El general Talib al Sheghati, que dirige las unidades de élite antiterroristas (CTS), anunció "la liberación (...) de la orilla izquierda", en referencia a la zona este de esa gran ciudad del norte del país divida en dos por el río Tigris.
"Los sectores importantes" del este de Mosul están ahora bajo el control de las fuerzas gubernamentales, afirmó en rueda de prensa en Bartalla, al este de Mosul.
Quedaban aún por expulsar algunos yihadistas de una pequeña zona del norte de esa parte de la ciudad, precisó.
El primer ministro iraquí Haider al Abadi destacó "los esfuerzos de estas valientes fuerzas" que "lograron completar la limpieza de la orilla izquierda" del Tigris en Mosul.
El EI sigue controlando la zona oeste, en la orilla derecha, donde se encuentra la ciudad vieja, un entramado de callejuelas intransitables para los vehículos militares. Esta parte de la ciudad es donde los yihadistas están mejor implantados.
El general de brigada iraquí Yahya Rasool explicó a la AFP que, pese al anuncio de Sheghati, habrá todavía nuevos combates en el este de Mosul en los próximos días.
"Sheghati es el jefe de las CTS y habló de las zonas bajo control de las CTS. Hay algunos barrios que todavía están siendo liberados y eso podría llevar algunos días", precisó.
Los expertos creen que no hay ya dudas sobre el desenlace de la batalla de Mosul. La ciudad "está rodeada y Estado Islámico no tiene más opción que combatir o rendirse", dijo Omar Lamrani, experto del grupo de reflexión estadounidense Stratfor. Pero -advirtió-- "esto no quiere decir que la reconquista de Mosul vaya a ser el fin de la insurrección".
Decenas de miles de militares iraquíes y kurdos iraquíes habían lanzado el 17 de octubre una operación de gran envergadura para arrebatar al EI su último gran bastión en Irak, con el apoyo de la coalición internacional antiyihadista encabezada por Washington.
El grupo yihadista, responsable de numerosas atrocidades en los territorios que controla en Siria e Irak, se había apoderado de Mosul en junio de 2014, gracias a una gran ofensiva en el norte y el oeste de Irak, donde autoproclamó un "califato".
Las fuerzas iraquíes, encabezadas por las CTS, entraron en Mosul en noviembre y progresaron lentamente al enfrentar una resistencia encarnizada por parte de los yihadistas. Lograron alcanzar el río Tigris por primera vez a principios de enero.
Responsables iraquíes y estadounidenses afirmaron que la resistencia de la organización Estado Islámico se había debilitado en las últimas semanas y que sus atentados suicidas con utilización de camiones bombas eran menos eficaces.
En la vecina Siria, una alianza árabe-kurda respaldada por Estados Unidos lleva a cabo desde el 10 de diciembre una ofensiva para reconquistar la ciudad de Raqa, principal bastión del EI en ese país.
Mosul se encuentra unos 350 km al noroeste de Bagdad, en el norte de Irak, y tenía una población estimada en casi dos millones de personas cuando fue tomada por los yihadistas en junio de 2014. Es el último gran bastión urbano del grupo Estado Islámico en Irak.
"Los sectores importantes" del este de Mosul están ahora bajo el control de las fuerzas gubernamentales, afirmó en rueda de prensa en Bartalla, al este de Mosul.
Quedaban aún por expulsar algunos yihadistas de una pequeña zona del norte de esa parte de la ciudad, precisó.
El primer ministro iraquí Haider al Abadi destacó "los esfuerzos de estas valientes fuerzas" que "lograron completar la limpieza de la orilla izquierda" del Tigris en Mosul.
El EI sigue controlando la zona oeste, en la orilla derecha, donde se encuentra la ciudad vieja, un entramado de callejuelas intransitables para los vehículos militares. Esta parte de la ciudad es donde los yihadistas están mejor implantados.
El general de brigada iraquí Yahya Rasool explicó a la AFP que, pese al anuncio de Sheghati, habrá todavía nuevos combates en el este de Mosul en los próximos días.
"Sheghati es el jefe de las CTS y habló de las zonas bajo control de las CTS. Hay algunos barrios que todavía están siendo liberados y eso podría llevar algunos días", precisó.
Los expertos creen que no hay ya dudas sobre el desenlace de la batalla de Mosul. La ciudad "está rodeada y Estado Islámico no tiene más opción que combatir o rendirse", dijo Omar Lamrani, experto del grupo de reflexión estadounidense Stratfor. Pero -advirtió-- "esto no quiere decir que la reconquista de Mosul vaya a ser el fin de la insurrección".
Decenas de miles de militares iraquíes y kurdos iraquíes habían lanzado el 17 de octubre una operación de gran envergadura para arrebatar al EI su último gran bastión en Irak, con el apoyo de la coalición internacional antiyihadista encabezada por Washington.
El grupo yihadista, responsable de numerosas atrocidades en los territorios que controla en Siria e Irak, se había apoderado de Mosul en junio de 2014, gracias a una gran ofensiva en el norte y el oeste de Irak, donde autoproclamó un "califato".
- Resistencia debilitada -
Las fuerzas iraquíes, encabezadas por las CTS, entraron en Mosul en noviembre y progresaron lentamente al enfrentar una resistencia encarnizada por parte de los yihadistas. Lograron alcanzar el río Tigris por primera vez a principios de enero.
Responsables iraquíes y estadounidenses afirmaron que la resistencia de la organización Estado Islámico se había debilitado en las últimas semanas y que sus atentados suicidas con utilización de camiones bombas eran menos eficaces.
En la vecina Siria, una alianza árabe-kurda respaldada por Estados Unidos lleva a cabo desde el 10 de diciembre una ofensiva para reconquistar la ciudad de Raqa, principal bastión del EI en ese país.
Mosul se encuentra unos 350 km al noroeste de Bagdad, en el norte de Irak, y tenía una población estimada en casi dos millones de personas cuando fue tomada por los yihadistas en junio de 2014. Es el último gran bastión urbano del grupo Estado Islámico en Irak.