En horas de la tarde, los extremistas de derecha fueron escoltados por cientos de policías desde el metro hasta el lugar de la manifestación frente a la Casa Blanca, según pudo verse en imágenes de televisión.
Escasos en número, según los medios locales, los manifestantes fueron rodeados por miles de personas que rechazaron la iniciativa.
Ambos grupos fueron mantenidos a distancia por la Policía, que se había preparado durante semanas para impedir cualquier enfrentamiento durante la jornada.
Las autoridades habían aprobado un evento de dos horas de duración para esta noche frente a la Casa Blanca. Del permiso se desprende que los organizadores esperaban de 100 a 400 participantes.
Los participantes de la contramarcha llevaban pancartas con inscripciones como "Deporten a los nazis", "La supremacía blanca es terrorismo", "No a los nazis, no al KKK (el racista Ku Klux Klan), no a un Estados Unidos fascista".
"Nos levantamos contra la derecha", dijo el manifestante David Barrows, de 71 años. Refiriéndose al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había condenado "todos los tipos de racismo y hechos de violencia" en Twitter, Barrows aseveró: "Miente". El manifestante llevaba una camiseta en la que se leía: "Trump es un cerdo racista".
"Los disturbios en Charlottesville hace un año llevaron a la muerte y a la división sin sentido", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
En la primera manifestación "Unamos a la derecha" organizada por supremacistas blancos el 12 de agosto del año pasado en Charlottesville se produjeron graves incidentes. Un extremista de derecha lanzó su coche contra un grupo de manifestantes opositores. Una mujer de 32 años, Heather Heyer, falleció y varias personas resultaron heridas.
La localidad de 50.000 habitantes en el estado de Virginia pasó a simbolizar la violencia de extrema derecha en Estados Unidos.
Trump responsabilizó luego a ambas partes por la violencia, lo que desató indignación. Algunas críticas lo acusaron de no distanciarse lo suficiente de la violencia de la extrema derecha.
El mandatario señaló el sábado: "Tenemos que unirnos como nación. Condeno todos los tipos de racismo y hechos de violencia. Paz para TODOS los estadounidenses". En un segundo tuit, añadió: "Nunca dejaré de luchar por TODOS los estadounidenses!".
Escasos en número, según los medios locales, los manifestantes fueron rodeados por miles de personas que rechazaron la iniciativa.
Ambos grupos fueron mantenidos a distancia por la Policía, que se había preparado durante semanas para impedir cualquier enfrentamiento durante la jornada.
Las autoridades habían aprobado un evento de dos horas de duración para esta noche frente a la Casa Blanca. Del permiso se desprende que los organizadores esperaban de 100 a 400 participantes.
Los participantes de la contramarcha llevaban pancartas con inscripciones como "Deporten a los nazis", "La supremacía blanca es terrorismo", "No a los nazis, no al KKK (el racista Ku Klux Klan), no a un Estados Unidos fascista".
"Nos levantamos contra la derecha", dijo el manifestante David Barrows, de 71 años. Refiriéndose al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había condenado "todos los tipos de racismo y hechos de violencia" en Twitter, Barrows aseveró: "Miente". El manifestante llevaba una camiseta en la que se leía: "Trump es un cerdo racista".
"Los disturbios en Charlottesville hace un año llevaron a la muerte y a la división sin sentido", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
En la primera manifestación "Unamos a la derecha" organizada por supremacistas blancos el 12 de agosto del año pasado en Charlottesville se produjeron graves incidentes. Un extremista de derecha lanzó su coche contra un grupo de manifestantes opositores. Una mujer de 32 años, Heather Heyer, falleció y varias personas resultaron heridas.
La localidad de 50.000 habitantes en el estado de Virginia pasó a simbolizar la violencia de extrema derecha en Estados Unidos.
Trump responsabilizó luego a ambas partes por la violencia, lo que desató indignación. Algunas críticas lo acusaron de no distanciarse lo suficiente de la violencia de la extrema derecha.
El mandatario señaló el sábado: "Tenemos que unirnos como nación. Condeno todos los tipos de racismo y hechos de violencia. Paz para TODOS los estadounidenses". En un segundo tuit, añadió: "Nunca dejaré de luchar por TODOS los estadounidenses!".