Wang Lijun, durante el juicio.
Wang, que también estaba a la cabeza de la oficina de seguridad pública de Chongqing y actuaba como alcalde adjunto de la ciudad que dirigía Bo, fue reconocido culpable, entre otros cargos, de defección, abuso de poder y corrupción, indicó la agencia de prensa oficial china.
La lectura del veredicto duró 33 minutos y Wang Lijun "no tiene intención de apelar", dijo el tribunal.
La semana pasada, cuando terminó el juicio, los jueces indicaron que Wang había hecho una "importante contribución" a las autoridades contra la familia de Bo Xilai, una información que podría haberle evitado la pena de muerte.
A finales de los años 2000, junto a Bo Xilai, entonces secretario general del Partido Comunista en Chongqing, Wang Lijun dirigió una lucha sin cuartel contra la corrupción durante la que fue acusado de graves violaciones de los derechos humanos.
El pasado mes de febrero, tras perder súbitamente la protección de Bo, Wang intentó refugiarse en el consulado estadounidense. Fue allí donde Wang reveló entre otras cosas el asesinato de un británico cometido por Gu Kailai, la esposa de Bo Xilai.
Gu Kailai fue condenada el mes pasado a pena de muerte condicional.
Su marido Bo Xilai, que aspiraba a formar parte en el próximo congreso del Partido Comunista del comité permanente del Buró Político, la mayor instancia del poder en China, está ahora en manos de las autoridades en un lugar secreto.
El caso, que ha provocado una gran polémica en el país, llega a pocas semanas del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (partido único), previsto en octubre, en el que una nueva generación de dirigentes accederá al poder.
La fecha exacta del Congreso todavía no se ha dado a conocer, una prueba de los problemas del poder chino, que todavía tiene que decidir el futuro de Bo Xilai y si va a comparecer ante la justicia.
La lectura del veredicto duró 33 minutos y Wang Lijun "no tiene intención de apelar", dijo el tribunal.
La semana pasada, cuando terminó el juicio, los jueces indicaron que Wang había hecho una "importante contribución" a las autoridades contra la familia de Bo Xilai, una información que podría haberle evitado la pena de muerte.
A finales de los años 2000, junto a Bo Xilai, entonces secretario general del Partido Comunista en Chongqing, Wang Lijun dirigió una lucha sin cuartel contra la corrupción durante la que fue acusado de graves violaciones de los derechos humanos.
El pasado mes de febrero, tras perder súbitamente la protección de Bo, Wang intentó refugiarse en el consulado estadounidense. Fue allí donde Wang reveló entre otras cosas el asesinato de un británico cometido por Gu Kailai, la esposa de Bo Xilai.
Gu Kailai fue condenada el mes pasado a pena de muerte condicional.
Su marido Bo Xilai, que aspiraba a formar parte en el próximo congreso del Partido Comunista del comité permanente del Buró Político, la mayor instancia del poder en China, está ahora en manos de las autoridades en un lugar secreto.
El caso, que ha provocado una gran polémica en el país, llega a pocas semanas del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (partido único), previsto en octubre, en el que una nueva generación de dirigentes accederá al poder.
La fecha exacta del Congreso todavía no se ha dado a conocer, una prueba de los problemas del poder chino, que todavía tiene que decidir el futuro de Bo Xilai y si va a comparecer ante la justicia.