Entre 2 y 5 mil millones de pesos perderían las cajas porque el dinero que reciben del Estado por cada afiliado es inferior a los gastos, señalan
EN ‘CUIDADOS intensivos’ entraría el sector salud en Medellín de cumplirse la advertencia de las cajas de compensación familiar de que se retirarán como administradoras del régimen subsidiado. La determinación es consecuencia de las pérdidas operativas que están sufriendo estas entidades, según indican.
El llamado de alerta fue dado por la secretaria de Salud de esta capital, Luz María Agudelo, quien al presentar el informe de gestión de su despacho, correspondiente a este año, explicó el malestar que existe entre las cajas de la ciudad por la prestación de este servicio.
“Estamos en reuniones con representantes del Ministerio de Protección. De no darse una solución a las peticiones de las cajas, entraremos en una gran dificultad para la atención de la población más vulnerable de la ciudad”, señaló Agudelo, quien dijo que esta situación se suma al desfinanciamiento del departamento para los servicios de segundo y tercer nivel, que antes los prestaba el servicio seccional de Antioquia.
Las cuentas de las cajas
Las cajas de compensación señalan que este año perderán entre 2.000 y 5.000 millones de pesos como administradoras del régimen subsidiado en salud en Medellín.
Señalan estas organizaciones que el problema que las está llevando a arrojar cifras negativas es que la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que para este año está en 250.000 pesos por persona, que equivale a 22.500 mes, es poca para atender el régimen subsidiado y las enfermedades catastróficas.
Comfenalco Antioquia es una de las cajas que ha anunciado su retiro como administradora del régimen subsidiado. Así lo informó en días pasados por medio de una misiva al alcalde Alonso Salazar. En la misma, la caja reitera su compromiso de garantizar y asegurar hasta el 31 de marzo de 2009 el plan de beneficios de la población afiliada a la fecha.
El director de Comfenalco Antioquia, Ricardo Sierra Caro, explicó que la decisión se tomó porque actualmente hay un problema estructural del sistema: los dineros que reciben la ARS para atender a la población afiliada al régimen subsidiado no alcanzan a cubrir los gastos y las pérdidas año tras año se han venido acumulando. “El problema no es del municipio de Medellín, es el sistema. Por cada afiliado se reciben $22.000; esta UPC es insuficiente para cubrir todos los servicios de salud que esta población requiere, todo esto por problemas originados desde el sistema, a lo que se suma la alta siniestralidad que presenta el municipio de Medellín. Esta situación está generando altas pérdidas”.