Michel Franco, con los protagonistas de la película, Hernán Mendoza y Tessa La.
"Vi a la gente llorando al final de la película y sentí deseos de acercarme a ellos para pedirles disculpas. Me impresionó sentir la reacción del público. La sala estaba llena", dijo Franco, cuyo ópera prima, "Daniel y Ana", fue presentada en Cannes en 2009 en la sección "Quincena de realizadores".
La película de Franco, quien reconoció que México está viviendo una suerte de guerra civil, se centra en la relación entre Roberto (Hernán Mendoza) y su hija Alejandra (Tessa Ia). Él está muy deprimido tras la muerte de Lucía, su mujer, y Alejandra trata de ayudarlo.
La joven sufre toda suerte de acosos en su colegio y los soporta sin decir nada porque no quiere causarle problemas a su padre.
"El guión de la película es una mezcla de elementos: historias que están sucediendo, casos en una escuela que conozco bien y otros que han ocurrido a muchos alumnos", declaró el director, de 33 años.
"Nunca me dije voy a hacer una película sobre la violencia en las escuelas. La violencia ahora está en todas partes, no sólo en las escuelas sino en el entorno laboral, en las calles, en las casas", reconoció.
"Filmar y hacer películas es mi manera de entablar un diálogo, de entender lo que está ocurriendo. El nivel de violencia y crueldad no es exclusivamente de México ni de América Latina, se respira de manera mundial y trato de entender por qué", dijo, citando los casos de las recientes masacres en Noruega y en Estados Unidos.
Tesa Ia, su actriz, de 17 años, dijo que su personaje "trata de tomar el lugar de la madre y se calla acerca de lo que le ocurre en la escuela para proteger a su padre y todo se va enredando, es algo parecido a cuando uno dice una mentira y todo se va complicando".
"Nunca he vivido ese tipo de situaciones de abusos, el 'bullying', pero cuando comenzamos a rodar me enteré de otros casos. Eso se ha vuelto algo común en México y a veces la gente hasta comenta: 'nomás se están molestando entre amigos'", dijo.
El personaje de Roberto tomará venganza de manera terrible al final contra uno de los compañeros de escuela de su hija.
"La venganza es siempre una fantasía, una tentación. La actitud del padre al final fue lo primero que se me ocurrió al comenzar a escribir el guión. Tenía claro que eso iba a suceder. La violencia siempre trae más violencia", dijo Franco.
"Lo que aspiro es que mi película encuentre la mayor audiencia posible, que encuentre su público. Y me parece que Cannes es un lugar ideal para abrir puertas", añadió.
"Mi primera presencia aquí en Cannes me ayudó a convertirme en director. Me afianzó. Lo que quiero es estar filmando constantemente. No me gustaría ser como uno de esos directores que pasan cuatro años entre cada película", dijo.
Michel Franco explicó que para filmar "Después de Lucía" no ensayó mucho con los adolescentes que torturan a Alejandra.
"En la vida real son los amigos de Tessa. No quise que ensayáramos mucho porque creo que eso le quita espontaneidad al trabajo. Pienso que eso complica y confunde. Tantas indicaciones psicológicas e instrucciones. Hay que confiar en los actores y dejarlos expresarse", afirmó.
"El cine mexicano está atravesando un gran momento. Hay una variedad de autores. Conozco a la mayoría, somos amigos cercanos. Es una suerte porque nos vamos empujando entre nosotros, levantando", dijo Franco.
En Cannes están también este año sus compatriotas Carlos Reygadas, que concursa por la Palma de oro con "Post Tenebras Lux", Antonio Méndez Esparsa, con "Aquí y Allá" en la Semana de la crítica y Yulene Olaizola, con "Fogo", en la Quincena de realizadores.
La película de Franco, quien reconoció que México está viviendo una suerte de guerra civil, se centra en la relación entre Roberto (Hernán Mendoza) y su hija Alejandra (Tessa Ia). Él está muy deprimido tras la muerte de Lucía, su mujer, y Alejandra trata de ayudarlo.
La joven sufre toda suerte de acosos en su colegio y los soporta sin decir nada porque no quiere causarle problemas a su padre.
"El guión de la película es una mezcla de elementos: historias que están sucediendo, casos en una escuela que conozco bien y otros que han ocurrido a muchos alumnos", declaró el director, de 33 años.
"Nunca me dije voy a hacer una película sobre la violencia en las escuelas. La violencia ahora está en todas partes, no sólo en las escuelas sino en el entorno laboral, en las calles, en las casas", reconoció.
"Filmar y hacer películas es mi manera de entablar un diálogo, de entender lo que está ocurriendo. El nivel de violencia y crueldad no es exclusivamente de México ni de América Latina, se respira de manera mundial y trato de entender por qué", dijo, citando los casos de las recientes masacres en Noruega y en Estados Unidos.
Tesa Ia, su actriz, de 17 años, dijo que su personaje "trata de tomar el lugar de la madre y se calla acerca de lo que le ocurre en la escuela para proteger a su padre y todo se va enredando, es algo parecido a cuando uno dice una mentira y todo se va complicando".
"Nunca he vivido ese tipo de situaciones de abusos, el 'bullying', pero cuando comenzamos a rodar me enteré de otros casos. Eso se ha vuelto algo común en México y a veces la gente hasta comenta: 'nomás se están molestando entre amigos'", dijo.
El personaje de Roberto tomará venganza de manera terrible al final contra uno de los compañeros de escuela de su hija.
"La venganza es siempre una fantasía, una tentación. La actitud del padre al final fue lo primero que se me ocurrió al comenzar a escribir el guión. Tenía claro que eso iba a suceder. La violencia siempre trae más violencia", dijo Franco.
"Lo que aspiro es que mi película encuentre la mayor audiencia posible, que encuentre su público. Y me parece que Cannes es un lugar ideal para abrir puertas", añadió.
"Mi primera presencia aquí en Cannes me ayudó a convertirme en director. Me afianzó. Lo que quiero es estar filmando constantemente. No me gustaría ser como uno de esos directores que pasan cuatro años entre cada película", dijo.
Michel Franco explicó que para filmar "Después de Lucía" no ensayó mucho con los adolescentes que torturan a Alejandra.
"En la vida real son los amigos de Tessa. No quise que ensayáramos mucho porque creo que eso le quita espontaneidad al trabajo. Pienso que eso complica y confunde. Tantas indicaciones psicológicas e instrucciones. Hay que confiar en los actores y dejarlos expresarse", afirmó.
"El cine mexicano está atravesando un gran momento. Hay una variedad de autores. Conozco a la mayoría, somos amigos cercanos. Es una suerte porque nos vamos empujando entre nosotros, levantando", dijo Franco.
En Cannes están también este año sus compatriotas Carlos Reygadas, que concursa por la Palma de oro con "Post Tenebras Lux", Antonio Méndez Esparsa, con "Aquí y Allá" en la Semana de la crítica y Yulene Olaizola, con "Fogo", en la Quincena de realizadores.