En un comunicado publicado dos días antes de que el presidente Donald Trump tenga su primer encuentro cara a cara con su par ruso Vladimir Putin, Tillerson dijo que Moscú tiene una "responsabilidad especial" en ayudar a estabilizar a este país devastado por la guerra.
"Estados Unidos está dispuesto a explorar la posibilidad de establecer mecanismos conjuntos con Rusia para asegurar la estabilidad, incluyendo zonas de exclusión aérea, observadores del alto el fuego en el terreno, y coordinar la prestación de asistencia humanitaria", agregó.
La declaración se produce antes de que Tillerson se una a Trump en Europa, donde el mandatario se prepara para el encuentro con Putin el viernes al margen de la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania. Se espera que Siria sea uno de sus principales temas.
También se produce en momentos en que los combatientes respaldados por Estados Unidos avanzan en Raqa, bastión del Estado Islámico (EI), algo que Washington considera "un hito clave" en la campaña para derrotar al grupo yihadista.
El EI "ha sido gravemente herido y podría estar a un punto de su completa derrota en Siria si todas las partes se enfocan en este objetivo", dijo Tillerson.
"Con el fin de completar la misión, la comunidad internacional, y especialmente Rusia, deben quitar los obstáculos para derrotar" al EI.
"Instamos a todas las partes, incluyendo al gobierno sirio y sus aliados, a las fuerzas de la oposición siria, y a las fuerzas de la coalición que llevan adelante la batalla para derrotar al ISIS, a evitar conflictos entre ellos" y acordar límites geográficos para un desescalamiento, agregó.
Tillerson apeló en particular a Rusia para ayudar a crear estabilidad en el terreno -o arriesgarse a no avanzar en la derrota del EI- y a lograr un acuerdo político que otorgue una salida al pueblo sirio.
"Rusia tiene una especial responsabilidad para asistir en estos esfuerzos", señaló.
El secretario de Estado también afirmó que como sustento clave del régimen de Bashar al Asad, Moscú tiene la responsabilidad de evitar el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio.
Estados Unidos lanzó en abril un ataque con misiles de crucero contra una base aérea siria en respuesta a lo que afirmó fue un ataque químico del régimen contra civiles.
"Estados Unidos está dispuesto a explorar la posibilidad de establecer mecanismos conjuntos con Rusia para asegurar la estabilidad, incluyendo zonas de exclusión aérea, observadores del alto el fuego en el terreno, y coordinar la prestación de asistencia humanitaria", agregó.
La declaración se produce antes de que Tillerson se una a Trump en Europa, donde el mandatario se prepara para el encuentro con Putin el viernes al margen de la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania. Se espera que Siria sea uno de sus principales temas.
También se produce en momentos en que los combatientes respaldados por Estados Unidos avanzan en Raqa, bastión del Estado Islámico (EI), algo que Washington considera "un hito clave" en la campaña para derrotar al grupo yihadista.
El EI "ha sido gravemente herido y podría estar a un punto de su completa derrota en Siria si todas las partes se enfocan en este objetivo", dijo Tillerson.
"Con el fin de completar la misión, la comunidad internacional, y especialmente Rusia, deben quitar los obstáculos para derrotar" al EI.
"Instamos a todas las partes, incluyendo al gobierno sirio y sus aliados, a las fuerzas de la oposición siria, y a las fuerzas de la coalición que llevan adelante la batalla para derrotar al ISIS, a evitar conflictos entre ellos" y acordar límites geográficos para un desescalamiento, agregó.
Tillerson apeló en particular a Rusia para ayudar a crear estabilidad en el terreno -o arriesgarse a no avanzar en la derrota del EI- y a lograr un acuerdo político que otorgue una salida al pueblo sirio.
"Rusia tiene una especial responsabilidad para asistir en estos esfuerzos", señaló.
El secretario de Estado también afirmó que como sustento clave del régimen de Bashar al Asad, Moscú tiene la responsabilidad de evitar el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio.
Estados Unidos lanzó en abril un ataque con misiles de crucero contra una base aérea siria en respuesta a lo que afirmó fue un ataque químico del régimen contra civiles.