El rapero de 27 años, que saca un álbum después de tres años, refleja en "To Pimp a Butterfly" el racismo y sus dos pesos, dos medidas que deben enfrentar a diario los negros en Estados Unidos.
"Una vez que tienes 30 años, es como si arrancaran el corazón y el alma del hombre -de un hombre negro- en este país", reveló el exrey del rap Tupac Shakur, en 1994. Esas palabras resurgen en este trabajo de Lamar, como un diálogo con el fallecido rapero, que murió violentamente en 1996 tras recibir varios disparos en una avenida de Las Vegas.
"To Pimp a Butterfly" ("Explotar a una mariposa" como proxeneta, ndlr) conserva el ritmo funk propio de un rapero que busca alusiones históricas más profundas. Inusual para este tipo de álbum, incluye pasajes hablados sin música.
El disco comienza muy comprometido con "Wesley's Theory", en la que Lamar habla del encarcelamiento del actor Wesley Snipes por evasión fiscal como un presagio para las estrellas negras estadounidenses.
El rapero devuelve insultos groseros y provocativos como en "The Blacker the Berry": "Mi pelo es despeinado / Mi pene es grande / Mi nariz es redonda y ancha / Tu me odias, cierto? / Odias a mi gente / Tu plan es terminar mi cultura", escribe el rapero. "Quiero que reconozcas que soy un mono orgulloso".
Lamar, cuyo disco se filtró al igual que los de las cantantes islandesa Bjork y la local Madonna, busca sobre todo encontrarse a sí mismo, vencer la depresión y encontrar su amor propio, a veces también evoca sentimientos de culpabilidad por salir de los barrios pobres.
"To Pimp a Butterfly" es un juego de palabras sobre la célebre novela de Harper Lee, "To Kill a Mockingbird" ("Matar un ruiseñor"), que cuenta la historia de la injusticia racial.