La visita se produce en un momento de oposición de Abdulá y Abbas a la gestión por parte de Israel de la crisis en la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa y que es el tercer lugar más sagrado del islam. También para los judíos es un lugar sagrado, por haber albergado en el pasado el segundo templo judío, del que sigue en pie el conocido hoy como Muro de las Lamentaciones.
Jordania funge de administrador del lugar santo, conocido como Haram al Sharif (Noble Santuario) por los palestinos y Monte del Templo por los judíos, objeto de una grave crisis el mes pasado desatada a raíz de un atentado en el que murieron dos policías israelíes y tres atacantes tras el cual los israelíes incrementaron las medidas de seguridad en el lugar, consideradas ofensivas para los palestinos.
Disturbios y protestas dejaron muertos y heridos y la crisis se desbordó a Jordania, donde un guardia de seguridad de la embajada israelí mató a dos ciudadanos jordanos -un atacante y un tercero- a finales de julio.
El rey Abdalá criticó duramente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por dar una cálida bienvenida al guardia israelí. La policía israelí está investigando el suceso.
"El primer ministro israelí tiene que cumplir su responsabilidad y adoptar las medidas legales que garanticen el juicio al asesino en lugar de tratar el crimen desde el punto de vista político y de una forma llamativa que pretende ganarse beneficios políticos", dijo Abdulá entonces.
Jordania funge de administrador del lugar santo, conocido como Haram al Sharif (Noble Santuario) por los palestinos y Monte del Templo por los judíos, objeto de una grave crisis el mes pasado desatada a raíz de un atentado en el que murieron dos policías israelíes y tres atacantes tras el cual los israelíes incrementaron las medidas de seguridad en el lugar, consideradas ofensivas para los palestinos.
Disturbios y protestas dejaron muertos y heridos y la crisis se desbordó a Jordania, donde un guardia de seguridad de la embajada israelí mató a dos ciudadanos jordanos -un atacante y un tercero- a finales de julio.
El rey Abdalá criticó duramente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por dar una cálida bienvenida al guardia israelí. La policía israelí está investigando el suceso.
"El primer ministro israelí tiene que cumplir su responsabilidad y adoptar las medidas legales que garanticen el juicio al asesino en lugar de tratar el crimen desde el punto de vista político y de una forma llamativa que pretende ganarse beneficios políticos", dijo Abdulá entonces.