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Política
La cinta presenta la historia de Manuela, una joven de buena familia a punto de terminar la universidad, que queda embarazada de su novio Mauricio, un chico de su mismo círculo.
Ella quiere abortar, olvidar este traspié y mudarse a Rio de Janeiro con su mejor amiga, Adriana, por la que tiene sentimientos que van más allá de la amistad.
Pero sus padres y la sociedad a la que pertenece le han trazado un camino del que no puede escapar: casarse, ser madre y demostrar al mundo lo dichosa que es.
A través de Manuela, el director reflexiona hasta qué punto la clase alta colombiana es esclava de sus propias normas, donde lo más importante es evitar el "qué dirán".
"En Latinoamérica y en el mundo existe la visión de que la plata es igual a felicidad, y yo no creo que sea así", cuenta Laserna, de 26 años, durante una entrevista con la AFP en Los Ángeles, donde la cinta se estrena este sábado a nivel mundial en el marco del festival de cine de la ciudad.
En Colombia, país "conservador, católico y machista, quise ponerlo en el contexto de alguien a quien en teoría no le falta de nada, pero que tampoco puede ser quien quiere ser", explica.
Con esta estructura social, "la gente se llena de frustración y rabia, salen la violencia y el conflicto".
- Enjambre de tabús -
Manuela ve como nadie le pregunta lo que quiere hacer, nadie se interesa por saber cómo lleva esta situación. Sus padres, su novio y sus amigas se encargan de decidir por ella... aunque no hay nada que decidir porque todo está escrito.
Los días se hacen grises para la protagonista, que se refugia en la bebida y coquetea con el suicidio para escapar de su pesadilla.
Abortar no es una opción. La ley colombiana solo lo permite si la madre corre peligro, si existe una grave malformación del feto que haga inviable su vida fuera del útero o si el embarazo es producto de una violación.
Lo mismo le ocurre con lo que siente por Adriana, un camino que no puede indagar porque la homosexualidad está totalmente repudiada socialmente, pese a que las uniones civiles entre personas del mismo sexo son legales desde 2007.
Laserna ha sido muchas veces testigo de situaciones como la que vive su personaje. Él mismo se vio obligado a estudiar Administración de Empresas en una de las universidades más prestigiosas de Colombia porque era su "responsabilidad con la sociedad y la familia", según le impuso su padre.
Finalmente pudo formarse como cineasta en el extranjero y, tras siete años fuera, ha regresado a casa para ser parte de la nueva ola de directores que está surgiendo en Colombia.
- "Hablar claro" -
El joven realizador reconoce que su país está viviendo una época de florecimiento a todos los niveles, impulsado por el descenso de la violencia de las FARC y la esperanza de alcanzar próximamente un acuerdo de paz definitivo.
Pero la alta sociedad sigue "tan clasista como siempre", "chismosa" y rígida. "Me parece que tiene muchas cosas que están mal. Por eso ha llegado el momento de hablar de eso", apunta.
Uno de sus grandes temores es que se mantengan las "barreras sociales" para todos los estratos, que solo crean "rabia y conflicto".
"Por eso Colombia es un país tan violento. No es solo por la droga, hay otros países que también tienen droga pero los niveles de violencia son más bajos", afirma.
Laserna espera que su película cree mucha controversia entre sus compatriotas. De lo contrario, la sociedad "no va a pensar en lo que hay que cambiar".
Pero consideró que "así esta película cambie una persona, valió la pena" el esfuerzo de sacarla adelante.
