Más de 55 ambulancias, otros vehículos e instalaciones públicas han sido quemados por grupos opositores violentos en Nicaragua.
"La situación es grave y nos ha forzado a vivir en un paro. El turismo ha venido a cero", afirmó Valenti al programa "Esta Noche" del canal 12 de televisión.
Según Valenti, este es el sector más afectado por el conflicto que se inició en abril con protestas estudiantiles y que se ha cobrado la vida de 285 personas, según organismos de derechos humanos independientes. El Gobierno habla sólo de 47 muertos.
Según datos del Banco Central (emisor), las pérdidas suman 230 millones de dólares por el cierre de un 35 por ciento de los negocios turísticos (hoteles y restaurantes). Esto ha llevado al despido o suspensión de casi 65.000 empleados de los 120.000 que tiene el sector, advirtió Valenti.
Según la presidenta de Canatur, de los 2.500 restaurantes, bares y discotecas registrados en el país, 875 han cerrado desde que comenzó la crisis, que de acuerdo con economistas ya ha dejado pérdidas totales estimadas en 1.900 millones de dólares.
La presidenta de Canatur explicó que algunos negocios siguen funcionando "con gran sacrificio y casi sin clientes". Un clima de temor e inseguridad se respira en las principales ciudades del país, donde son comunes las redadas de jóvenes por parte de policías y paramilitares fuertemente armados.
Valenti dijo que hasta hoy han cerrado 380 de los casi 1.000 hoteles del país (el 90 por ciento son pequeños negocios). Los hoteles grandes, ubicados en Managua, han bajado su ocupación del 65 al 14 por ciento, comentó.
"Cada día que pasa es un paso más hacia el hundimiento de una industria que ha sido importante para la economía y macroeconomía de Nicaragua", se lamentó.
Para Valenti, la solución a la crisis "es que Ortega renuncie ya" y se realicen elecciones anticipadas. "Esta es la posición de Canatur y de todo el sector privado", aseveró.
El ex guerrillero Ortega, que gobernó de 1985 a 1990, y de 2007 hasta hoy, se niega a dejar el poder. Según Valenti, presidentes de otros países han renunciado "por conflictos menos graves".
"Esta crisis, con más de 200 muertos, debería ser más que suficiente" para que Ortega dimita, dijo. "Si todavía le importara el país y tuviera algo de amor en su corazón, esa debería ser la respuesta de un presidente responsable", señaló.
Según datos del Banco Central, de no resolverse esta situación las metas de crecimiento económico se desplomarían de 4 a 1,5 por ciento al concluir el año 2018. El desempleo abierto aumentaría de 3,7 a 6 por ciento y la inflación de 5 hasta un 8,5 por ciento.
Según Valenti, este es el sector más afectado por el conflicto que se inició en abril con protestas estudiantiles y que se ha cobrado la vida de 285 personas, según organismos de derechos humanos independientes. El Gobierno habla sólo de 47 muertos.
Según datos del Banco Central (emisor), las pérdidas suman 230 millones de dólares por el cierre de un 35 por ciento de los negocios turísticos (hoteles y restaurantes). Esto ha llevado al despido o suspensión de casi 65.000 empleados de los 120.000 que tiene el sector, advirtió Valenti.
Según la presidenta de Canatur, de los 2.500 restaurantes, bares y discotecas registrados en el país, 875 han cerrado desde que comenzó la crisis, que de acuerdo con economistas ya ha dejado pérdidas totales estimadas en 1.900 millones de dólares.
La presidenta de Canatur explicó que algunos negocios siguen funcionando "con gran sacrificio y casi sin clientes". Un clima de temor e inseguridad se respira en las principales ciudades del país, donde son comunes las redadas de jóvenes por parte de policías y paramilitares fuertemente armados.
Valenti dijo que hasta hoy han cerrado 380 de los casi 1.000 hoteles del país (el 90 por ciento son pequeños negocios). Los hoteles grandes, ubicados en Managua, han bajado su ocupación del 65 al 14 por ciento, comentó.
"Cada día que pasa es un paso más hacia el hundimiento de una industria que ha sido importante para la economía y macroeconomía de Nicaragua", se lamentó.
Para Valenti, la solución a la crisis "es que Ortega renuncie ya" y se realicen elecciones anticipadas. "Esta es la posición de Canatur y de todo el sector privado", aseveró.
El ex guerrillero Ortega, que gobernó de 1985 a 1990, y de 2007 hasta hoy, se niega a dejar el poder. Según Valenti, presidentes de otros países han renunciado "por conflictos menos graves".
"Esta crisis, con más de 200 muertos, debería ser más que suficiente" para que Ortega dimita, dijo. "Si todavía le importara el país y tuviera algo de amor en su corazón, esa debería ser la respuesta de un presidente responsable", señaló.
Según datos del Banco Central, de no resolverse esta situación las metas de crecimiento económico se desplomarían de 4 a 1,5 por ciento al concluir el año 2018. El desempleo abierto aumentaría de 3,7 a 6 por ciento y la inflación de 5 hasta un 8,5 por ciento.