La participación total fue de un 72 por ciento en la región autónoma del Kurdistán, en zonas disputadas controladas por los kurdos en Irak y en centros de votación en el extranjero.
La Comisión Electoral declaró la "victoria y el éxito" del proceso de votación.
El Gobierno central de Bagdad, sin embargo, aumentó su presión para hacer ceder a las autoridades kurdas. El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, reclamó de la región autónoma en el norte del país que anule el resultado de la votación. No hablará con los kurdos sobre independencia, dijo.
Además, las autoridades de aviación en Bagdad solicitaron a las aerolíneas extranjeras que desde este viernes detengan sus vuelos a la región autónoma kurda.
La aerolínea egipcia Egypt Air y la libanesa MEA señalaron que suspenderán sus conexiones. También las compañías turcas Turkish Airlines, Pegasus y Atlas Global no volarán más a la zona kurda desde el viernes, comunicó el consulado general turco en Erbil.
Los kurdos en el norte de Irak gozan de amplios derechos de autonomía, pero desde hace décadas sueñan con un Estado propio. Con el referéndum, el presidente kurdo, Masud Barzani, busca crear condiciones para obligar al gobierno central a negociar la independencia kurda.
El gobierno autónomo kurdo rechazó hoy el reclamo de Al Abadi de entregar sus aeropuertos en los próximos tres días al Gobierno central. Los aeropuertos en Erbil y en la ciudad de Sulaimaniya son "propiedad del Kurdistán" y su funcionamiento seguirá, señaló el ministro de Transportes kurdo, Maulud Bawa Murad.
Al Abadi dijo ante el Parlamento que su Gobierno impondrá su poder con la fuerza de la Constitución en las zonas autónomas kurdas. Al mismo tiempo, reclamó al Gobierno kurdo devolver al Gobierno central todas las tierras que logró tomar bajo su control en su combate contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI).
Se trata de regiones en el norte de Irak que reclaman tanto el Gobierno central como los kurdos. Entre ellas se cuenta la provincia de Kirkuk, rica en petróleo. Los peshmerga ingresaron ahí luego de que el Ejército huyera en 2014 ante el avance de EI.
Además del Gobierno central en Bagdad, también los gobiernos de los vecinos Turquía e Irak están en contra del referéndum. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó a los kurdos en el norte de Irak con poner fin a la exportación de petróleo a través de su país y con una intervención militar. Turquía e Irán temen efectos en sus propios países de los reclamos independentistas de los kurdos.
La Comisión Electoral declaró la "victoria y el éxito" del proceso de votación.
El Gobierno central de Bagdad, sin embargo, aumentó su presión para hacer ceder a las autoridades kurdas. El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, reclamó de la región autónoma en el norte del país que anule el resultado de la votación. No hablará con los kurdos sobre independencia, dijo.
Además, las autoridades de aviación en Bagdad solicitaron a las aerolíneas extranjeras que desde este viernes detengan sus vuelos a la región autónoma kurda.
La aerolínea egipcia Egypt Air y la libanesa MEA señalaron que suspenderán sus conexiones. También las compañías turcas Turkish Airlines, Pegasus y Atlas Global no volarán más a la zona kurda desde el viernes, comunicó el consulado general turco en Erbil.
Los kurdos en el norte de Irak gozan de amplios derechos de autonomía, pero desde hace décadas sueñan con un Estado propio. Con el referéndum, el presidente kurdo, Masud Barzani, busca crear condiciones para obligar al gobierno central a negociar la independencia kurda.
El gobierno autónomo kurdo rechazó hoy el reclamo de Al Abadi de entregar sus aeropuertos en los próximos tres días al Gobierno central. Los aeropuertos en Erbil y en la ciudad de Sulaimaniya son "propiedad del Kurdistán" y su funcionamiento seguirá, señaló el ministro de Transportes kurdo, Maulud Bawa Murad.
Al Abadi dijo ante el Parlamento que su Gobierno impondrá su poder con la fuerza de la Constitución en las zonas autónomas kurdas. Al mismo tiempo, reclamó al Gobierno kurdo devolver al Gobierno central todas las tierras que logró tomar bajo su control en su combate contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI).
Se trata de regiones en el norte de Irak que reclaman tanto el Gobierno central como los kurdos. Entre ellas se cuenta la provincia de Kirkuk, rica en petróleo. Los peshmerga ingresaron ahí luego de que el Ejército huyera en 2014 ante el avance de EI.
Además del Gobierno central en Bagdad, también los gobiernos de los vecinos Turquía e Irak están en contra del referéndum. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó a los kurdos en el norte de Irak con poner fin a la exportación de petróleo a través de su país y con una intervención militar. Turquía e Irán temen efectos en sus propios países de los reclamos independentistas de los kurdos.