En "La libertad del diablo", que pasó este año por la Berlinale, González da voz a las víctimas de la guerra contra el narcotráfico, a los sicarios y a las fuerzas de seguridad del Estado.
El documental, en el que sus protagonistas aparecen con el rostro cubierto por máscaras, presenta las historias de algunas de las víctimas de la guerra contra el crimen organizado en México, que en cinco años ha dejado más de 100.000 asesinatos y más de 300.000 víctimas indirectas, como son los hijos, las esposas o padres.
Pero no sólo da voz a las víctimas, sino también a quienes cometen los actos de violencia, como algunos sicarios. También hay entrevistas con desenterradores y con personas de muchas partes del país, como Reynosa, Culiacán, Ciudad Juárez o el Valle de México, muchos de ellos exiliados o escondidos.
En 2012, el cineasta mexicano ya consiguió el segundo premio de Tiempo de Historia, sección dedicada al documental, con "Cuates de Australia".
El documental, en el que sus protagonistas aparecen con el rostro cubierto por máscaras, presenta las historias de algunas de las víctimas de la guerra contra el crimen organizado en México, que en cinco años ha dejado más de 100.000 asesinatos y más de 300.000 víctimas indirectas, como son los hijos, las esposas o padres.
Pero no sólo da voz a las víctimas, sino también a quienes cometen los actos de violencia, como algunos sicarios. También hay entrevistas con desenterradores y con personas de muchas partes del país, como Reynosa, Culiacán, Ciudad Juárez o el Valle de México, muchos de ellos exiliados o escondidos.
En 2012, el cineasta mexicano ya consiguió el segundo premio de Tiempo de Historia, sección dedicada al documental, con "Cuates de Australia".