Este juramento se produce en un momento en el que Al Qaida se enfrenta a la rivalidad del grupo Estado Islámico (EI), que también ha hecho incursiones en Afganistán, donde los talibanes libran una guerra de guerrillas desde que fueron expulsados del poder en 2001.
Haibatulá Ajundzada fue nombrado por los talibanes afganos como su nuevo líder el mes pasado, en una rápida transición de poder tras la muerte del predecesor, el mulá Ajtar Mansur, fallecido en el ataque de un dron estadounidense.
Ayman al Zawahiri manifestó su lealtad al mulá Ajundzada en un mensaje de audio de 14 minutos, publicado en sitios web yihadistas, de acuerdo con SITE.
"Te juramos lealtad en la yihad para liberar todas las tierras musulmanas invadidas y expoliadas, desde Kasgar a Al Ándalus, desde el Cáucaso hasta Somalia y África central, desde Cachemira a Jerusalén, desde Filipinas a Kabul, y desde Bujara a Samarcanda", señaló el mensaje, citando a Al Zawahiri.
Al Zawahiri describió al nuevo líder talibán como el "príncipe de los creyentes" y el dirigente "legítimo" de un califato musulmán.
"dios te ha honrado para establecer el primer emirato legítimo después de la caída del Califato Otomano. No existe otro emirato legítimo en el mundo", dijo.
Ayman al Zawahiri se opone firmemente al EI, que declaró en 2014 la creación de un "califato" a caballo entre Siria e Irak.
El líder del grupo, Abu Bakr al Bagdadi, fue rebautizado como el Califa Ibrahim, en un intento de reavivar un sistema de gobierno que terminó hace unos 100 años con la caída del Imperio Otomano, y ordenó a los musulmanes obedecerle en un sermón en una mezquita en la ciudad de Mosul, al norte de Irak.
En Siria, Al Qaida está representada por el Frente An Nusra, aliado con otros grupos rebeldes islamistas en la lucha que se libra contra el EI.
El pasado agosto, Al Zawahiri hizo un juramento similar al mulá Mansur, quien se hizo cargo de los talibanes el mes anterior al inicio de las incursiones del EI en Afganistán.
El texto incluía imágenes del fundador de Al Qaida, Osama Bin Laden, presuntamente eliminado en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán en 2011.
Ajundzada, uno de los antiguos ayudantes de Mansur, se enfrenta al importante desafío de unificar un movimiento cada vez más fragmentado.
El ataque con dron del mes de mayo que mató a Mansur, el primer asalto estadounidense que se conoce contra el máximo líder talibán afgano en suelo paquistaní, conmocionó al movimiento insurgente que había resurgido bajo el mando del fallecido líder.
El mulá Mansur murió en este ataque justo nueve meses después de haber sido nombrado formalmente líder tras una larga lucha por el poder después de la confirmación de la muerte del fundador, el mulá Omar.
Según los observadores, Ajundzada, una figura religiosa moderada que es visto más como un líder espiritual que como un mando militar, seguirá los pasos de Mansur eludiendo las conversaciones de paz e intensificando los ataques contra el gobierno de Afganistán.
Haibatulá Ajundzada fue nombrado por los talibanes afganos como su nuevo líder el mes pasado, en una rápida transición de poder tras la muerte del predecesor, el mulá Ajtar Mansur, fallecido en el ataque de un dron estadounidense.
Ayman al Zawahiri manifestó su lealtad al mulá Ajundzada en un mensaje de audio de 14 minutos, publicado en sitios web yihadistas, de acuerdo con SITE.
"Te juramos lealtad en la yihad para liberar todas las tierras musulmanas invadidas y expoliadas, desde Kasgar a Al Ándalus, desde el Cáucaso hasta Somalia y África central, desde Cachemira a Jerusalén, desde Filipinas a Kabul, y desde Bujara a Samarcanda", señaló el mensaje, citando a Al Zawahiri.
Al Zawahiri describió al nuevo líder talibán como el "príncipe de los creyentes" y el dirigente "legítimo" de un califato musulmán.
"dios te ha honrado para establecer el primer emirato legítimo después de la caída del Califato Otomano. No existe otro emirato legítimo en el mundo", dijo.
Ayman al Zawahiri se opone firmemente al EI, que declaró en 2014 la creación de un "califato" a caballo entre Siria e Irak.
El líder del grupo, Abu Bakr al Bagdadi, fue rebautizado como el Califa Ibrahim, en un intento de reavivar un sistema de gobierno que terminó hace unos 100 años con la caída del Imperio Otomano, y ordenó a los musulmanes obedecerle en un sermón en una mezquita en la ciudad de Mosul, al norte de Irak.
En Siria, Al Qaida está representada por el Frente An Nusra, aliado con otros grupos rebeldes islamistas en la lucha que se libra contra el EI.
El pasado agosto, Al Zawahiri hizo un juramento similar al mulá Mansur, quien se hizo cargo de los talibanes el mes anterior al inicio de las incursiones del EI en Afganistán.
El texto incluía imágenes del fundador de Al Qaida, Osama Bin Laden, presuntamente eliminado en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán en 2011.
Ajundzada, uno de los antiguos ayudantes de Mansur, se enfrenta al importante desafío de unificar un movimiento cada vez más fragmentado.
El ataque con dron del mes de mayo que mató a Mansur, el primer asalto estadounidense que se conoce contra el máximo líder talibán afgano en suelo paquistaní, conmocionó al movimiento insurgente que había resurgido bajo el mando del fallecido líder.
El mulá Mansur murió en este ataque justo nueve meses después de haber sido nombrado formalmente líder tras una larga lucha por el poder después de la confirmación de la muerte del fundador, el mulá Omar.
Según los observadores, Ajundzada, una figura religiosa moderada que es visto más como un líder espiritual que como un mando militar, seguirá los pasos de Mansur eludiendo las conversaciones de paz e intensificando los ataques contra el gobierno de Afganistán.