La cámara fue elegida en las elecciones legislativas de finales de 2015 con una participación de sólo el 28,3%, signo de la falta de interés de la población.
Según los observadores, la escasa presencia de opositores la convierten en una cámara de aprobación de las decisiones del presidente.
As Sisi, ex jefe del ejército que en 2013 derrocó a su predecesor, el islamista Mohamed Mursi, ha reprimido duramente cualquier tipo de oposición desde su llegada al poder.
Durante la ceremonia inaugural, retransmitida el domingo por la televisión pública, los diputados firmaron el cargo uno tras otro, algunos con una bandera egipcia en la mano. Más adelante tendrán que elegir al presidente de la cámara y a sus dos adjuntos.
Egipto, el país árabe más poblado del mundo, no tenía parlamento desde 2012, cuando la asamblea, dominada entonces por los Hermanos Musulmanes, la cofradía de Mursi, fue disuelta por el Tribunal Constitucional a causa de un defecto jurídico.
La cámara fue el resultado de las primera elecciones legislativas libres y democráticas celebradas en el país, posibles por la caída en 2011 del presidente Hosni Mubarak a causa de una revuelta popular en el marco de la Primavera árabe.