El EI estaba a 500 metros de esa capital de provincia, controlada por las fuerzas del régimen y las tropas kurdas, según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los combates continuaban al sur de la localidad, un día después de que el EI lanzara un ataque con seis coches bomba, que le permitió tomar una cárcel y una central eléctrica, según el OSDH, que agregó que el Gobierno había enviado refuerzos a la zona.
El diario Al Watan, cercano al régimen de Bashar al Asad, criticó la actuación de los kurdos en la batalla iniciada el 30 de mayo, mostrándose "sorprendido por la debilidad de algunos hermanos kurdos" en la defensa de Hasaké.
La conquista de esa ciudad le permitiría al EI controlar una segunda capital de provincia en Siria después de Raqa (norte), su bastión en los extensos territorios que domina en el norte y el este del país.
El Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida y rival del EI, también ha conseguido varias victorias este año, por ejemplo en Idleb (noroeste), la capital de la provincia homónima, que tomó con la ayuda de otros grupos rebeldes.
El ascenso de los yihadistas en el país eclipsó el combate de los grupos rebeldes contra el régimen, mientras que la oposición política en el exilio se muestra impotente y mermada por las divisiones.
La Coalición Siria de Oposición, la mayor alianza política en el exilio, se reunió el jueves en Estambul con el mediador de la ONU, Staffan de Mistura.
En mayo, había rechazado participar en las conversaciones organizadas en Ginebra por De Mistura porque este había invitado a Irán, el aliado regional de Asad.
El OSDH confirmó, por otra parte, la llegada en los últimos días de miles de combatientes iraquíes e iraníes a Siria para defender Damasco, una información adelantada el miércoles por las fuerzas de seguridad sirias.
Según el director de esa ONG, Rami Abdel Rahman, esos combatientes "son mucho más que 7.000", la cifra comunicada por las autoridades sirias.
Irán ha enviado consejeros militares y ha prestado un apoyo financiero y militar a los gobiernos sirios e iraquíes, aunque siempre ha negado haber desplegado tropas terrestres en ambos países.
En Irak, la coalición internacional bombardeó y destruyó el miércoles una base en la que el EI fabricaba coches bombas en Hawija, a unos 225 kilómetros al norte de Bagdad, según responsables iraquíes.
El ataque causó un número indeterminado de muertos entre los yihadistas y también entre los civiles, indicaron las mismas fuentes.
Estados Unidos había anunciado una ofensiva en esa zona sin precisar el blanco de sus bombardeos.
En Irak, los yihadistas recurren cada vez más a coches o camiones llenos de explosivos, que le permitieron, por ejemplo, conquistar Ramadi, la capital de la provincia occidental de Al Anbar, el 17 de mayo.
Mientras las fuerzas iraquíes, apoyadas por milicias chiitas y sunitas, tardan en lanzar su contraofensiva para retomar esa ciudad, el primer ministro, Haider al Abadi, admitió que es peligroso entrar en Ramadi por culpa de esos "camiones bomba".
Los combates continuaban al sur de la localidad, un día después de que el EI lanzara un ataque con seis coches bomba, que le permitió tomar una cárcel y una central eléctrica, según el OSDH, que agregó que el Gobierno había enviado refuerzos a la zona.
El diario Al Watan, cercano al régimen de Bashar al Asad, criticó la actuación de los kurdos en la batalla iniciada el 30 de mayo, mostrándose "sorprendido por la debilidad de algunos hermanos kurdos" en la defensa de Hasaké.
La conquista de esa ciudad le permitiría al EI controlar una segunda capital de provincia en Siria después de Raqa (norte), su bastión en los extensos territorios que domina en el norte y el este del país.
- Ascenso yihadista -
El Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida y rival del EI, también ha conseguido varias victorias este año, por ejemplo en Idleb (noroeste), la capital de la provincia homónima, que tomó con la ayuda de otros grupos rebeldes.
El ascenso de los yihadistas en el país eclipsó el combate de los grupos rebeldes contra el régimen, mientras que la oposición política en el exilio se muestra impotente y mermada por las divisiones.
La Coalición Siria de Oposición, la mayor alianza política en el exilio, se reunió el jueves en Estambul con el mediador de la ONU, Staffan de Mistura.
En mayo, había rechazado participar en las conversaciones organizadas en Ginebra por De Mistura porque este había invitado a Irán, el aliado regional de Asad.
El OSDH confirmó, por otra parte, la llegada en los últimos días de miles de combatientes iraquíes e iraníes a Siria para defender Damasco, una información adelantada el miércoles por las fuerzas de seguridad sirias.
Según el director de esa ONG, Rami Abdel Rahman, esos combatientes "son mucho más que 7.000", la cifra comunicada por las autoridades sirias.
Irán ha enviado consejeros militares y ha prestado un apoyo financiero y militar a los gobiernos sirios e iraquíes, aunque siempre ha negado haber desplegado tropas terrestres en ambos países.
- La coalición defiende su balance -
En Irak, la coalición internacional bombardeó y destruyó el miércoles una base en la que el EI fabricaba coches bombas en Hawija, a unos 225 kilómetros al norte de Bagdad, según responsables iraquíes.
El ataque causó un número indeterminado de muertos entre los yihadistas y también entre los civiles, indicaron las mismas fuentes.
Estados Unidos había anunciado una ofensiva en esa zona sin precisar el blanco de sus bombardeos.
En Irak, los yihadistas recurren cada vez más a coches o camiones llenos de explosivos, que le permitieron, por ejemplo, conquistar Ramadi, la capital de la provincia occidental de Al Anbar, el 17 de mayo.
Mientras las fuerzas iraquíes, apoyadas por milicias chiitas y sunitas, tardan en lanzar su contraofensiva para retomar esa ciudad, el primer ministro, Haider al Abadi, admitió que es peligroso entrar en Ramadi por culpa de esos "camiones bomba".