"Es un Wagner que dejará al público boquiabierto porque desmonta muchos tópicos" del autor, afirmó este miércoles el director artístico de la institución, Joan Matabosch, en una rueda de prensa para presentar la nueva temporada operística.
Basada en la comedia "Medida por medida" de William Shakespeare, la ópera "es un canto al hedonismo meridional" en un momento en que Wagner "veía el puritanismo y los valores de la clase media alemana como algo asfixiante", explicó.
Así, la obra, que se desarrolla en Sicilia, plasma "la nostalgia del sur, del amor, de lo lúdico, del sexo", añadió Matabosch, recordando que esta obra, la segunda de Wagner, se ha representado poco por su dificultad.
La representación, que dirigirá el danés Kasper Holten con la dirección musical de Ivor Bolton, es una coproducción con la Royal Opera House de Londres, que se estrenará primero en Madrid y luego irá a la capital británica.
"La prohibición de amar" es uno de los principales montajes de la 19ª temporada del Teatro Real madrileño, que presentará otras cuatro nuevas producciones operísticas, junto a cuatro óperas invitadas y tres óperas que se representarán en concierto.
Entre las novedades figura también la ópera "Moisés y Aarón" del austríaco Arnold Schönberg, "una respuesta provocativa a los movimientos antisemitas centroeuropeos" del periodo de entreguerras, explica el Teatro Real en su programa.
Matabosch detalló que "Moisés y Aarón", que se escenifica por primera vez en Madrid en coproducción con la Ópera de París, forma parte de un eje temático centrado en esa época de entreguerras.
Se trata de una época de desencanto "en una sociedad desnortada", que se refleja también en la versión que del "Parsifal" de Wagner hará el director de escena alemán Claus Guth.
Dentro de esta línea, se representarán "Brundibár" de Hans Krása y "El emperador de la Atlántida" de Viktor Ullmann, unas óperas que se representaron en el campo de concentración nazi de Terezín, donde ambos compositores fueron internados.