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