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Política
Una fábrica de acero en Alemania
El presidente Donald Trump había aprobado el 8 de marzo la imposición de aranceles de un 25 por ciento a la importación de acero y de un 10 por ciento a la de aluminio, medida que entrará en vigor este viernes.
Sin embargo, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, anunció hoy durante una audiencia en la comisión de finanzas del Senado que Trump decidió finalmente "pausar la imposición de aranceles" mientras negocia con una "lista" de países.
"Tenemos a Europa, tenemos a Australia, tenemos a Argentina, tenemos a Brasil, ¿de quién me olvido? Y obviamente Corea del Sur, donde estamos negociando, por supuesto", dijo Lighthizer.
En la Casa Blanca, Trump dijo que "muchos países están llamando a negociar mejores acuerdos comerciales porque no quieren tener que pagar los aranceles al acero y aluminio".
México y Canadá quedarán inicialmente excluidos de la medida porque el Gobierno de Trump espera poder obtener concesiones de ambos países en la renegocación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés).
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, celebró la decisión. "En caso de que se confirme oficialmente, es sin duda una noticia que va en la dirección correcta", dijo.
La UE y Estados Unidos son dos caras de la misma moneda, agregó, y Europa no representa ningún peligro para Estados Unidos. Además, indicó que el problema de la sobrecapacidad de acero radica en China.
También el Gobierno alemán elogió la decisión. "Recibimos con alivio el anuncio del Gobierno de Estados Unidos de no imponer ningún arancel a la Unión Europea en primera instancia", dijo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, quien afirmó que el proteccionismo es el "camino equivocado".
Trump presentó además hoy un paquete de medidas contra China con las que pretende mejorar la protección de los derechos de propiedad intelectual de productores estadounidenses.
Los aranceles sobre una amplia gama de importaciones procedentes de China tienen por objetivo "compensar los beneficios que los chinos han recibido mediante sus prácticas comerciales desleales", explicó Everett Eissenstat, subdirector del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos.
Trump ordenó el año pasado una investigación, que se prolongó durante siete meses, sobre prácticas chinas como obligar a empresas estadounidenses a aceptar participaciones minoritarias de otras compañías para poder operar en China.
Por su parte, el principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo que las restricciones impuestas por China a las participaciones de empresas extranjeras en este país obligan a las compañías estadounidenses a transferir tecnologías que al final ayudarían a los competidores chinos.
Con la imposición de los aranceles, en un plazo no mayor de 60 días, Estados Unidos está "defendiéndose estratégicamente" de la "agresión económica de China", afirmó Navarro ante la prensa.
Antes de oficializarse el paquete de medidas, China había alertado del peligro de una guerra comercial y llamó al resto de países a "permanecer firmes" ante las medidas proteccionistas de Washington.
"Como no parece que Estados Unidos vaya a corregir su curso, otros países deben dejar de esperar quedar exentos de sus disparos proteccionistas y volverse más firmes ante ellos", escribió el periódico "China Daily", cercano al Partido Comunista.
Los observadores creen que China impondrá como represalias tasas aduaneras a la importación de productos agrícolas estadounidenses, como la soja. Se verían afectados sobre todo los productores rurales, que en muchos casos se consideran votantes de Trump. Asimismo, los chinos podrían dejar de comprar al fabricante estadounidense de aviones Boeing y hacer más encargos al europeo Airbus.
"China no va simplemente a agacharse e ignorar que se vulneran sus derechos e intereses legítimos", dijo hoy en Pekín Hua Chunying, portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.
La portavoz dijo que "China condena firmemente las medidas unilaterales y proteccionistas" de Estados Unidos y llamó a Washington a abstenerse de tomar medidas que al final "solo dañarían a los dos países". Hua subrayó que los problemas deben resolverse mediante "conversaciones constructivas".
Según la portavoz, China importa el 62 por ciento de la soja que se produce en Estados Unidos y el 25 por ciento de los aviones fabricados por Boeing. Hua afirmó que es "poco razonable pedir una total equivalencia" en las relaciones comerciales, como sería exigir que Estados Unidos compre el mismo número de aviones C919, fabricados en China, que el número de aviones de Boeing importados por China.
Como reacción al creciente proteccionismo de Estados Unidos, la cúpula china se presenta ante el mundo últimamente como defensora del libre comercio. El primer ministro, Li Keqiang, prometió una mayor apertura este martes en la sesión final del Parlamento, el Congreso Nacional del Pueblo.
En promedio en el gigante asiático rigen más tasas aduaneras que en Europa y Estados Unidos, donde las barreras comerciales eran hasta ahora de las más bajas. Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), los aranceles promedios en China en 2017 fueron de un 10 por ciento, mientras que en la UE y Estados Unidos fueron de un 3,4 y 5 por ciento, respectivamente.
Sin embargo, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, anunció hoy durante una audiencia en la comisión de finanzas del Senado que Trump decidió finalmente "pausar la imposición de aranceles" mientras negocia con una "lista" de países.
"Tenemos a Europa, tenemos a Australia, tenemos a Argentina, tenemos a Brasil, ¿de quién me olvido? Y obviamente Corea del Sur, donde estamos negociando, por supuesto", dijo Lighthizer.
En la Casa Blanca, Trump dijo que "muchos países están llamando a negociar mejores acuerdos comerciales porque no quieren tener que pagar los aranceles al acero y aluminio".
México y Canadá quedarán inicialmente excluidos de la medida porque el Gobierno de Trump espera poder obtener concesiones de ambos países en la renegocación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés).
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, celebró la decisión. "En caso de que se confirme oficialmente, es sin duda una noticia que va en la dirección correcta", dijo.
La UE y Estados Unidos son dos caras de la misma moneda, agregó, y Europa no representa ningún peligro para Estados Unidos. Además, indicó que el problema de la sobrecapacidad de acero radica en China.
También el Gobierno alemán elogió la decisión. "Recibimos con alivio el anuncio del Gobierno de Estados Unidos de no imponer ningún arancel a la Unión Europea en primera instancia", dijo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, quien afirmó que el proteccionismo es el "camino equivocado".
Trump presentó además hoy un paquete de medidas contra China con las que pretende mejorar la protección de los derechos de propiedad intelectual de productores estadounidenses.
Los aranceles sobre una amplia gama de importaciones procedentes de China tienen por objetivo "compensar los beneficios que los chinos han recibido mediante sus prácticas comerciales desleales", explicó Everett Eissenstat, subdirector del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos.
Trump ordenó el año pasado una investigación, que se prolongó durante siete meses, sobre prácticas chinas como obligar a empresas estadounidenses a aceptar participaciones minoritarias de otras compañías para poder operar en China.
Por su parte, el principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo que las restricciones impuestas por China a las participaciones de empresas extranjeras en este país obligan a las compañías estadounidenses a transferir tecnologías que al final ayudarían a los competidores chinos.
Con la imposición de los aranceles, en un plazo no mayor de 60 días, Estados Unidos está "defendiéndose estratégicamente" de la "agresión económica de China", afirmó Navarro ante la prensa.
Antes de oficializarse el paquete de medidas, China había alertado del peligro de una guerra comercial y llamó al resto de países a "permanecer firmes" ante las medidas proteccionistas de Washington.
"Como no parece que Estados Unidos vaya a corregir su curso, otros países deben dejar de esperar quedar exentos de sus disparos proteccionistas y volverse más firmes ante ellos", escribió el periódico "China Daily", cercano al Partido Comunista.
Los observadores creen que China impondrá como represalias tasas aduaneras a la importación de productos agrícolas estadounidenses, como la soja. Se verían afectados sobre todo los productores rurales, que en muchos casos se consideran votantes de Trump. Asimismo, los chinos podrían dejar de comprar al fabricante estadounidense de aviones Boeing y hacer más encargos al europeo Airbus.
"China no va simplemente a agacharse e ignorar que se vulneran sus derechos e intereses legítimos", dijo hoy en Pekín Hua Chunying, portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.
La portavoz dijo que "China condena firmemente las medidas unilaterales y proteccionistas" de Estados Unidos y llamó a Washington a abstenerse de tomar medidas que al final "solo dañarían a los dos países". Hua subrayó que los problemas deben resolverse mediante "conversaciones constructivas".
Según la portavoz, China importa el 62 por ciento de la soja que se produce en Estados Unidos y el 25 por ciento de los aviones fabricados por Boeing. Hua afirmó que es "poco razonable pedir una total equivalencia" en las relaciones comerciales, como sería exigir que Estados Unidos compre el mismo número de aviones C919, fabricados en China, que el número de aviones de Boeing importados por China.
Como reacción al creciente proteccionismo de Estados Unidos, la cúpula china se presenta ante el mundo últimamente como defensora del libre comercio. El primer ministro, Li Keqiang, prometió una mayor apertura este martes en la sesión final del Parlamento, el Congreso Nacional del Pueblo.
En promedio en el gigante asiático rigen más tasas aduaneras que en Europa y Estados Unidos, donde las barreras comerciales eran hasta ahora de las más bajas. Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), los aranceles promedios en China en 2017 fueron de un 10 por ciento, mientras que en la UE y Estados Unidos fueron de un 3,4 y 5 por ciento, respectivamente.
