La historia cierra la primera trilogía sobre Toto, un joven gallo de granja que conquistó al público mexicano con "Una película de huevos" en 2006 y "Otra película de huevos y un pollo" en 2009.
Ninguno de los dos primeros films consiguió ser distribuido en Estados Unidos porque la industria les reprochó que tanto la trama como el humor fueran demasiado locales.
Por eso el director Gabriel Riva Palacio y su hermano, el productor Rodolfo Riva Palacio, se empeñaron en que esta historia fuera universal para que la audiencia de todo el mundo se identifique con los personajes.
"Tienes que cuidar mucho la historia, que no ofenda a nadie", explicó el productor en una entrevista con la AFP en Los Ángeles. "Estás hablando de algo familiar", apuntó sobre la susceptibilidad de los espectadores estadounidenses.
"Un gallo con muchos huevos", en los cines mexicanos desde el 20 de agosto, apuesta por una trama sencilla pero empática, la de luchar por los sueños, creer en sí mismo y vencer los miedos.
Toto (voz de Bruno Bichir) no se conforma con despertar cada mañana en la granja en la que vive: su máxima aspiración es convertirse en un gran gallo de pelea.
La vida le da su gran oportunidad cuando los propietarios de su granja deciden jugársela en una apuesta con un ranchero estafador.
Consciente de que el futuro de todos reposa sobre sus espaldas, Toto y sus amigos (voces de Carlos Espejel, Angélica Vale, Omar Chaparro y Maite Perroni) emprenden una aventura para encontrar al perfecto entrenador.
La trama tiene referencias a luchadores míticos de la gran pantalla, como Mr. Miyagi y Daniel de "Karate Kid", Rocky y Terminator.
El cine animado mexicano ha florecido en los últimos años, a pesar de las dificultades técnicas y financieras que enfrentan los cineastas en general para desarrollar sus proyectos.
Pero "cada vez hay más escuelas y más talento", explicó Gabriel Riva Palacio, lo que ha motivado una expansión natural y un proceso de aprendizaje autodidacta.
"No tenemos los presupuestos gringos, ni los presupuestos europeos. Esto es lo que hay. Pero es la única oportunidad que tenemos para transformar la animación en México", afirmó el director.
Dispuestos a superar cualquier barrera, ambos hermanos sacaron adelante un film en 3D con solo 5 millones de dólares a base de muchos fines de semana alternando trabajo, pizzas y Playstation.
Ni siquiera les frenó que un programador borrara 12 minutos de cinta en represalia a no haberlo recontratado.
"Si hubiésemos hecho exactamente lo mismo en Estados Unidos, el costo (total de la cinta) hubiese sido 10 veces más", especificó el productor.
En solo dos semanas, "Un gallo con muchos huevos" ha recaudado en México casi 100 millones de pesos (unos 6 millones de dólares a cambio actual).
Las dos primeras partes, de su lado, están además entre las diez películas más vistas en los últimos 11 años en el país, con unos beneficios superiores a los 255 millones de pesos (unos 15 millones de dólares).
Los hermanos Riva Palacio también han cruzado la frontera, siguiendo los pasos de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, los tres máximos exponentes del cine mexicano.
Pero su propósito es diferente: buscar financiación en Estados Unidos para desarrollar en México su siguiente película, que inaugurará la segunda trilogía de esta historia.
Ninguno de los dos primeros films consiguió ser distribuido en Estados Unidos porque la industria les reprochó que tanto la trama como el humor fueran demasiado locales.
Por eso el director Gabriel Riva Palacio y su hermano, el productor Rodolfo Riva Palacio, se empeñaron en que esta historia fuera universal para que la audiencia de todo el mundo se identifique con los personajes.
"Tienes que cuidar mucho la historia, que no ofenda a nadie", explicó el productor en una entrevista con la AFP en Los Ángeles. "Estás hablando de algo familiar", apuntó sobre la susceptibilidad de los espectadores estadounidenses.
"Un gallo con muchos huevos", en los cines mexicanos desde el 20 de agosto, apuesta por una trama sencilla pero empática, la de luchar por los sueños, creer en sí mismo y vencer los miedos.
Toto (voz de Bruno Bichir) no se conforma con despertar cada mañana en la granja en la que vive: su máxima aspiración es convertirse en un gran gallo de pelea.
La vida le da su gran oportunidad cuando los propietarios de su granja deciden jugársela en una apuesta con un ranchero estafador.
Consciente de que el futuro de todos reposa sobre sus espaldas, Toto y sus amigos (voces de Carlos Espejel, Angélica Vale, Omar Chaparro y Maite Perroni) emprenden una aventura para encontrar al perfecto entrenador.
La trama tiene referencias a luchadores míticos de la gran pantalla, como Mr. Miyagi y Daniel de "Karate Kid", Rocky y Terminator.
- Una industria en expansión -
El cine animado mexicano ha florecido en los últimos años, a pesar de las dificultades técnicas y financieras que enfrentan los cineastas en general para desarrollar sus proyectos.
Pero "cada vez hay más escuelas y más talento", explicó Gabriel Riva Palacio, lo que ha motivado una expansión natural y un proceso de aprendizaje autodidacta.
"No tenemos los presupuestos gringos, ni los presupuestos europeos. Esto es lo que hay. Pero es la única oportunidad que tenemos para transformar la animación en México", afirmó el director.
Dispuestos a superar cualquier barrera, ambos hermanos sacaron adelante un film en 3D con solo 5 millones de dólares a base de muchos fines de semana alternando trabajo, pizzas y Playstation.
Ni siquiera les frenó que un programador borrara 12 minutos de cinta en represalia a no haberlo recontratado.
"Si hubiésemos hecho exactamente lo mismo en Estados Unidos, el costo (total de la cinta) hubiese sido 10 veces más", especificó el productor.
En solo dos semanas, "Un gallo con muchos huevos" ha recaudado en México casi 100 millones de pesos (unos 6 millones de dólares a cambio actual).
Las dos primeras partes, de su lado, están además entre las diez películas más vistas en los últimos 11 años en el país, con unos beneficios superiores a los 255 millones de pesos (unos 15 millones de dólares).
Los hermanos Riva Palacio también han cruzado la frontera, siguiendo los pasos de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, los tres máximos exponentes del cine mexicano.
Pero su propósito es diferente: buscar financiación en Estados Unidos para desarrollar en México su siguiente película, que inaugurará la segunda trilogía de esta historia.