En un comunicado, el copresidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) anunció que esta huelga de hambre pretendía denunciar las "prácticas ilegales e inhumanas" en la prisión de Edirne (noroeste), donde otros detenidos kurdos ya iniciaron una huelga.
Además de los de Edirne, varios presos kurdos están también en huelga de hambre en las prisiones de Izmir (oeste), Ankara y Van (este) en protesta por sus condiciones de detención.
El carismático jefe de filas del HDP es objeto de decenas de procesos judiciales y se enfrenta a 142 años de prisión, en el marco de un proceso en el que está acusado de "dirigir una organización terrorista" y de hacer "propaganda terrorista".
Las autoridades turcas acusan al HDP de ser el escaparate político de los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización calificada como "terrorista" por Ankara, Washington y Bruselas.
El segundo partido de la oposición de Turquía fue objeto de las duras purgas que siguieron al fallido golpe de Estado en julio, con una decena de sus diputados actualmente en prisión, entre ellos Demirtas y su copresidenta, Figen Yuksekdag.
Estas detenciones despertaron la inquietud de los países europeos y de oenegés, que acusan al presidente Recep Tayyip Erdogan de querer acallar toda voz opositora.
Además de los de Edirne, varios presos kurdos están también en huelga de hambre en las prisiones de Izmir (oeste), Ankara y Van (este) en protesta por sus condiciones de detención.
El carismático jefe de filas del HDP es objeto de decenas de procesos judiciales y se enfrenta a 142 años de prisión, en el marco de un proceso en el que está acusado de "dirigir una organización terrorista" y de hacer "propaganda terrorista".
Las autoridades turcas acusan al HDP de ser el escaparate político de los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización calificada como "terrorista" por Ankara, Washington y Bruselas.
El segundo partido de la oposición de Turquía fue objeto de las duras purgas que siguieron al fallido golpe de Estado en julio, con una decena de sus diputados actualmente en prisión, entre ellos Demirtas y su copresidenta, Figen Yuksekdag.
Estas detenciones despertaron la inquietud de los países europeos y de oenegés, que acusan al presidente Recep Tayyip Erdogan de querer acallar toda voz opositora.