Barak Obama.
En un momento clave para la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, Obama también señaló en un discurso de 13 minutos en horario central de televisión que Estados Unidos no seguirá intentando construir un Afganistán "perfecto" a partir de un país devastado por generaciones de violencia.
"Esta noche nos reconforta saber que la marea de la guerra se está alejando", dijo Obama desde la Casa Blanca.
"Aunque hay días oscuros por delante en Afganistán, la luz de una paz segura puede verse a la distancia. Estas largas guerras llegarán a un final responsable", afirmó.
"Es el comienzo --pero no el fin-- de nuestros esfuerzos para terminar esta guerra. Vamos a tener la pesada tarea de no perder las ganancias que hemos obtenido, mientras retiramos nuestras fuerzas y pasamos el relevo de la seguridad al gobierno afgano", agregó el mandatario.
Obama precisó que "podremos retirar 10.000 de nuestros efectivos de Afganistán para fines de este año, y traeremos a casa un total de 33.000 para el próximo verano".
Obama había ordenado un refuerzo de 33.000 hombres en diciembre de 2009 en un intento de dar un giro a la complicada guerra contra los insurgentes talibanes.
Además del retiro de estos 33.000 efectivos habrá nuevos anuncios de retiros parciales hasta que las fuerzas afganas asuman la responsabilidad de la seguridad en 2014.
Obama también alegó que su política de una escalada en la guerra contra los talibanes y Al Qaida había provocado un avance sustancial y le permitió comenzar el retiro de tropas desde una "posición de fuerza".
En ese sentido, dijo que los documentos recuperados en la casa donde fue abatido Osama bin Laden muestran que Al Qaida "sufre enormemente" y es "incapaz de reemplazar eficazmente" a los altos dirigentes de la red que han sido eliminados.
"Los datos de inteligencia que hemos recuperado en la casa de Bin Laden muestran que Al Qaida sufre enormemente", dijo el mandatario.
Estos documentos indican que "Bin Laden estaba preocupado de que Al Qaida se muestre incapaz de reemplazar a los jefes terroristas que habían sido abatidos y del hecho de que (la organización) no había logrado representar a Estados Unidos como un país en guerra contra el Islam", dijo Obama.
El líder de Al Qaida fue presuntamente eliminado el 2 de mayo por un comando estadounidense cuando se encontraba en su casa de Abbottabad, a unos cien kilómetros al norte de Islamabad.
Al Qaida sigue siendo "peligrosa", afirmó Obama, y llamó a la "vigilancia". "Pero hemos puesto a Al Qaida en la senda de la derrota y no pararemos hasta que el trabajo sea cumplido", agregó.
Al anunciar el comienzo del retiro de sus fuerzas a partir del mes que viene, Obama optó por un calendario más rápido que el sugerido por sus comandantes en el terreno, pero que aún dejará a más de 65.000 soldados estadounidenses en Afganistán al acercarse la elección presidencial de noviembre de 2012, a la cual es candidato.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo tras el discurso del presidente que la retirada parcial anunciada ofrece "suficientes medios, tiempo" y flexibilidad como para no arriesgar los avances registrados desde hace un año y medio en la guerra.
"Respaldo la decisión del presidente porque da a los jefes militares suficientes medios, tiempo, y, sobre todo, flexibilidad" para triunfar, dijo el secretario en un comunicado.
"Esta noche nos reconforta saber que la marea de la guerra se está alejando", dijo Obama desde la Casa Blanca.
"Aunque hay días oscuros por delante en Afganistán, la luz de una paz segura puede verse a la distancia. Estas largas guerras llegarán a un final responsable", afirmó.
"Es el comienzo --pero no el fin-- de nuestros esfuerzos para terminar esta guerra. Vamos a tener la pesada tarea de no perder las ganancias que hemos obtenido, mientras retiramos nuestras fuerzas y pasamos el relevo de la seguridad al gobierno afgano", agregó el mandatario.
Obama precisó que "podremos retirar 10.000 de nuestros efectivos de Afganistán para fines de este año, y traeremos a casa un total de 33.000 para el próximo verano".
Obama había ordenado un refuerzo de 33.000 hombres en diciembre de 2009 en un intento de dar un giro a la complicada guerra contra los insurgentes talibanes.
Además del retiro de estos 33.000 efectivos habrá nuevos anuncios de retiros parciales hasta que las fuerzas afganas asuman la responsabilidad de la seguridad en 2014.
Obama también alegó que su política de una escalada en la guerra contra los talibanes y Al Qaida había provocado un avance sustancial y le permitió comenzar el retiro de tropas desde una "posición de fuerza".
En ese sentido, dijo que los documentos recuperados en la casa donde fue abatido Osama bin Laden muestran que Al Qaida "sufre enormemente" y es "incapaz de reemplazar eficazmente" a los altos dirigentes de la red que han sido eliminados.
"Los datos de inteligencia que hemos recuperado en la casa de Bin Laden muestran que Al Qaida sufre enormemente", dijo el mandatario.
Estos documentos indican que "Bin Laden estaba preocupado de que Al Qaida se muestre incapaz de reemplazar a los jefes terroristas que habían sido abatidos y del hecho de que (la organización) no había logrado representar a Estados Unidos como un país en guerra contra el Islam", dijo Obama.
El líder de Al Qaida fue presuntamente eliminado el 2 de mayo por un comando estadounidense cuando se encontraba en su casa de Abbottabad, a unos cien kilómetros al norte de Islamabad.
Al Qaida sigue siendo "peligrosa", afirmó Obama, y llamó a la "vigilancia". "Pero hemos puesto a Al Qaida en la senda de la derrota y no pararemos hasta que el trabajo sea cumplido", agregó.
Al anunciar el comienzo del retiro de sus fuerzas a partir del mes que viene, Obama optó por un calendario más rápido que el sugerido por sus comandantes en el terreno, pero que aún dejará a más de 65.000 soldados estadounidenses en Afganistán al acercarse la elección presidencial de noviembre de 2012, a la cual es candidato.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo tras el discurso del presidente que la retirada parcial anunciada ofrece "suficientes medios, tiempo" y flexibilidad como para no arriesgar los avances registrados desde hace un año y medio en la guerra.
"Respaldo la decisión del presidente porque da a los jefes militares suficientes medios, tiempo, y, sobre todo, flexibilidad" para triunfar, dijo el secretario en un comunicado.