Después del intento de golpe de Estado del 15 de julio, las autoridades turcas lanzaron importantes purgas que no se limitan a los presuntos golpistas.
La semana pasada, los dos copresidentes del principal partido prokurdo del país (HDP, tercera fuerza del Parlamento) fueron encarcelados. El viernes fue el turno del periódico de oposición Cumhuriyet, cuyo presidente de directorio fue detenido.
Esta caza de brujas tensó la relación entre Ankara y Bruselas. El canciller turco Mevlüt Cavusoglu denunció el domingo la "hipocresía" del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que se alarmó del arresto de diputados prokurdos acusados por Ankara de tener vínculos con los rebeldes separatistas del PKK.
Para varios analistas, el gobierno turco reforzó su lucha contra los rebeldes kurdos para lograr el apoyo de la derecha nacionalista, cuyo respaldo en el parlamento es indispensable para convocar un referendo sobre la reforma de la Constitución con la que Erdogan busca instaurar un sistema presidencialista.
Esta consulta popular podría organizarse en la primera mitad de 2017, según los observadores.
El Partido de Acción Nacionalista (MHP) indicó que respaldaría el proyecto del gobierno si sus "sensibilidades se tienen en cuenta". El MHP aplaudió el arresto de los diputados prokurdos.
Para Soner Cagaptay, del Institute for Near East Policy de Washington, no hay duda. Las negociaciones con el MHP obligan a Erdogan a adoptar una línea "muy dura" con la oposición prokurda y con los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"Erdogan puede adoptar para los próximos seis meses una postura de hombre fuerte y un programa de derecha y nacionalista", dijo a la AFP.
El Partido Democrático de los Pueblos (HDP), cuyos copresidentes, Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, y varios diputados fueron encarcelados por "actividades terroristas", estima pagar su firme oposición a instaurar un sistema presidencialista.
"Frenamos el avance (de Erdogan) hacia un sistema presidencialista", dijo a la AFP Hisyar Ozsoy, uno de los vicepresidentes del HDP. Por ello, "el HDP es el principal obstáculo y debe ser eliminado", estimó.
El arresto de los diputados del HDP provocó una ola de manifestaciones en el país. El domingo, la policía antidisturbios dispersó con gases lacrimógenos y camiones hidrantes manifestaciones prokurdas en Estambul.
Los responsables turcos estiman que es urgente legalizar la situación que se instaló de hecho en Turquía: Erdogan, cuya función presidencial es en teoría honorífica, controla el país.
Según Abdulkadir Selvi, un editorialista turco cercano al poder, el gobierno planea convocar un referéndum en abril o mayo de 2017 sobre la reforma constitucional que prevé que el presidente se arrogue los poderes que tiene ahora el primer ministro. Se convocaría asimismo unas elecciones presidenciales y legislativas.
Con esta reforma, resume Cagaptay, Erdogan "se vería coronado en la cabeza del Estado, del gobierno y del partido en el poder".
Erdogan, en otro guiño al nacionalista MHP, afirmó que validaría el restablecimiento de la pena de muerte si el parlamento vota en ese sentido, a pesar de las críticas europeas.
En un informe publicado el miércoles, la Comisión Europea critica un "paso atrás" de Turquía en sus criterios de adhesión a la UE, en particular sobre la libertad de prensa y el Estado de derecho.
La semana pasada, los dos copresidentes del principal partido prokurdo del país (HDP, tercera fuerza del Parlamento) fueron encarcelados. El viernes fue el turno del periódico de oposición Cumhuriyet, cuyo presidente de directorio fue detenido.
Esta caza de brujas tensó la relación entre Ankara y Bruselas. El canciller turco Mevlüt Cavusoglu denunció el domingo la "hipocresía" del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que se alarmó del arresto de diputados prokurdos acusados por Ankara de tener vínculos con los rebeldes separatistas del PKK.
Para varios analistas, el gobierno turco reforzó su lucha contra los rebeldes kurdos para lograr el apoyo de la derecha nacionalista, cuyo respaldo en el parlamento es indispensable para convocar un referendo sobre la reforma de la Constitución con la que Erdogan busca instaurar un sistema presidencialista.
Esta consulta popular podría organizarse en la primera mitad de 2017, según los observadores.
El Partido de Acción Nacionalista (MHP) indicó que respaldaría el proyecto del gobierno si sus "sensibilidades se tienen en cuenta". El MHP aplaudió el arresto de los diputados prokurdos.
Para Soner Cagaptay, del Institute for Near East Policy de Washington, no hay duda. Las negociaciones con el MHP obligan a Erdogan a adoptar una línea "muy dura" con la oposición prokurda y con los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"Erdogan puede adoptar para los próximos seis meses una postura de hombre fuerte y un programa de derecha y nacionalista", dijo a la AFP.
El Partido Democrático de los Pueblos (HDP), cuyos copresidentes, Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, y varios diputados fueron encarcelados por "actividades terroristas", estima pagar su firme oposición a instaurar un sistema presidencialista.
"Frenamos el avance (de Erdogan) hacia un sistema presidencialista", dijo a la AFP Hisyar Ozsoy, uno de los vicepresidentes del HDP. Por ello, "el HDP es el principal obstáculo y debe ser eliminado", estimó.
El arresto de los diputados del HDP provocó una ola de manifestaciones en el país. El domingo, la policía antidisturbios dispersó con gases lacrimógenos y camiones hidrantes manifestaciones prokurdas en Estambul.
Los responsables turcos estiman que es urgente legalizar la situación que se instaló de hecho en Turquía: Erdogan, cuya función presidencial es en teoría honorífica, controla el país.
Según Abdulkadir Selvi, un editorialista turco cercano al poder, el gobierno planea convocar un referéndum en abril o mayo de 2017 sobre la reforma constitucional que prevé que el presidente se arrogue los poderes que tiene ahora el primer ministro. Se convocaría asimismo unas elecciones presidenciales y legislativas.
Con esta reforma, resume Cagaptay, Erdogan "se vería coronado en la cabeza del Estado, del gobierno y del partido en el poder".
Erdogan, en otro guiño al nacionalista MHP, afirmó que validaría el restablecimiento de la pena de muerte si el parlamento vota en ese sentido, a pesar de las críticas europeas.
En un informe publicado el miércoles, la Comisión Europea critica un "paso atrás" de Turquía en sus criterios de adhesión a la UE, en particular sobre la libertad de prensa y el Estado de derecho.