También el partido de Saleh, de 75 años, confirmó que murió hoy, según informaciones del canal Al Arabiya. Fuentes del Congreso General del Pueblo afirmaron a la emisora saudí que recibió un disparo en la cabeza.
Según el Ministerio del Interior controlado por los hutis, Saleh murió en los enfrentamientos que se produjeron en la capital, Saná. En Internet circularon imágenes del supuesto cadáver del dirigente, pero no existen fuentes independientes que lo confirmen.
En los últimos años los hutis, que son un grupo contrario a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí, habían luchado junto a las tropas leales a Saleh contra el Gobierno apoyado por Estados Unidos, encabezado por el expresidente Abd Rabu Mansur Hadi. Éste, por su parte, es apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí, donde está refugiado.
Sin embargo, la semana pasada se produjeron combates entre las fuerzas leales a Saleh y los hutis, aliados hasta entonces. En medio de esos enfrentamientos, Saleh se mostró el sábado dispuesto a negociar con el Gobierno de Hadi y dijo querer abrir "un nuevo capítulo" en la guerra. Los observadores consideraron que su decisión podría marcar un punto de inflexión en los tres años de guerra civil en el empobrecido país.
El dirigente gobernó Yemen durante 30 años, hasta que en 2012 fue destituido en medio de una revuelta popular. Sin embargo, un sector muy importante del Ejército se mantuvo fiel al ex jefe de Estado multimillonario. Gracias a estos combatientes los hutis pudieron conquistar amplios territorios en Yemen en 2014 y forzar la intervención saudí para evitar que controlaran todo el país.
En la noche del domingo se produjeron fuertes enfrentamientos en Saná entre ambos bandos. Un portavoz huti dijo que sus tropas habían tomado posiciones en el sur de la ciudad y luego se informó de que había sido incendiada la casa de Saleh.
La agencia Saba -controlada por los hutis- y testigos aseguraron que los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí llevaron a cabo numerosos ataques aéreos contra los rebeldes.
El objetivo principal de Arabia Saudí en Yemen es evitar que Yemen salga del control de los saudíes y sus aliados estadounidenses. Habiendo fracasado en Siria los saudís no quieren reconocer otro fracaso. Con sus bombardeos Riad contribuyó sin embargo también a que Yemen se encuentre en una de las peores crisis humanitarias de la actualidad, con más de 20 millones de personas dependientes de la ayuda externa y una grave epidemia de cólera.
Además al matar a civiles, los saudíes han provocado una resistencia en los yemeníes, que no se quieren someter a sus dictados.
Según el Ministerio del Interior controlado por los hutis, Saleh murió en los enfrentamientos que se produjeron en la capital, Saná. En Internet circularon imágenes del supuesto cadáver del dirigente, pero no existen fuentes independientes que lo confirmen.
En los últimos años los hutis, que son un grupo contrario a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí, habían luchado junto a las tropas leales a Saleh contra el Gobierno apoyado por Estados Unidos, encabezado por el expresidente Abd Rabu Mansur Hadi. Éste, por su parte, es apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí, donde está refugiado.
Sin embargo, la semana pasada se produjeron combates entre las fuerzas leales a Saleh y los hutis, aliados hasta entonces. En medio de esos enfrentamientos, Saleh se mostró el sábado dispuesto a negociar con el Gobierno de Hadi y dijo querer abrir "un nuevo capítulo" en la guerra. Los observadores consideraron que su decisión podría marcar un punto de inflexión en los tres años de guerra civil en el empobrecido país.
El dirigente gobernó Yemen durante 30 años, hasta que en 2012 fue destituido en medio de una revuelta popular. Sin embargo, un sector muy importante del Ejército se mantuvo fiel al ex jefe de Estado multimillonario. Gracias a estos combatientes los hutis pudieron conquistar amplios territorios en Yemen en 2014 y forzar la intervención saudí para evitar que controlaran todo el país.
En la noche del domingo se produjeron fuertes enfrentamientos en Saná entre ambos bandos. Un portavoz huti dijo que sus tropas habían tomado posiciones en el sur de la ciudad y luego se informó de que había sido incendiada la casa de Saleh.
La agencia Saba -controlada por los hutis- y testigos aseguraron que los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí llevaron a cabo numerosos ataques aéreos contra los rebeldes.
El objetivo principal de Arabia Saudí en Yemen es evitar que Yemen salga del control de los saudíes y sus aliados estadounidenses. Habiendo fracasado en Siria los saudís no quieren reconocer otro fracaso. Con sus bombardeos Riad contribuyó sin embargo también a que Yemen se encuentre en una de las peores crisis humanitarias de la actualidad, con más de 20 millones de personas dependientes de la ayuda externa y una grave epidemia de cólera.
Además al matar a civiles, los saudíes han provocado una resistencia en los yemeníes, que no se quieren someter a sus dictados.