"Tanto para el gobierno como para los kurdos sirios, el enemigo es (el presidente turco Recep Tayyip) Erdogan. Se trata de bloquear su proyecto de invasión de los territorios fronterizos", afirmó a la AFP el redactor jefe de Al Watan, diario cercano al poder en Damasco.
"Es completamente normal que las fuerzas presentes en el terreno se alíen para bloquear cualquier avance turco en el interior del territorio sirio. Actualmente las fuerzas turcas están rodeadas por todas partes", añade Wadah Abed Rabbo.
El jueves pasado, las tropas turcas y sus aliados rebeldes se apoderaron de la ciudad de Al Bab, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de la provincia de Alepo.
Los rusos prohíben al ejército sirio hacerse con el control de Al Bab debido a un acuerdo con Ankara, por eso Damasco cambió de táctica. Ahora rodea a los turcos avanzando hacia el este hasta confluir con las fuerzas kurdas.
En quince días se apoderó de una veintena de pueblos, incluido Tadef, al sur de Al Bab, y se hizo con el control de 600 km2 en esta parte de la provincia de Alepo.
"Las autoridades declararon que la presencia turca es una violación de la soberanía del país y que el papel del ejército es proteger el territorio contra cualquier intervención extranjera", explicó a la AFP una fuente de seguridad en Damasco.
"El lunes el ejército sirio progresó rápidamente y llegó a zona kurda", al sudoeste de la ciudad de Manbij, "cortando la carretera del este a los rebeldes proturcos", afirma el geógrafo francés Fabrice Balanche, un experto en Siria.
"La carretera de Raqa vía Al Bab está cortada para los turcos. Tampoco pueden atacar Manbij por el sur", precisa este investigador del Washington Institute.
Erdogan recordó el martes que Ankara quería participar en la operación para expulsar al EI de su bastión de Raqa, pero descartó cooperar con las milicias kurdas sirias que califica de "terroristas".
La ciudad de Manbij se encuentra desde agosto de 2016 en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), integradas por kurdos aliados a combatientes árabes y apoyados por la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.
Los aliados de circunstancia han aparcado sus divergencias sobre la autonomía reivindicada por los kurdos con tal de oponerse a Turquía, que echa pestes contra el régimen de Damasco y califica a los combatientes kurdos de "terroristas".
"Siria no reconoce a las FDS porque la Constitución estipula que la única presencia militar en Siria es el ejército sirio, pese a que varias organizaciones legítimas e ilegítimas estén involucradas en el conflicto sirio", añade la fuente de seguridad.
Según Balanche, "el régimen es contrario a la autonomía de los kurdos, pero no dispone de medios para recuperar los territorios kurdos".
Un dirigente de las FDS, Naser Haj Mansur, comparte esta opinión: "El régimen no ha cambiado y cuando puede nos ataca pero hoy las circunstancias internacionales y locales no le permiten hacerlo". Insiste en que "no hay acuerdo con el gobierno porque es contrario al proyecto de autonomía kurdo".
El director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, considera peligrosa la situación para los turcos y sus aliados rebeldes.
"Están bloqueados y rodeados por todas partes. Los kurdos se encuentran al este, al sudeste y al oeste y el régimen al sur. No tienen ninguna carretera para ir a Raqa salvo a través de los territorios kurdos o de los controlados por el ejército", explica.
"Si quieren realmente ir tienen dos opciones: entrar en guerra con el ejército o con los kurdos, o alcanzar un acuerdo con ellos", añade.
Para esto último tendrían que meter baza Rusia o Estados Unidos. El primero es aliado del régimen y amigo de Turquía y el segundo es aliado de Ankara y amigo de los kurdos.
"Existe efectivamente un riesgo de enfrentamiento", asegura Sinan Ülgen, presidente del Center for Economics and Foreign Policy (Edam) en Estambul.
"Es completamente normal que las fuerzas presentes en el terreno se alíen para bloquear cualquier avance turco en el interior del territorio sirio. Actualmente las fuerzas turcas están rodeadas por todas partes", añade Wadah Abed Rabbo.
El jueves pasado, las tropas turcas y sus aliados rebeldes se apoderaron de la ciudad de Al Bab, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de la provincia de Alepo.
Los rusos prohíben al ejército sirio hacerse con el control de Al Bab debido a un acuerdo con Ankara, por eso Damasco cambió de táctica. Ahora rodea a los turcos avanzando hacia el este hasta confluir con las fuerzas kurdas.
En quince días se apoderó de una veintena de pueblos, incluido Tadef, al sur de Al Bab, y se hizo con el control de 600 km2 en esta parte de la provincia de Alepo.
"Las autoridades declararon que la presencia turca es una violación de la soberanía del país y que el papel del ejército es proteger el territorio contra cualquier intervención extranjera", explicó a la AFP una fuente de seguridad en Damasco.
"El lunes el ejército sirio progresó rápidamente y llegó a zona kurda", al sudoeste de la ciudad de Manbij, "cortando la carretera del este a los rebeldes proturcos", afirma el geógrafo francés Fabrice Balanche, un experto en Siria.
"La carretera de Raqa vía Al Bab está cortada para los turcos. Tampoco pueden atacar Manbij por el sur", precisa este investigador del Washington Institute.
- Aliados de circunstancias -
Erdogan recordó el martes que Ankara quería participar en la operación para expulsar al EI de su bastión de Raqa, pero descartó cooperar con las milicias kurdas sirias que califica de "terroristas".
La ciudad de Manbij se encuentra desde agosto de 2016 en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), integradas por kurdos aliados a combatientes árabes y apoyados por la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.
Los aliados de circunstancia han aparcado sus divergencias sobre la autonomía reivindicada por los kurdos con tal de oponerse a Turquía, que echa pestes contra el régimen de Damasco y califica a los combatientes kurdos de "terroristas".
"Siria no reconoce a las FDS porque la Constitución estipula que la única presencia militar en Siria es el ejército sirio, pese a que varias organizaciones legítimas e ilegítimas estén involucradas en el conflicto sirio", añade la fuente de seguridad.
Según Balanche, "el régimen es contrario a la autonomía de los kurdos, pero no dispone de medios para recuperar los territorios kurdos".
Un dirigente de las FDS, Naser Haj Mansur, comparte esta opinión: "El régimen no ha cambiado y cuando puede nos ataca pero hoy las circunstancias internacionales y locales no le permiten hacerlo". Insiste en que "no hay acuerdo con el gobierno porque es contrario al proyecto de autonomía kurdo".
- 'Riesgo de enfrentamiento' -
El director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, considera peligrosa la situación para los turcos y sus aliados rebeldes.
"Están bloqueados y rodeados por todas partes. Los kurdos se encuentran al este, al sudeste y al oeste y el régimen al sur. No tienen ninguna carretera para ir a Raqa salvo a través de los territorios kurdos o de los controlados por el ejército", explica.
"Si quieren realmente ir tienen dos opciones: entrar en guerra con el ejército o con los kurdos, o alcanzar un acuerdo con ellos", añade.
Para esto último tendrían que meter baza Rusia o Estados Unidos. El primero es aliado del régimen y amigo de Turquía y el segundo es aliado de Ankara y amigo de los kurdos.
"Existe efectivamente un riesgo de enfrentamiento", asegura Sinan Ülgen, presidente del Center for Economics and Foreign Policy (Edam) en Estambul.